La seguridad informática, desde la caída de 1988 hasta hoy: el ejemplo del sector del juego

El sector informático se ha apoyado mucho en la tecnología, de la que es probablemente el buque insignia. Internet, y todo lo que está relacionado con él, ha mejorado espectacularmente la calidad de vida, ha perfeccionado los estándares y modernizado los procesos.

El progreso ha sido continuo en los últimos cincuenta años, pero no es oro todo lo que reluce. La informática, y con ella la seguridad digital, tiene su lado oscuro, siempre difícil de detectar cuanto más sofisticados son los sistemas a los que uno se enfrenta. Pero en la historia de la seguridad informática hay sin duda un año cero, 1988, cuando Robert Morris, un joven estudiante de doctorado en informática, lanzó un worm que paralizó Internet en todo el mundo.

Nunca ha quedado claro si fue un intento deliberado o un error de cálculo, pero aquella demostración bastó para comprender cuánto delicado fuese el tema. Y fue entonces cuando nació la seguridad informática, hoy pieza clave de la red y de todo sector que mueve sus pasos en internet.

La seguridad informática entre ayer y hoy

Desde los años 80, oímos hablar cada vez más de seguridad informática, cuyos estándares aumentan año tras año: sigue siendo un punto fundamental para todas las empresas que operan en la red y, más en general, para cualquiera que haga negocios en línea. Es una norma necesaria para la seguridad de los sistemas, pero también y sobre todo para los usuarios, muchos de los cuales tienen ya una cultura digital de primer orden. No es casualidad que hoy en día interactuemos con personas consideradas «nativas digitales«. Es un hecho que caracteriza la realidad actual.

Al principio fueron los antivirus, con el precursor Reaper de F.B. Cohen, los que acompañaron el crecimiento constante del mundo informático. Un buen antivirus era, ante todo, el primer paso para moverse con seguridad en la infinidad de Internet. Pero por sí solo no bastaba, o al menos no era suficiente: con los años, la tecnología hizo el resto. Primero fueron los códigos de desbloqueo, luego los sensores con reconocimiento dactilar y después la biometría, hoy el ABC en el mundo de los smartphones y derivados. Pero la cosa no acabó ahí.

Muchos sectores, en ciertos aspectos, están a la vanguardia desde el punto de vista de la seguridad, en todos los sentidos. Entre ellos, el sector de los casinos online es uno de los más avanzados, ante todo en lo que se refiere a las transacciones, que son cruciales en una industria que depende totalmente del intercambio de dinero, tanto en entrada como en salida. Los operadores certificados – éste es otro estándar de alta seguridad – garantizan la seguridad de las operaciones mediante sistemas de alta encriptación. El principal es SSL, que bloquea la introducción de terceros en el diálogo entre servidores. Pero la seguridad, se ha dicho, es integral. Empezando por el RNG, el generador automático de números, la autenticación de dos factores y las certificaciones de terceros que garantizan el correcto funcionamiento.