Cuidado antes de darle el primer celular a tu hijo: cómo configurarlo para que sea seguro
La Argentina es el país de la región donde a más temprana edad se entrega el primer celular a niños: 9 años en promedio. Así surgió de un estudio realizado por Google y Unicef en 2020. La pandemia del coronavirus aceleró el proceso de adopción de los dispositivos móviles a partir de esa edad y aún desde más pequeños.
Basta conversar con grupos de padres o madres de esos niños para corroborar que en la gran mayoría de los casos no conocen ni las más básicas herramientas de control parental, o si las conocen, no las utilizan.
También desconocen las funciones que plataformas sociales como TikTok o Instagram, las más utilizadas por niños y adolescentes, desarrollaron en los últimos meses para aumentar los niveles de protección.
Un básico en el celular de tu hijo: Family Link
Una de las plataformas de control parental más básicas y accesibles es Family Link, la cual recibió al inicio el nombre de Google Family. Este desarrollo de la empresa californiana permite a los adultos a cargo establecer reglas digitales elementales para que sus hijos encuentren el equilibrio saludable en el uso de sus móviles.
En primer término les permite a los padres y madres conocer en detalle las estadísticas de utilización del celular por parte de sus hijos, identificando el tiempo de pantalla encendida y de utilización de cada una de las aplicaciones por separado.
Desde los dispositivos de los adultos también es posible establecer límites de tiempo para el uso de cada una de las aplicaciones en los teléfonos de los niños, así como determinar una hora para ir a dormir a partir de la cual los celulares de los menores ya no responden hasta la hora de despertar.
Family Link gestiona la conectividad familiar.
También brinda a los adultos la posibilidad de aprobar o bloquear las aplicaciones que el niño quiera descargar en su móvil y en el caso del consumo de video permite elegir entre YouTube Kids o una versión supervisada de YouTube.
Del mismo los habilita para administrar la cuenta, la configuración de los datos de tu hijo, el restablecimiento de la contraseña si la olvida, editar la información personal y hasta borrar la cuenta si lo considera necesario. Padres y madres pueden ver y gestionar los permisos de los sitios web y las extensiones a las que se accede mediante el navegador Chrome.
Una de las preocupaciones más recurrentes de los adultos en la actualidad es conocer la ubicación de sus hijos menores, pues bien, si descargan esta plataforma en el dispositivo del niño o niña podrán geolocalizarlos permanentemente sin que ellos tengas que realizar ninguna acción en su teléfono móvil.
Otra de las funciones de seguridad se basa en las notificaciones, la aplicación envía mensajes que importan como por ejemplo avisar que el menor ha llegado a un determinado lugar o cuando lo abandona. Del mismo modo puede saber el nivel de carga de batería que le queda al dispositivo del niño.
Una de las recomendaciones más importantes para padres y madres, además de utilizar este tipo de plataformas, radica en difundir su uso entre sus pares con quienes por ejemplo comparten grupos de WhatsApp de la escuela. Ya que si bien estas aplicaciones son altamente provechosas, lo son aún más cuando se combinan con las redes de contacto interpersonal.
Redes sociales en el celular de tu hijo
Instagram y TikTok desarrollaron por separado guías para padres con las cuales pretenden colaborar en la educación digital de los menores. Ambas plataformas destacan que las cuentas de los menores de edad son privadas por defecto.
TikTok difundió una guía para padres acerca del uso de su red.
Esto significa que sólo los contactos que han sido aceptados pueden acceder a los contenidos compartidos y enviarles mensajes privados, uno de los temas que más preocupan a padres y madres, con quiénes entablan conversaciones sus hijos e hijas en las redes.
Avanza el cerco en torno a los celulares en las aulas
En los últimos dos años los gobiernos de varios países implementaron distinto grado de restricciones al uso del celular en las escuelas por parte de los alumnos. China, el Reino Unido, Italia, Suecia, Dinamarca, Noruega y algunos gobiernos de estados de EEUU como Florida, dictaron normativas en este sentido. Desde la Unesco consignaron que uno de cada cuatro países ha avanzado en esta misma dirección.
Hasta el momento no se conocían datos acerca de la efectividad de este tipo de medidas. Sin embargo, el Instituto Noruego de Salud Pública difundió en abril un documento titulado «Prohibición de Smartphones, resultados de los estudiantes y salud mental».
En el informe, la investigadora Sara Abrahamsson da cuenta de un estudio de campo realizado en las escuelas luego de que el gobierno de ese país restringiera el uso de esos dispositivos en los establecimientos educacionales.
Los datos aportados por la especialista son reveladores ya que luego de la prohibición del uso de celulares en las escuelas se produjeron cambios positivos en al menos tres aspectos clave de la vida de los estudiantes:
En primer término observó una marcada disminución en las consultas médicas relacionadas con salud mental y enfermedades psicológicas por parte de los estudiantes con especial énfasis en las niñas. La investigadora sugiere que restringir el uso de móviles y el acceso a las plataformas sociales más utilizadas por los adolescentes durante las horas escolares, tiene efectos positivos en la salud mental de las estudiantes.
El uso del celular en las aulas es motivo de un debate creciente en todo el orbe.
Otro de los datos que sobresalen en la investigación radica en la caída en el número de casos de acoso entre géneros en las escuelas. Esto indica, según la especialista, que la ausencia de dispositivos electrónicos genera un entorno escolar más seguro y positivo para los estudiantes.
Abrahamsson verificó una mejora en el rendimiento académico de los estudiantes, especialmente las niñas, después de la prohibición del uso de los smartphones en las escuelas. Reveló además que este efecto se produce de un modo más pronunciado en las estudiantes de menores recursos económicos.
La investigadora afirmó que restringir el uso de los teléfonos móviles durante las horas de escolaridad presencial puede constituir una herramienta de bajo costo para mejorar los resultados académicos y de bienestar de los estudiantes.
