El Consejo de la Magistratura buscará el próximo jueves aprobar las ternas para cubrir las vacantes en tres juzgados federales y los puestos de los camaristas de traslado Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia que la Corte Suprema de Justicia consideró «provisorios».
Según estiman en el Consejo, las ternas para cubrir las vacantes en los juzgados federales 6, 11 y 12, que conducían Rodolfo Canicoba Corral, Claudio Bonadio y Sergio Torres, no tendrán mayor inconveniente para conseguir el voto de los dos tercios de los consejeros.
La discusión y la pugna estará en las ternas para cubrir las dos vacantes de la Sala I Cámara Federal, que ocupan de manera provisoria Bruglia y Bertuzzi.
En noviembre del año pasado, la Corte Suprema resolvió que los cargos de ambos camaristas, ascendidos durante la gestión de Mauricio Macri, tenían carácter «provisorio» y se debía convocar a concurso para elegir los reemplazos.
El Consejo nombró para definir las ternas en el concurso 461 a la consejera diputada de extracción sindical Vanesa Siley, quien el jueves pasado y luego de la compulsa de antecedentes, el examen y la entrevista, definió dos ternas que presentó en la comisión de Selección.
La primera quedó integrada por el juez federal de Tucumán Fernando Luis Rodolfo Poviña; la fiscal Cecilia Incardona y el juez en lo Penal Económico Javier López Biscayart.
La segunda quedó configurada por la fiscal y coordinadora de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres, Agustina Inés Rodríguez, Gonzalo Ezequiel Viña y Julio Di Giorgio.
Los consejeros Pablo Tonelli, diputado del PRO, y el juez Juan Manuel Culotta presentaron ternas alternativas que consideraban a Bertuzzi como candidato a permanecer en el cargo.
Siley no dejó pasar la inclusión del camarista y señaló en la reunión de Selección que Bertuzzi había quedado en el orden de mérito 21 pero que en el dictamen de Tonelli se lo ubicaba en el puesto 6.
«En el examen y en la ponderación de antecedentes quedó 21, subirlo al sexto para integrar la terna desvirtúa alevosamente el sentido de una entrevista personal: no puede desvirtuar el examen y el conjunto de antecedentes», protestó la consejera del oficialismo.
Tonelli no recogió el guante y, por el contrario, sin entrar en debate, pidió que se tuviera presente su disidencia en la conformación de las ternas para la Sala I.
Al mismo tiempo, el consejero por los abogados, Diego Marías, también presentó un dictamen proponiendo otras ternas, una de las cuales incluyó a Bertuzzi.
En la votación, ganó el dictamen de Siley con cinco votos, seguido del de Marías con tres votos y finalmente el de Tonelli que solo consiguió su propio voto.
«Va a ser muy difícil conseguir mayoría si tenemos tres propuestas distintas», dijo en la oportunidad, con cierta frustración, el vicepresidente del Consejo, Alberto Lugones.
El juez de la Cámara Federal de San Martín blanqueó lo que todos ya sabían, que con tres propuestas disponibles, conseguir nueve votos en el plenario –en caso de la asistencia de los trece consejeros- será más que difícil.
Sumado a eso, los consejeros deben resolver estas diferencias antes del 15 de abril, fecha en la que se cumplen los 120 días que fijó la Corte para que el Consejo cambie su composición, de 13 a 20 miembros con mayor presencia de consejeros técnicos.
Si el Consejo no logra ampliar y equilibrar su integración, y el Congreso no dicta una nueva ley al respecto, los actos del primero devendrán nulos y también el intento de cumplir el mandato de la misma Corte que ordenó hacer un nuevo concurso para las dos vacantes de la Sala I.