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‘La Paciencia’, una sátira con pacientes terminales y enfermeras en lucha gremial

«La paciencia»: confesiones de tres enfermeras. / Foto: Mora Dellatorre

«La paciencia (fatídica sindical)», obra escrita y dirigida por Macarena García Lenzi que cuenta, en clave de comedia negra y con diálogos desopilantes, el caos cotidiano de tres enfermeras que deben lidiar con pacientes terminales en medio de condiciones laborales paupérrimas, se presenta los sábados a las 20 en el Camarín de las Musas.

«Es una sátira-homenaje al trabajo que hacen las enfermeras», definió la actriz Karina Elsztein esta obra que protagoniza junto a Valeria Giorcelli y Noelia Prieto, y que aborda con humor temáticas incómodas como la fragilidad de la vida, el desgaste de las tareas de cuidado y la lucha sindical de los enfermeros para ser reconocidos como personal de salud.

«En las situaciones más extremas y más radicales, como la cercanía a la muerte o la muerte misma, se producen las situaciones más insólitas y más extrañas», adelantó Prieto.

La pieza de García Lenzi (las obras «Sangre de mi sangre» y «Mis cosas preferidas» y codirectora del filme «Piedra, papel y tijera» con Martín Blousson) cuenta un día en la vida de tres enfermeras en una clínica privada llamada «Honrar la vida». Cada una, mientras trabajan con pacientes terminales, lidia con sus propias miserias: adicciones, soledad, precarización laboral.

Hasta que un día, un error fatal las obliga a tener que hacer a un lado sus diferencias e intentar, juntas e involucradas en un hecho que podría costarles mucho más que el trabajo, una salida.

«No tienen ni un mango para irse a tomar una birra el fin de semana o tienen que pedir un préstamo para irse de vacaciones. Eso las pone en una situación de desesperación muy grande y ahí es cuando se empieza a poner desopilante»Noelia Prieto

Las tres protagonistas de la obra, que se presenta los sábados a las 20 en la sala porteña, ubicada en Mario Bravo 960, y que ofrece descuentos especiales en las entradas para enfermeros y enfermeras (enviando por mensaje privado con la foto del carnet a la cuenta de Instagram @lapacienciateatro), conversaron con Télam:

-¿Qué les interesó de esta propuesta?
Noelia Prieto: Leer esta obra después de haber escuchado todo lo que tuvieron que atravesar las enfermeras durante la pandemia me repegó. Todas las personas que pasamos por una experiencia de internación, ya sea propia o de un familiar, sabemos que es un trabajo que requiere de mucho esfuerzo y sensibilidad, entonces me gustaba la idea de hablar de eso también, porque no solo es la carga de humor, que me encanta, sino que además estamos hablando de algo que tiene un valor en sí mismo.

Karina Elsztein: Además habla de un trabajo que, en su mayoría, está hecho por mujeres, como casi todas las tareas de cuidado, pero también de la muerte y la condición de la muerte. De si a la familia le interesa o no la persona que está internada, qué pasa con la gente vieja, y en el ida y vuelta que tuvimos con el público después de las funciones aparecía eso: «Me reía y después me quería morir y después me angustiaba y después me reía». No se habla suficientemente de la muerte o de qué pasa en esas situaciones. La obra abre, sin estar buscándolo expresamente, varios tópicos de los que nadie quiere hablar.

-Es que toda la obra trabaja con una materia prima bastante dolorosa…
KE: Es que cuando accedés a esos lugares por vos o un familiar, estas muy vulnerable y no sé si tenés en cuenta que el enfermero tiene una vida, que se tomó tres bondis para llegar a laburar, entonces no es un mundo ascético, es un mundo de gente a la que les suceden un montón de cosas y está en constante relación con la muerte. Y creo que la gente también se ríe de eso…

NP: No tienen ni un mango para irse a tomar una birra el fin de semana o tienen que pedir un préstamo para irse de vacaciones. Eso las pone en una situación de desesperación muy grande y ahí es cuando se empieza a poner desopilante. La gente se ríe de la contradicción humana, de que por un lado tenemos una intención muy buena y por otro somos seres horrendos. Y eso, si bien en la obra está llevado al cien porque está contado en un lenguaje recontraparódico, es algo que nos pasa a todas las personas.

-¿Es difícil, desde la interpretación, hacer un humor con temas tan sensibles como los que aborda la obra?
Valeria Giorcelli: Para mí el desafío es «no hacernos las graciosas», eso siempre. Si la gente se ríe es porque nos está viendo sufrir, se ríe de la tragedia, de que se siente identificada. Pero la realidad es que nosotras como actrices estamos contando un drama; las tres estamos sufriendo y cuanto más uno se mete en el drama de la historia de cada personaje, es más gracioso.

-¿Qué rol juega en la trama la lucha sindical de las enfermeras?
NP: Sabemos que es un trabajo muy sacrificado y muy mal remunerado que los médicos no harían. En ese punto, la lucha por el reconocimiento como profesionales no es nada menor y un reclamo como la ley atraviesa a cualquiera porque en cualquier ámbito laboral atraviesa la situación del gremio, es imposible abstraerse, más si tu compañera es una representante del sindicato.

-¿A cuál de todos los aspectos de los que hablamos alude el título de «La paciencia»?
NP: En realidad la obra se llamaba «Honrar la vida» y apareció Macarena con «La paciencia», que juega con paciente pero también con la paciencia que se necesita para llevar adelante ese trabajo. «Fatídica sindical» es un subtítulo que se agregó porque nos pareció graciosa y volvía menos solemne el título, que ya de por sí era muy grandilocuente.

Fuente: Telam

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