La segunda temporada de ‘Perry Mason’ tendrá mayores dosis de humor negro
La serie policial estadounidense «Perry Mason», basada en el clásico personaje homónimo de las novelas del escritor Erle Stanley Gardner, estrenará su segunda temporada por HBO el próximo lunes con el retorno al rol protagónico del galés Matthew Rhys, quien adelantó que este año el envío tendrá un mayor desarrollo humorístico con tono oscuro que reflejará los modos del heroico abogado para sobreponerse a las dificultades.
Perry Mason – Temporada 2
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Adaptada para televisión por Rolin Jones y Ron Fitzgerald, que estrenaron la serie en junio de 2020, la nueva temporada, al igual que su antecesora, tendrá ocho episodios que se emitirán semanalmente por HBO, con el episodio final el 24 de abril, y estará también ambientada en Los Ángeles en la década del 30.
El drama legal y policial de época tendrá en esta temporada «un caso bastante interesante para Perry porque está dudando bastante de sus propias capacidades como abogado, especialmente considerando el tamaño del caso de la primera temporada», contó Rhys en una entrevista conjunta por videoconferencia con la prensa internacional en la que Télam participó como único medio de Latinoamérica.
«El segundo caso realmente lo captura: se trata de dos jóvenes acusados del asesinato de un enorme pilar en la comunidad de Los Ángeles, pero hay algo del caso que a Perry no le cierra y decide defenderlos porque está bastante seguro de que algo no está bien», detalló el británico ante una consulta de esta agencia.
Producida por el reconocido actor estadounidense Robert Downey Jr. y su esposa Susan, el rodaje concluyó en junio y fue dirigido por Jack Amiel y Michael Begler luego de la salida de Jones y Fitzgerald.
Sobre el desarrollo del personaje de Perry Mason con el de Della Street, interpretado por la inglesa Juliet Rylance, Rhys dijo que «hay evidentemente una gran evolución para los dos y ella, al darse cuenta de que él está teniendo una crisis, se sobrepone para salvar el estudio y quitarle el peso de todo, incluyendo el juicio, y florece en por mérito propio al convertirse en central en el litigio».
«Es el cerebro legal en la primera temporada, mientras que Mason se deja llevar por su instinto mucho más. De los dos, ella es la verdadera abogada y realmente vemos eso en la segunda temporada: emerge como cerebro legal», agregó.
En cuanto al tono de los nuevos episodios, Rhys contó que el equipo creativo de la serie «avanza mejor el humor y hay posiblemente una mayor oscuridad que en la primera temporada, que tiene que ver también con que el juicio tenía su propia oscuridad y Mason está en el fondo del pozo, sumado a la presencia de la primera posguerra.
«Ahora que ya establecimos todo eso, la segunda temporada nos permitió desarrollar el humor negro de Mason, que sobrevivió por tener ese humor increíblemente seco y retorcido que tiende a enfurecer a su entorno porque nunca es el momento ideal para exhibirlo, pero para él es una herramienta de supervivencia y (la producción) se recostó en ello mucho más», mencionó el actor desde Los Ángeles, donde se rodó y transcurre la serie.
En ese sentido, indicó sobre el temperamento de su papel que «cuando Mason está en el fondo del pozo sabe exactamente dónde está y se siente cómodo ahí porque es como vivió la mayor parte de su vida, en una incomodidad: cuando creces de esa forma, cometes los mismos errores porque es lo único que conoces».
«Hay una comodidad perversa en eso, que alimenta ese humor negro que tiene. Si estás en el fondo, creo que se tiene un nivel de determinado tipo de humor que se precisa para sobrevivir, y ese es el caso de Mason», completó.
En relación con su aprendizaje del propio personaje, Rhys destacó que aprendió en la segunda temporada «lo humano que es» ya que «lo rodean de fallas y eso es lo que realmente hizo conectar con él y amarlo por lo falible y humano que es en sus esfuerzos».
«Eso significa que todos sus grandes errores y fallas, todas sus fisuras, muestran que no es un héroe arquetípico de TV. Conforme nos vamos inclinando más hacia el antihéroe, vemos cómo fallan pero, al fin y al cabo, seguimos queriéndolos. Eso es lo que amo de esta segunda temporada: a pesar de todos sus errores y fallas él aún cree en última instancia en lo correcto y trata de vivir su vida consecuentemente», evaluó.
Considerando las diferencias con las noveles originales, el intérprete sostuvo que, tras explorar más los libros durante la producción de la primera temporada, Mason «era un poco más rudo, se agarraba más a piñas y no era tanto el experto abogado que hace confesar a todos».
«Era una época en la que Raymond Chandler estaba escribiendo ese tipo de novelas negras en los 30, con tipos más rudos, violentos y resueltos. Lo que nosotros hicimos fue agregar el contexto posterior de la Primera Guerra Mundial. Hay elementos considerables de la creación original de Gardner que pusimos de vuelta en Mason. Es una referencia a una tradición en el cine y la TV con la que me crie y amé, así que interpretarlo es mágico», resaltó.
Al respecto, apuntó que «una de las cosas que más gustó de la primera temporada fue el detalle del trasfondo de Perry, que da una idea bastante concreta de quién es y es uno de los grandes atractivos de estar en el proyecto: llenaron su personaje con tantas cosas que lo hicieron muy completo y rico desde el primer día de filmación, y como actor es un lujo tener todo eso a disposición».
«El gran atractivo de la segunda temporada es que hay esta idea consolidada de quién es la persona y lanzan una bomba que genera dudas en Mason, en el sentido de que no debería hacer lo que está haciendo, luego de luchar con síndrome de impostor en la primera temporada. Así que ahora tiene que mantener la fachada porque no está creyendo realmente en sí mismo», concluyó.