El adiós a un militante

Ulises Guede formó parte del diario Página 12 desde sus inicios. Hace tiempo que se desempeñaba en el equipo de Publicidad, el mismo espacio donde se gestionan diariamente los avisos recordatorios de los desaparecidos durante la última dictadura.

Su familia fue víctima directa de aquellas atrocidades: su papá y su hermano fueron secuestrados y desaparecidos el 7 de octubre de 1976. El padre, Dante, fue soldador especializado, trabajó en el Conicet y Techint. Militó en la organización 22 de agosto del Partido Revolucionario de los Trabajadores – Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP) y fue presidente de la Sociedad de Fomento Villa Urquizú, Bernal Oeste. Su hijo Héctor, el hermano de Ulises, estudiaba Ingeniería Electrónica en la Universidad Nacional de la Plata y militaba en el centro de estudiantes y en la misma organización que su padre. 

Después de sus desapariciones, Carmen Ramiro de Guede –esposa y madre de Dante y Héctor– comenzó la búsqueda y su lucha se mantiene al día de hoy: a sus 90 años, «Tota», madre de Plaza de Mayo, sigue siendo una figura emblemática de los Derechos Humanos en Avellaneda. 

Con el tiempo y las investigaciones, se supo que ambos estuvieron detenidos en el Centro Clandestino de Detención Puente 12. Los restos de Dante fueron restituidos a la familia; Héctor continúa desaparecido. Su novia, Viviana de Angelis, fue desaparecida también, estando embarazada. 

Ulises Guede acompañó siempre la lucha por sus familiares y los otros 30.000 desaparecidos, formó parte de HIJOS y nunca dejó la militancia. El 24 de marzo había cumplido 54 años. Este sábado, el corazón le jugó una mala pasada. Sus restos fueron inhumanos este domingo en el cementerio de Avellaneda. «Abrazamos a la familia de Ulises y también nos abrazamos entre compañeros y compañeras en este momento de despedida», expresó ayer la agrupación HIJOS Capital.