ONU: Joe Biden advirtió contra una escalada en Medio Oriente
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, usó este martes su último discurso ante la Asamblea General de la ONU para advertir contra una «guerra a gran escala» en Medio Oriente, dada la creciente tensión entre Israel y el grupo chiita Hezbolá, y abogó por darle una oportunidad a la diplomacia. Biden instó además a alcanzar un alto el fuego en Gaza, que «traerá de vuelta a casa a los rehenes y garantizará la seguridad de Israel y Gaza libre del control de Hamas, aliviará el sufrimiento en Gaza y pondrá fin a esta guerra».
«Solución diplomática»
El mandatario estadounidense se mostró especialmente enfático respecto a la situación en la frontera entre Israel y el Líbano, donde, tras el inicio de la guerra en Gaza a raíz de los ataques de Hamas del 7 de octubre de 2023, la tensión alcanzó su mayor pico desde 2006, con intercambios de fuego constantes entre el Ejército israelí y los combatientes de Hezbolá. «Una guerra a gran escala no beneficia a nadie. Aunque la situación se agravó, todavía es posible una solución diplomática», afirmó Biden.
La tensión está en niveles máximos tras los bombardeos que Israel lanzó el lunes en el sur y este del Líbano, bastiones del grupo chiita. En su discurso Biden acusó a Hezbolá de empezar a lanzar proyectiles sobre Israel hace casi un año «sin provocación» alguna, como gesto de solidaridad hacia la población palestina. Este lunes un alto funcionario estadounidense, tras mostrar su oposición a una invasión terrestre de las fuerzas israelíes contra el Hezbolá libanés, anunció que Washington va a presentar «ideas concretas» para reducir la tensión en Líbano.
Bajo condición de anonimato, el funcionario dijo que EE.UU. quiere encontrar una «rampa de salida que, ante todo, impida una mayor escalada de los combates», aunque no dio ningún detalle de las propuestas. Los ataques israelíes contra cientos de dispositivos de comunicación de Hezbolá y la ola de bombardeos de estos últimos dos días, que suman ya más de 500 muertos, 1.800 heridos y miles de desplazado, elevaron la tensión a un nuevo nivel.
Biden también instó a darle una oportunidad a la diplomacia para terminar con la guerra en Gaza, exhortando directamente a Israel y Hamas a llegar a un acuerdo para lograr un alto el fuego en la Franja de Gaza y la liberación de los rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos, además de facilitar la entrada de ayuda humanitaria. «Ahora es el momento para que las partes finalicen los términos, devuelvan a los rehenes y aseguren la seguridad de Israel y Gaza, alivien el sufrimiento en Gaza y pongan fin a esta guerra», sostuvo el presidente demócrata.
Volvió a plantear, sin embargó, sus críticas a la violencia ejercida sobre los palestinos en Cisjordania y llamó a trabajar para lograr una solución de dos Estados, en la que Israel pueda «normalizar» las relaciones con los países vecinos y los palestinos puedan disponer de un territorio propio en el que vivir «en paz y seguridad». Biden mencionó a las 1.200 personas que Hamas mató el 7 de octubre de 2023 y a las 250 que tomó como rehenes, y también reconoció los 41.400 muertos que ha dejado la ofensiva israelí en la Franja de Gaza, afirmando que las víctimas en ambas partes están pasando por «un infierno».
Respaldo a Ucrania
Estados Unidos, junto a Qatar y Egipto, trata de mediar entre Israel y Hamas, pero luego de varias rondas de negociaciones el conflicto amenaza con enquistarse y expandirse al Líbano. Otro de los temas que destacó Biden durante su discurso fue la guerra en Ucrania, instando a los líderes reunidos en la Asamblea General de la ONU a «no alejar la mirada» ni «bajar la guardia» en su apoyo a Ucrania hasta que consiga una «paz justa y duradera».
«¿Mantendremos nuestro apoyo para ayudar a Ucrania a ganar esta guerra y preservar su libertad, o nos alejaremos, permitiendo que la agresión se renueve y que una nación sea destruida?», preguntó Biden a los asistentes. «Yo sé mi respuesta. No podemos cansarnos. No podemos apartar la mirada. Y no dejaremos de apoyar a Ucrania, no hasta que gane con una paz justa y duradera», se respondió el propio mandatario, quien jugó un papel clave en el apoyo de Occidente a Ucrania con el suministro de armamento y ayuda económica.
El expresidente de Estados Unidos y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, aseguró que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, tiene «muchas ganas» de que los demócratas ganen estas elecciones y criticó los acuerdos millonarios que consigue cada vez que pisa el país. «Creo que Zelenski es el mejor vendedor de la historia. Cada vez que viene a Estados Unidos se va con un acuerdo de 60 mil millones de dólares», dijo Trump el lunes por la noche en un acto de campaña en Pensilvania, por donde pasó también Zelenski tras visitar una fábrica de municiones.
Después de meses de reticencias republicanas, a principios de año, el Congreso de Estados Unidos llegó a un acuerdo para suministrar a Ucrania armamento y equipamiento militar por valor de 60 mil millones de dólares, incluido en un paquete de 95 mil millones de dólares para armar también a Israel y Taiwán. Biden prevé reunirse este jueves con Zelenski, quien lleva meses pidiéndole que le permita usar misiles de largo alcance estadounidenses para atacar objetivos dentro de la Federación Rusa y así cambiar el curso de la guerra a su favor.
Discurso de despedida
En su discurso, Biden puso su propio ejemplo personal para hacer un llamamiento a los diferentes líderes del mundo a que no se aferren a permanecer en el poder. El político de 82 años recordó que este año tomó la «difícil decisión» de renunciar a su campaña de reelección poniendo fin a 50 años de carrera para dar paso «a una nueva generación de liderazgos y que el país pueda avanzar», en referencia a Kamala Harris, quien se enfrentará a Donald Trump en los comicios de noviembre.
Biden empezó su intervención de este martes destacando el «notable curso de la historia» que vivió Estados Unidos durante el medio siglo de su carrera política: desde la Guerra Fría y los tratados de control de armamento nuclear hasta la guerra de Vietnam, seguidas por las prolongadas intervenciones de EE.UU. en Irak y Afganistán. Ante este recorrido histórico el mandatario se mostró optimista. «Sé que muchos miran el mundo hoy, ven dificultades y reaccionan con desesperación, pero yo no. No lo haré», manifestó el líder demócrata.
Entre las decisiones internacionales que defendió durante su alocución figura la vuelta al acuerdo de París contra el cambio climático, el retorno a la Organización Mundial de la Salud (OMS) o haber puesto fin a la guerra en Afganistán, una decisión «difícil pero correcta». Por otra parte llamó a seguir tejiendo alianzas en el Indo-Pacífico, apuntando que «no van en contra de ningún país», en una cita velada a China, país con el que Estados Unidos espera poder adoptar una «responsable» competencia a nivel comercial.