La madre de Nadia Arrieta, la mujer que en 2018 fue asesinada a puñaladas por un peluquero con antecedentes penales en la localidad bonaerense de Villa Tesei, aseguró, al cumplirse cuatros años del crimen, que va a «seguir luchando» para que no haya más víctimas como su hija «en ningún lado».
«Pasaron cuatro años que fueron y son infinitos, por tu sonrisa inmensa y por la buena persona que fuiste no nos rendimos, todavía nos falta dar un gran paso para que ningún juez se adueñe de la vida de los inocentes. Hay tristeza y dolor», expresó en su estado de Whatsapp, Beatríz Flores, la madre de Nadia.
«Voy a seguir luchando para que no haya más Nadia Arrieta en ningún lado», dijo luego la mujer en diálogo con Télam.
«La muerte de mi hija fue muy injusta. Hoy la recuerdo en silencio y sigo firme en la lucha. Eso me ayuda a que ella esté presente siempre», añadió Beatriz, quien pertenece a la Usina de Justicia, una organización que le permitió acompañar a otros familiares de víctimas.
«Todo duele, pero debemos seguir para ayudar al otro», sostuvo.
Luego, la mujer se refirió al asesino de su hija, Néstor Maximiliano Montiel, quien, según ella, «jamás debería haber estado en la calle».
Montiel fue condenado el 18 de marzo de 2019 por el Tribunal Oral Criminal (TOC) 4 de Morón a prisión perpetua por el «homicidio doblemente calificado, por femicidio y alevosía» de Arrieta, delito que cometió cuando estaba debajo libertad condicional tras cumplir 15 de los 18 años de cárcel por otros hechos.
Si bien en el femicidio de Arrieta (32) no se obtuvieron evidencias científicas para probar un abuso consumado, según la investigación realizada por el fiscal Mario Ferrario el móvil del crimen fue un ataque sexual.
Los magistrados dieron por probado que Montiel ingresó a las 12.45 del 1 de marzo de 2018 al local de venta de regalos «NyB» de Arrieta, situado en avenida Pedro Díaz 596, de Villa Tesei.
Allí, el delincuente maniató y amordazó a la mujer y con un arma blanca le efectuó un corte de unos 15 centímetros en la región anterior y lateral derecho del cuello, que le provocó la muerte.
Montiel estuvo prófugo cuatro días, hasta que el 5 de marzo de 2018 fue detenido cuando planeaba encontrarse con su novia en Avellaneda.
Entre las pruebas que llevaron a su condena figuran las imágenes de cámaras de seguridad que grabaron a Montiel cuando llegaba y luego huía de la escena del crimen y las escuchas realizadas a su teléfono celular, cuyo número la propia Arrieta había dejado anotado en un papel hallado en su local junto al nombre «Maxi».
También fue clave el hallazgo en poder de Montiel de una bolsa celeste con un termo y dos latas para yerba y azúcar iguales a las que vendía Arrieta, un juego de llaves de la víctima y una mochila con un cuchillo con mango de madera.
La evidencia científica que probó la presencia de Montiel en la escena del crimen fue el informe del sistema AFIS -la base de datos de improntas dactilares de personas con antecedentes penales-, que identificó como suya una huella dactilar encontrada en la base de una lata plateada.