voces que hilan el tiempo
Desde Aimé Painé, la primera cantante mapuche en actuar con el atuendo tradicional en escenarios de todo el mundo, en los años setenta y ochenta, cantando en su lengua materna el cancionero que recuperó de su comunidad, hasta Awka Liwen, la joven cantante e instrumentista de 20 años que hoy deslumbra con la profundidad de su obra, las cantoras mapuches llevan adelante la imprescindible tarea de difundir y celebrar una cultura ancestral a través de su patrimonio poético y musical.
“Aimé Painé fue una precursora de la búsqueda de cantos y de resembrar los cantos en distintas comunidades. Desde su experiencia hasta hoy -porque pensamos que si ella viviera hoy estaría junto a nosotros- es el trabajo de manera colectiva. Eso es lo que cambió radicalmente: el pueblo mapuche nunca olvida que, aunque el pájaro cante solo, pertenece a un colectivo que tiene mucho para decir en la boca de uno solo”, dice la gran artista y cantautora mapuche Anahí Mariluan.
“Más que llevar yo el canto, siento que el canto me lleva a mí. Cuando te das cuenta de que es así, lo tenés que tomar con responsabilidad, ya no podés volver atrás”, reflexiona Beatriz Pichi Malen, la cantora de origen mapuche de enorme trayectoria en la búsqueda y recopilación de la música ancestral.
“La lucha y mi única arma, es el canto y la palabra. Desde este lugar hago y en la medida en que nos conozcan, puede venir el cambio”, sostiene Carina Carriqueo, cantora y divulgadora de la cultura mapuche.
La extraordinaria y reconocida cantante neuquina Noelia Pucci, tiene las palabras justas para reflexionar sobre una de las artistas más relevantes de las nuevas generaciones: Awka Liwen. “Ante la ofensiva que sufre siempre el pueblo mapuche, el hecho de que salgan cantantes tan jóvenes con una propuesta de identidad, de posición política, pero principalmente defensa de la cultura, la lengua, la cosmovisión y la forma de vida de un pueblo que aún está vivo, me parece de una valentía terrible, teniendo en cuenta su edad». Awka Liwen tiene 20 años, y su nombre significa “amanecer rebelde”.
Un paisaje sonoro, la música transmitida de abuelas a nietos y nietas, la lucha y la resistencia tienen quien les cante: estas voces que hilan el tiempo.
Aímé Painé: «Kürüf Tayül» («Canto Sagrado del Viento»)
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«No estamos solas»
Anahí Mariluan es cantautora mapuche y compone cantos en mapuzungún (o mapudungún, el idioma del pueblo mapuche). Según ella misma afirma, sus canciones complementan el habla como otra forma de decir y obedecen a su convicción de contribuir al futuro del pueblo al que pertenece.
En tal sentido, Anahí les canta a las mujeres, a las abuelas y al territorio mapuche que las cobija. Lleva editados cuatro discos: “Kisulelaiñ – No estamos solas” (2015), “Amulepe taiñ purrun – Que siga nuestro baile” (2016), “Mankewenüy – Amiga del cóndor” (2018) y “Futrakecheyem zomo – Ancestras” (2021), a través del sello argentino Club del Disco. Su obra habla del conocimiento mapuche y su fortaleza; de su defensa de la vida y de su preexistencia a la conformación de los Estados.
Anahí es también licenciada en Folklore y doctoranda en Antropología. Enseña, busca, investiga y milita la restitución sonora luego del silenciamiento al que fue sometido su pueblo hace 150 años y cuyas consecuencias persisten.
En el terreno del arte audiovisual, además de componer música original para ficciones y documentales, dirigió la película documental “Cantos de la memoria – Cantos con sentido”, sobre la tradición de las cantoras de la cordillera del norte neuquino.
El trabajo fue considerado Mejor Documental Antropológico por la Asociación Nacional de Documentalistas en 2009.
Junto a la artista plástica Alicia Pez, es autora del libro cuento/canto “Ufiza – Oveja”, primer libro para infancias mapuche distribuido en escuelas y bibliotecas. “No se trata de un cuento, sino de un canto. Siempre se trata de cantos”, explica.
Anahí Mariluan: «No estamos solas» («Mapu Kimun»)
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«Despertó»
Mel Miska es una cantautora barilochense que empezó a crear canciones desde mucho antes de tocar cuando, en los karaokes, inventaba nuevos temas que montaba en las clásicas melodías de siempre. Después llegaría la guitarra a su vida y con ella la libertad total para componer su propia música.
Lanzó su primer disco solista en 2018, titulado “Inevitable Ser”. Ya venía de otras experiencias discográficas como su primer demo “Sueños Despiertos” (2008); el compilado “canciones sueltas” (2015) y el EP “Lado A” (2016). En “Inevitable Ser”, Mel buscó -como en aquel primer karaoke- que la música haga las veces de montura para que en ella cabalguen sus palabras y llegue a destino el mensaje de su voz. “Palabras con forma de canción”, según ella misma lo explicara.
En la cantautora Mel Miska también habita la doctora en Antropología, Melisa Cabrapan. Ambas facetas de una misma persona lograron coexistir en su producción musical. Allí, Mel genera un espacio desde donde retomar y trasmitir procesos sociales, así como puede hacerlo con un artículo académico, pero desde un abordaje más poético y humano. Una música “muy social” que hace foco en las mujeres y las desigualdades sociales, entre otras temáticas.
En ese sentido, Mel es autora de la canción “Nepefuy” que significa “Despertó”, dedicada a las mujeres del Pueblo Mapuche que se rebelaron al silenciamiento y le dieron voz propia a la defensa de su identidad.
Canto sagrado
Carina Carriqueo es cantante, escritora y divulgadora de la cultura mapuche-tehuelche. Se considera cantora mapuche porque según describe ésas son sus raíces más fuertes.
Nacida en Bariloche, Carina recuerda que, de niña, en su casa, la abuela hablaba mapuche y ella la escuchaba. También recuerda que hablarlo estaba prohibido. En la escuela se castigaba a quienes hablaban esa lengua. Sin embargo, ella aprendió recetas ancestrales y a cantar en mapuzungún. Hoy, se dedica al rescate y la difusión de esa lengua originaria a través del canto y la narración.
En sus presentaciones combina música y relatos y los lleva por bibliotecas, escuelas, centros culturales, colegios, universidades y festivales para trasmitirle al público ese saber familiar. Se trata de la trasmisión de una concepción de vida a través de la tradición oral que mantiene viva la palabra mapuche y la rescata del olvido. “Para cantar en castellano tengo que leer la letra, en mapuzungún cierro los ojos y me sale”.
Carina editó el álbum «Canto sagrado» (2021), compilados como Xekal Amun (2021) y también varios singles; este año, uno de sus últimos singles “Canto Sagrado del Lucero” fue postulado a los Latin Grammys. También es autora de libro “Cuando el lago esté quieto” que presentó en la última edición de la Feria del Libro.
Carina Carriqueo: «Cancion de amor entre el Sol y la Luna» («Antv ka Kvjen ñi poyen vlkantun»)
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Lo simple y genuino
Beatriz Pichi Malen es descendiente de mapuches y durante más de 30 años de trayectoria artística se ha dedicado a la difusión de la cultura de su pueblo. De muy pequeña, ella, su madre y su hermana tuvieron que irse de Los Toldos, provincia de Buenos Aires, al perder las tierras que habitaban.
Su infancia se mudó a Buenos Aires y allí creció, pero algo sentía que le faltaba. Siendo una veinteañera, sintió en el cuerpo el llamado de su identidad. Cuando le preguntó a su madre qué era lo que estaba pasando, su madre le respondió que debía volver a Los Toldos.
Beatriz volvió a sus raíces y desde entonces esparce con su canto la semilla de la cultura mapuche no solo en nuestro país sino en otros lugares del mundo como Brasil, Chile, Uruguay, Francia, España, República Checa, Eslovaquia, Suecia, Bélgica, EE.UU y Canadá.
“Siempre es un desafío llevar mi canto a esos países, recuerdo que la primera vez que llegué a Praga, pensaba como iba a lograr que esa gente que no hablaba el español, entendiera mi canto. Y entonces, eché mano a algo que la gran Mercedes Sosa, dijo en una entrevista, cuando le preguntaron cómo hacía para hacerse entender en Alemania y ella respondió: “no sé mi hijito, yo abro la boca y canto. Y así lo hacemos porque el canto se defiende solo. El desafío, entonces, es entregar lo que uno conoce, lo simple y genuino, desnudo de tecnología, porque así es la tierra, pero hablando con la verdad de ella”.
Beatriz Pichi Malen: «Canción para dormir a un niño»
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La tierra
Noelia Pucci es una artista, compositora y cantante neuquina, nacida en Puelmapu, Chos Malal, reconocida por su compromiso con la causa mapuche y los derechos humanos en su provincia natal. “Mi entorno era una familia muy pobre y si bien la música estaba en la casa, no había recursos para estudiar, ir al teatro, consumir libros, entonces me enfoque desde mi sentimiento al dolor ajeno, la realidad que me rodeaba, la situación de la gente”.
Su música expresa la territorialidad a la que pertenece y sus sonoridades, con instrumentos como el charango, la guitarra o el cuatro venezolano. También eligió cantar en mapudungun como posición política. Ya desde su primer disco “Noe Pucci” (2013), se la escucha cantar en ese idioma la canción “Mapu” (tierra). Noe le canta a la lucha de las mujeres y a la resistencia del pueblo mapuche, reivindicando la cultura popular.
“Mi sensibilidad pasa por la bronca que me genera todo lo que sucede, no puedo ser ajena, no me sale”
Mujer al sur
Awka Liwen es una cantante e instrumentista neuquina que con solo 20 años maravilla por su talento y compromiso con la difusión de la identidad originaria de la que ella misma forma parte.
Nació en la comunidad mapuche de Ñorquinco, en el Departamento de Aluminé, provincia de Neuquén. Sus ancestros tuvieron una gran conexión con la música: por parte de la familia materna, de origen mapuche, la música era parte de las celebraciones donde se cantaba y se tocaba el folklore; por parte de la familia paterna, tuvo una abuela pianista y bisabuela violinista, que pone en evidencia que en ella pervive un saber ancestral.
Al igual que su bisabuela, Awka eligió el violín. Cultivó su amor por ese instrumento desde muy pequeña y, a los 10 años de edad, comenzó a estudiar. Empezó por la música clásica hasta que decidió abandonarla para profundizar en su identidad artística, motivada por la decisión política y cultural de militar la identidad mapuche.
Awka Liwen brilló en varios escenarios patagónicos y brindó una actuación memorable en marzo de este año, en el Centro Cultural Kirchner (CCK), en ocasión del Día de la Mujer, durante el concierto «Territorios del canto» del que participaron músicas y cantautoras de pueblos originarios; también hizo su paso por el festival Laguimultequina de los Andes, en Mendoza, que nucleó a referentes de importantes movimientos indígenas.
Awka es parte del proyecto discográfico “Mujer al Sur”, liderado por la artista Maca Montovi, en el que varias cantautoras de Neuquén interpretan en conjunto obras de autoría propia.
Awka Liwen: «Tuculpazugun – Sesiones Pulmahue»
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