Demichelis disipa los temores por la era post Gallardo
Con la consagración en la Liga Profesional asegurada esta noche después de vencer a Estudiantes, el entrenador de River Plate, Martín Demichelis, cumplió con todos los objetivos del semestre y borró las dudas generadas por la era post Marcelo Gallardo, el técnico más ganador de la historia del club.
Así como en 2014, cuando el propio «Muñeco» Gallardo logró superar el trauma de la salida inesperada de Ramón Díaz, Demichelis lo hizo esta vez con su antecesor, que marcó un quiebre en la historia de River a partir de los 14 títulos, entre ellos, la Copa Libertadores 2018 tras vencer a Boca Juniors en la final de Madrid.
En sus primeros meses en el cargo, Demichelis dio la vuelta olímpica, venció a Boca en su superclásico debut como DT y se clasificó para los octavos de final de la Copa Libertadores. Así, se metió en la historia de los entrenadores debutantes en River que lograron títulos, emulando a Daniel Passarella, Leonardo Astrada, Rubén Américo Gallego, el «Pelado» Díaz y Gallardo.
En su primera experiencia como entrenador de un equipo profesional -había trabajado en la sub 19 del Bayern Múnich- «Micho» aprobó todos los exámenes en un semestre que además incluyó victorias en los dos mano a mano que tuvo por las copas nacionales.
Dos campeones se están mirando. pic.twitter.com/uWGp4E5lLw
— River Plate (@RiverPlate) July 16, 2023
La salida de Gallardo a mediados del año pasado, en los meses previos al Mundial de Qatar, obligó a la dirigencia a planificar la compleja era post Muñeco que duró poco más de 8 años.
Enzo Francescoli, así como eligió a Gallardo, no dudó en contactar rápidamente a Demichelis para que en pocas semanas las partes se pongan de acuerdo y River tenga a un exjugador de la casa al frente del equipo.
Con una pretemporada en dos etapas, primero en San Luis y luego en Miami, Demichelis empezó a perfilar su equipo con la llegada de refuerzos como Matías Kranevittre, Enzo Díaz, Ignacio Fernández y Salomón Rondón.
Asimismo, consiguió mantener la base del plantel que heredó de Gallardo, tras pedir enfáticamente que no se fueran jugadores de forma masiva. A la vez, subió a primera a dos promesas de las inferiores como Claudio Echeverri y Franco Alfonso.
Demichelis y la dirigencia tuvieron el primer objetivo por delante con dos partidos mano a mano que ganó, ante Banfield 3-2 para acceder a una final con Boca de Trofeo de Campeones, y Racing de Córdoba 3-0 por Copa Argentina.
Si bien el equipo tardó algunas fechas en encontrar el mejor rendimiento y hubo un par de derrotas como contra Belgrano y Arsenal que generaron dudas, River siempre salió del mal trance con triunfos que le permitieron estar en la cima del torneo local casi toda la temporada.
La primera parada difícil de Demichelis fue contra Boca en el Más Monumental, más aún por el recuerdo reciente de la era Gallardo, pero la superó con tranquilidad por 1-0 sobre la hora aunque siendo superior a su clásico rival.
En la Copa Libertadores, las dos derrotas de visitante ante The Strongest y Fluminense lo complicaron pero sacó chapa de equipo copero al superar ampliamente al equipo carioca de local para conseguir el segundo puesto.
En cuanto al torneo local, la derrota ante Barracas Central, en la que rotó profundamente al equipo, estiró un tiempo la consagración pero sin ponerla en riesgo. Desde que tomó la punta en la fecha 5 nunca más la perdió y la diferencia sobre sus escolta siempre fue holgada.
Demichelis no dudó en corregir y cambiar rápidamente los sistemas de juego cuando no le funcionaron y terminó usando el mismo dibujo táctico de 4-2-3-1 que usaba el «Muñeco» Gallardo.
También consiguió que se mantenga la identificación de los hinchas con el juego del equipo al punto que hubo entradas agotadas en los 14 partidos que se disputaron en el Más Monumental.
Por otra parte, la poca dificultad que tuvo en ganar la Liga Profesional a sólo seis meses de empezar, contrastó con las dificultades de Gallardo, que recién pudo festejar un título de liga en el final de su etapa (2021).
Por delante, River tendrá nuevos desafíos como la Copa Libertadores en el cruce mano a mano con Inter de Porto Alegre, la Copa Argentina, la Copa de la Liga y la final del Trofeo de Campeones con el clásico rival.