La alimentación enteral o por sonda es un método que proporciona nutrientes directamente al tracto digestivo por vías de excepción a la oral, para cubrir de forma segura y efectiva el total o parcialmente los requerimientos nutricionales, con el propósito de mejorar o mantener el estado nutricional. La sonda es un tubo de calibre muy pequeño que ingresa por la nariz y puede llegar hasta el estómago o intestino u ostomías.
Este soporte se ha convertido en una herramienta vital para la recuperación de pacientes que no pueden o no deben alimentarse por vía oral. Esta técnica, que va más allá de una simple solución médica, ofrece una serie de beneficios que impactan positivamente la salud y el bienestar de quienes la necesitan.
«La situación del paciente no tiene que ser necesariamente crítica ni exclusiva de la hospitalización para recurrir a la alimentación enteral o por sonda, sino que es una medida que puede ser oportuna en cualquier momento y, en muchos casos, es solo de carácter transitorio», explicó la licenciada en Nutrición (MP 4493), Huilen Crespo, matriculada en el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires.
La nutricionista también señaló sus beneficios: «mantiene y mejora el estado nutricional del paciente, agilizando su recuperación, acortando la rehabilitación y los tiempos de la reinserción social y laboral, es decir, que el paciente que presente una alimentación adecuada en cuanto a la calidad y cantidad sumado a una educación nutricional continúa, tiene mejores resultados clínicos».
Sin embargo, en la actualidad la nutrición enteral o por sonda solo se implementa en un bajo porcentaje, aún a pesar de la alta prevalencia de desnutrición clínica. El aumento de la morbimortalidad, el retraso en la curación de heridas, la alteración de la función muscular y aumento de los tiempos de hospitalización son algunos de los riesgos asociados a la desnutrición clínica. Por todo eso, el Colegio de Nutricionistas bonaerense promueve el método de alimentación por sonda, en los casos que se evalúe recomendado y/o necesario.
De esta manera, es fundamental formar un equipo integrado por distintos profesionales de la salud (médicos y licenciados en Nutrición, Enfermería y Farmacia, entre otros) para el funcionamiento apropiado y el acompañamiento al paciente y la familia, ya que esta forma de alimentación diferente a lo habitual es un gran desafío, que genera una carga emocional, una necesidad de adaptación y manejo en la administración, que se inicia en hospital pero muchas veces puede continuar en el domicilio.
«Como profesionales de la nutrición debemos trabajar fuertemente para dar a conocer tanto en las instituciones de salud como en la población en general que la nutrición enteral es una herramienta de gran utilidad en la práctica asistencial. Si bien se trabaja de forma diaria en ello, todavía falta mucho camino por recorrer, nuestro compromiso es con los profesionales de la salud y con los pacientes como centro del interés», concluyó Crespo.