La luminosa rabia de las canciones que Santiago Feliú dejó de regalar hace una década cuando un infarto truncó tempranamente su vida a los 51 años, buscará ser repuesta por un disco donde artistas locales reunirán clásicos y piezas inéditas del trovador cubano.
Hermano menor de Vicente (fallecido en diciembre de 2021 a sus 74 años) que fue uno de los fundadores del Movimiento Nueva Trova Cubana junto a Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola, Santiago aportó una pluma incendiaria y un sonido poderoso, también sostenido desde su peculiar toque de zurdo en una guitarra a la que no le modificaba el orden de las cuerdas.
Gracias a ese carácter se convirtió en un inspirador puente intergeneracional que ligó a aquellos impulsores con nuevas voces, como las de Gerardo Alfonso, Carlos Varela, Frank Delgado y Kelvis Ochoa.
«Al igual que Silvio, los músicos más jóvenes de Cuba seguimos fieles al compromiso que nos toca asumir, pero no tenemos una actitud complaciente frente a las cosas que no nos gustan», le dijo alguna vez a Télam en Buenos Aires.
Feliú era asiduo visitante del país en el que vivió varios años durante la década del 90, tiempo en el que trabó relaciones personales y estéticas con Juan Carlos Baglietto, Fito Páez y León Gieco, entre otros músicos.
Santiago Feliú «Ayer y hoy enamorado»
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A caballo de esa memoria compartida, José Bonavita –primero fan, luego productor y finalmente amigo, según repasa a esta agencia- prepara un álbum homenaje de pulso local para celebrar el cumpleaños 62 del artista, que cumpliría el próximo 29 de marzo.
Y aunque todavía restan detalles para confirmar la participación de varias celebridades, el impulsor de la placa tributo adelanta a Télam que se tratará “de un disco con muchos artistas y basado en el particular sonido de la guitarra de Feliú”, en este caso a cargo del instrumentista pergaminense Félix Robledo, también responsable de los arreglos.
El repertorio casi cerrado incluirá piezas esenciales del cancionero de Santiago como “Para Bárbara”, “Vida”, “Sin Julieta” (que promete un pulso “achacarereado”), y “Bolero”.
En la nómina de colaboraciones que sí pueden anunciarse figuran voces que trajinan la escena independiente de la canción como Paula Ferré en «Búscame (sobrevolando un sueño)», «Kuky» Picone en “Era”, el Dúo La Trova en “Ansias del alba” y el guitarrista de Esquel Agustín Cristiani en “Amigo dibujo”.
El material sumará atractivos con la inclusión de temas inéditos de Feliú como “Gemma” y “Otra vez las náuseas”, adosándole un plus a la saga de homenajes realizados en Cuba y plasmados en los volúmenes “Los amores del diablo” y “Vida a vida”.
“Decidimos hacer un disco con el protagonismo de la guitarra porque Santiago tenía el proyecto de hacer un disco de ese carácter”, explica el productor sin pasar por alto que ese formato intimista también facilita el poder sostener esta producción independiente.
Nacido en Chascomús donde sigue residiendo, Bonavita cuenta que su lazo con Feliú empezó tardíamente pero fue ganando en hondura: “Lo descubro bastante grande y por sus canciones cuando se realizó, en 1997, un homenaje al Che Guevara en Ferro, años después logré llevarlo a tocar a Chascomús y empecé a ayudarlo a organizar otras giras por Argentina, Bolivia y Uruguay”.
Gracias a ese vínculo que devino en amistad, recuerda con tristeza que invitado por el artista pudo presenciar el recital póstumo. “Estando en La Habana invitado por Santiago estuve en un concierto para turistas argentinos en un hotel de la ciudad y esa misma semana su última actuación fue en el centro nocturno habanero El Sauce y el tema con el que se despidió fue con ‘Para Bárbara’ que cantó desde el piano”.
Es que Feliú, además ejecutaba el bajo, la armónica y la percusión, instrumentos con los que sabía acompañarse para vestir un cancionero donde también destacan títulos como «Mi mujer está muy sensible», «Ni las soledades», “Para ti”, “Iceberg” o “Ay, la vida”, este último también nombre de su placa despedida publicada en 2010.
Antes de ella, además registró “Vida” (1986), «Para mañana» (1988), «Náuseas de fin de siglo» (1991), «Futuro inmediato» (1999), «Sin Julieta» (2002), “Ay, la vida” (2010) y también «Ansias del alba», que en 1997 compartió con su hermano Vicente y dedicaron a la lucha del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas, México.
«Me sigue atrayendo el discurso político y la comunicación con el mundo que tiene el zapatismo en medio de tantas aburridas y jurásicas izquierdas», resaltó a nueve años de ese magnífico registro durante una conversación con Télam.
Afable y dispuesto al diálogo, la tartamudez muchas veces le dificultaba hablar con fluidez durante los reportajes pero, en cambio, no hacía mella en una voz potente, afinada y dulce a la hora de cantar.
Ese atributo puesto al frente de melodías cargadas que dialogan con la tradición trovadoresca pero añaden novedades y electricidad también pueden apreciarse en YouTube como un documento que atraviesa el tiempo, que tiende lazos a la vez que instaura quiebres y rupturas necesarias, todo un mundo estético que su muerte, ocurrida el 12 de febrero de 2004, no consigue acallar.