La salud Papa sigue «estable» pero el pronóstico se mantiene «reservado»: «Está descansando»

A más de dos semanas de su internación en el Policlínico Gemelli por una bronquitis que derivó en una neumonía bilateral, el papa Francisco pasó una noche de viernes «tranquila» y este sábado siguió con su tratamiento y «la fisioterapia«.
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«La noche fue tranquila, el papa está descansando«, indicó la Santa Sede en su boletín matutino, cuando se cumplen 23 días desde su hospitalización.
El primer papa latinoamericano reanudó el sábado en la mañana «el tratamiento y la fisioterapia», indicó la oficina de prensa.
El pontífice argentino, de 88 años, sufrió varias crisis respiratorias desde su ingreso en el hospital Gemelli, la última de ellas el lunes, cuando tuvo «dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda».
Desde hace varios días, la Santa Sede afirma que su situación es «estable«, aunque con pronóstico «reservado«.
El jueves por la noche, Francisco difundió un breve mensaje de audio en español, en el que con la voz cansada y entrecortada, daba las gracias «de todo corazón« a quienes rezan por su restablecimiento.
Desde el lunes, cuando sufrió la última crisis respiratoria, una mascarilla de oxígeno le ayuda a respirar durante la noche, que cambia durante el día por cánulas nasales de alto flujo, un soporte más ligero.
Por el momento, los médicos no se pronunciaron sobre cuánto durará el ingreso ni tampoco sobre el tiempo que podría tomar la convalecencia de Jorge Bergoglio.
Esta hospitalización, la cuarta y más larga desde 2021, genera preocupación por los problemas previos que debilitaron su salud en los últimos años: operaciones en el colon y el abdomen, y dificultades para caminar.
La situación plantea además la cuestión de su capacidad para desempeñar sus funciones, máxime cuando el derecho canónico no prevé ninguna disposición en caso de un problema grave que pueda afectar a su lucidez.
Francisco, que en los últimos tiempos descartó la idea de renunciar al cargo como hiciera su predecesor Benedicto XVI en 2013, no aparece en público desde el 14 de febrero, ni tampoco se difundieron imágenes suyas.
«Es bastante probable» que se ausente por cuarta semana consecutiva de la oración dominical del Ángelus, uno de los encuentros importantes con los fieles, y envíe de nuevo un mensaje escrito, según la oficina de prensa del Vaticano.