Una delegación israelí encabezada por el jefe del Mossad, David Barnea, llegó a París con la expectativa de «desbloquear» las negociaciones para una nueva tregua en la Franja de Gaza en la guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas, que ya lleva más de cuatro meses, informó un representante de Israel.
Además del director de la agencia exterior israelí de inteligencia, la delegación incluye a Ronen Bar, jefe del Shin Bet, el servicio de seguridad interior, confirmaron medios israelíes.
La guerra estalló tras el extraordinario ataque de Hamas en el sur de Israel el 7 de octubre pasado, que dejó unos 1.200 muertos
Mientras tanto, el Ejército israelí bombardeó la noche del jueves las ciudades de Khan Yunis y Rafah, en el extremo sur del estrecho territorio palestino, gobernado por Hamas desde 2007.
A su vez, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, presentó a autoridades de su Gobierno un plan para el futuro de Gaza que propone que ese territorio sea gobernado por «funcionarios locales» sin vínculos «con países o entidades que apoyan el terrorismo», iniciativa que fue rechazada por la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
También postula que el Ejército israelí pueda operar en Gaza para «evitar cualquier resurgimiento de la actividad terrorista» y crea una «zona tapón» para garantizar «la seguridad» del Estado hebreo, según el medio The Times of Israel.
El comienzo del conflicto
La guerra estalló tras el extraordinario ataque de Hamas en el sur de Israel el 7 de octubre pasado, que dejó unos 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y unos 240 rehenes, entre ellos una veintena de argentinos.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre que ya provocó 29.514 muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según Hamas, considerado como organización «terrorista» por Estados Unidos, la Unión Europea y el Estado hebreo.
En noviembre, una tregua de una semana permitió liberar a más de 100 rehenes a cambio de la excarcelación de 240 palestinos presos en Israel.
Desde entonces, los mediadores internacionales tratan de acordar un nuevo cese del fuego para liberar a los demás rehenes y autorizar la entrada de ayuda humanitaria. Aún quedan 130 rehenes en Gaza y 30 de ellos habrían muerto, según Israel.
Los mediadores internacionales tratan de acordar un nuevo cese del fuego para liberar a los demás rehenes y autorizar la entrada de ayuda humanitaria
Barnea se reunió a fines de enero en París con sus homólogos de Estados Unidos y de Egipto, y con el primer ministro de Qatar para intentar un nuevo acuerdo para una tregua.
Una fuente de Hamas afirmó que a fines de enero las partes analizaron en París un plan para un cese de los combates de seis semanas y la liberación de entre 200 y 300 presos palestinos a cambio de entre 35 y 40 rehenes israelíes.
Desde entonces también se desarrollaron conversaciones en Egipto, con la participación del jefe político de Hamas, Ismail Haniyeh, que concluyó el jueves una visita de varios días, reseñó la agencia de noticias AFP.
Hamas pide desde hace semanas un cese el fuego total y la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza, demandas que Netanyahu desestimó, aunque afirma estar abierto a un cese temporal de su operación militar, que tiene como objetivo «aniquilar» al movimiento islamista.
Netanyahu también se opone a la liberación de presos palestinos que hayan participado en ataques antiisraelíes, como exige Hamas
Netanyahu también se opone a la liberación de presos palestinos que hayan participado en ataques antiisraelíes, como exige Hamas.
El premier israelí desarrolló anoche frente a los integrantes de su Gabinete de Seguridad el plan que pretende implementar en Gaza luego de la guerra, que ya fue rechazado de manera tajante por la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna -de manera limitada por la ocupación israelí- en Cisjordania.
El proyecto plantea que el territorio sea gobernado por «funcionarios locales» sin vínculos «con países o entidades que apoyan el terrorismo», que el ejército pueda operar en Gaza para «evitar cualquier resurgimiento de la actividad terrorista» y crear una «zona tapón» para garantizar «la seguridad» del Estado hebreo, según The Times of Israel y las agencias AFP, Ansa y Europa Press.
«Si el mundo quiere seguridad y estabilidad en la región, debe poner fin a la ocupación israelí de los territorios palestinos y reconocer el Estado palestino independiente con Jerusalén como capital», sentenció Abu Rudeineh, portavoz de Mahmud Abbas, que administra Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967.
Israel acusó a 12 de sus empleados de estar involucrados en el ataque del 7 de octubre. La ONU desvinculó inmediatamente a los trabajadores acusados e inició una investigación interna
Netanyahu, que asegura que los objetivos de la campaña militar es «aniquilar» a Hamas, también prevé desmantelar la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (Unrwa).
Israel acusó a 12 de sus empleados de estar involucrados en el ataque del 7 de octubre. La ONU desvinculó inmediatamente a los trabajadores acusados e inició una investigación interna.
El director de la agencia, Philippe Lazzarini, advirtió en las últimas horas que la Unrwa está en «un punto de quiebre» después de que 16 países suspendieran su financiación.
La agencia es esencial para la asistencia humanitaria de millones de palestinos, muchos de los cuales sobreviven actualmente en Gaza sin agua, comida, medicamentos o combustible, debido al asedio israelí.