La justicia federal buscará determinar cuáles fueron las motivaciones que llevaron al expolicía Jorge Bacigalupo a manipular los anotadores atribuidos al exchofer del ministerio de Planificación Federal Oscar Centeno, que dieron origen a la famosa «Causa de los Cuadernos» por la que fueron detenidos de decenas de empresarios y exfuncionarios públicos.
Con ese objetivo, el juez Marcelo Martínez de Giorgi dispuso la extracción forense de información de los dispositivos móviles y electrónicos secuestrados en la casa de Bacigalupo en marzo pasado, cuando fue allanado en busca de manuscritos que permitieran comparar su letra con la de las correcciones detectadas en los cuadernos.
En aquella oportunidad, el magistrado había ordenado que se secuestren «todo tipo de anotaciones, manuscritos en original o copia» como así también «dispositivos electrónicos» como teléfonos, celulares, notebook, tablets, computadoras y cualquier otro que permita almacenar datos.
Ahora, luego de que un peritaje oficial la intervención de Bacigalupo en algunos de los cuadernos atribuidos a Centeno, el juez dispuso que se abrieran los teléfonos para buscar elementos que puedan permitir detectar las razones que llevaron al imputado a manipular los textos que luego pondría en manos de un periodista del diario La Nación.
Martínez de Giorgi ya está en condiciones de resolver la situación procesal de Bacigalupo dado que cumplió con el acto de la indagatoria el día que lo convocó para tomarle un cuerpo de escritura que luego compararía con las sobreescrituras de los cuadernos, sin embargo es probable que se tome unos días más para ver que sale de los dispositivos del imputado.
Con la información que tiene el expediente hasta el momento, Bacigalupo podría ser sindicado como autor del delito de falsificación de documento público, aunque los investigadores buscará reconstruir su esquema de contactos y ver si reportó a alguien más, para lo que podrían requerir sus llamadas entrantes y salientes, informaron fuentes judiciales.
El peritaje caligráfico determinó que la letra de Bacigalupo es aquella que corresponde a algunas de las irregularidades detectadas en un primer estudio pericial realizado a partir de una denuncia del empresario de Armando Loson, del Grupo Albanesi.
En el marco de este expediente, sin embargo, hubo también un peritaje lingüístico que el juzgado de Martínez de Giorgi recibió en julio pasado que arribó a conclusiones más amplias que permiten adivinar que los imputados de la causa de los cuadernos reclamaran que se convierta en prueba de ese caso, como ya lo hizo la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Qué sostiene el peritaje sobre las adultareaciones
Ese peritaje, realizado por especialistas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) determinó que existen diferencias de escritura entre los cuadernos correspondientes a los años 2008/2009 y los que supuestamente escritos entre 2013 y 2015, que permitirían pensar que los últimos fueron escritos de corrido y no de modo espontáneo a medida que el chofer iba registrando sus viajes.
«Existe una diferencia importante entre el cuaderno del año 2008/2009 y los correspondientes a 2013 y 2015. El primero muestra cambios a lo largo del tiempo, esperables en un proceso de escritura rutinaria, real da diariamente. Los otros dos cuadernos muestran mayor uniformidad, debido a su brevedad y también porque parecen haber sido escritos en pocas etapas (no necesariamente coincidentes con las fechas que indican las entradas)», se indicó en el informe al que accedió Télam.
«El proceso de escritura del cuaderno 2008/2009 parece responder a un registro diario de actividades del sujeto de la escritura, cuyo contenido responde a la coyuntura aleatoria de su trabajo, aspecto que lo diferencia de los cuadernos 2013 y 2015. No obstante, y a pesar de la consistencia formal del texto respecto del formato elegido, el proceso de revisión e intervención posterior (correcciones, inserciones y supresiones) parece indicar que la finalidad del texto trasciende el mero registro de actividades«, se detalló.
«Los cuadernos 2013 y 2015 plantean desde su origen una finalidad concreta que no se condice con el formato textual elegido (parte o registro diario de actividades). La planificación previa que realiza el sujeto de la escritura en ambos textos se observa desde la manifestación inicial (el mensaje inicial) de cada uno de ellos, también en el diseño de las entradas (incluso los espacios dejados en blanco para ser completados a posteriori) y en el desarrollo continuo de la escritura (con escasos cambios que se observan en la grafía y en la tinta)», surge del informe.
De acuerdo al peritaje, «en la primera etapa de 2008 (hasta septiembre)» la escritura «responde a la necesidad de llevar un registro exhaustivo, aunque no quede explicitada su finalidad o motivo».
«A partir de septiembre, -continua el informe- con la explicitación y focalización sobre el tema del circuito del dinero, el registro de detalles y datos identificatorios se resignifica y hace suponer la necesidad de informar o hacer un seguimiento de los lugares y personas involucradas. La construcción de la evidencia adquiere otra faceta, a partir de enero de 2009, cuando el sujeto de la escritura comienza a respaldar su testimonio con datos en apariencia, objetivos, pero cuya única fuente son sus percepciones subjetivas«.
En el mismo texto se destacó que «en 2013, la construcción de la evidencia se complejiza, con la incorporación de testimonios ajenos como fuente de información, que se suma a los propios del sujeto de la escritura. La objetivización de las experiencias subjetivas como respaldo de medidas, montos y pesos, vuelve a plantearse en este cuaderno».