estos 2 factores ayudarían a prevenirlo
Hay dos hábitos positivos que podrían aplicarse en el día a día y que, de acuerdo a nuevas investigaciones, podrían ayudar a prevenir esta enfermedad
Por Martina Stutz Dohmen
12/10/2022 – 18,10hs
Hacer ejercicio y pasar menos tiempo en estado sedentario se han relacionado con un menor riesgo de cáncer de mama. Así lo indica un estudio realizado recientemente sobre el impacto de ciertos factores de la vida cotidiana sobre la prevención de este tipo de patología.
Si bien la investigación sugiere un vínculo generalmente consistente entre el riesgo de cáncer de mama y la actividad física, la relación entre el sedentarismo y el riesgo de cáncer de mama es menos clara y ha sido menos estudiada.
La mayoría de los estudios que investigan el vínculo entre el cáncer de mama y la actividad física o el tiempo sedentario han sido de naturaleza observacional. Esto significa que en lugar de proporcionar un vínculo causal, brindan una correlación que puede estar sesgada.
Recientemente, los investigadores analizaron datos de atención médica de 76 estudios para determinar si existe un vínculo causal entre los niveles de actividad y el cáncer de mama.
Los resultados del análisis hecho por la División de Epidemiología del Cáncer del Cancer Council Victoria, Australia, y publicados en el British Journal of Sports Medicina, indican que mayores niveles de actividad física y menos tiempo sedentario probablemente reduzcan el riesgo de desarrollar un cáncer de mama.
Es por eso que los profesionales de la salud que estuvieron a cargo del trabajo reforzaron la recomendación de hacer actividad física con frecuencia y tomar esta práctica como hábito.
La práctica de ejercicio podría, según este estudio, disminuir las probabilidades de desarrollar un cáncer de mama
Cómo el tiempo sentado se relaciona con el riesgo de cáncer
Para el estudio, los investigadores analizaron datos de 130.957 mujeres de ascendencia europea del Consorcio de la Asociación de Cáncer de Mama (BCAC).
En total, 69.838 mujeres tenían tumores invasivos de cáncer de mama, los que se habían propagado localmente, 6.667 tenían tumores in situ que no se habían propagado y 54.452 no tenían cáncer de mama y se incluyeron en el estudio como controles, a modo de comparación.
Los investigadores utilizaron un método estadístico conocido como aleatorización mendeliana para evaluar la relación entre el riesgo y el tipo de cáncer y los factores genéticos relacionados con la actividad física y el comportamiento sedentario.
Encontraron que los niveles más altos de actividad física predicha genéticamente estaban relacionados con un riesgo 41% menor de cáncer de mama invasivo, independientemente del estado de la menopausia, el tipo de tumor, el estadio o el grado.
A su vez, hallaron que las mujeres que realizaban actividad física vigorosa durante tres o más días de la semana tenían un riesgo 38% menor de desarrollar cáncer de mama premenopáusico y perimenopáusico, aunque no posmenopáusico, que aquellas que informaron no hacer actividad física vigorosa.
Los investigadores también encontraron que las variantes genéticas que predisponían a las mujeres a pasar más tiempo sentadas se vincularon con un riesgo 104% mayor de cáncer de ruptura triple negativo en los tipos de tumores con hormonas negativas.
Hacer deporte es uno de los hábitos más saludables
Sin embargo, señalaron que la evidencia que relacionaba el comportamiento sedentario con un mayor riesgo de cáncer de mama en general era débil. En este sentido, indicaron que se necesitarían más investigaciones, con resultados más concluyentes, para conocer más a fonde este vínculo.