El gabinete, gobernadores y una Corte incompleta asistieron a la Asamblea Legislativa
El gabinete casi completo, gobernadores, representantes de organismos de derechos humanos y del sindicalismo, más dos de los cuatro miembros de la Corte Suprema fueron las presencias protagónicas de la Asamblea Legislativa en la que el presidente Alberto Fernández trazó los ejes de su último año de administración.
También, beneficiarios de programas y de políticas sociales del Gobierno, científicos que investigan alternativas médicas contra el cáncer y mujeres que trabajan en el sector de la construcción que fueron aludidos en varios pasajes del mensaje presidencial fueron invitados a la sesión y recibieron ovaciones desde los palcos.
En medio de las tensiones por el debate parlamentario de los pedidos de juicio político contra los jueces de la Corte, solo dos de sus integrantes aceptaron la invitación a la sesión: el presidente, Horacio Rosatti, y el vice, Carlos Rosenkratz, los dos ministros propuestos durante la gestión de Mauricio Macri. Faltaron Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda, que sí habían asistido a la Asamblea del año pasado.


Liderados por el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, los miembros del equipo ministerial siguieron el discurso presidencial desde las butacas asignadas a los funcionarios, a la derecha del estrado.
Todos ellos se habían trasladado entre la Casa Rosada y el Parlamento en tres camionetas blancas.
Allí se ubicaron los ministros de Seguridad, Aníbal Fernández; de Trabajo, Raquel «Kelly» Olmos; de Defensa, Jorge Taiana; del Interior, Eduardo De Pedro; de Salud, Carla Vizzotti; de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; de Justicia, Martín Soria; de Educación, Jaime Perczyk, de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, y de Turismo y Deportes, Matías Lammens.
La secretaria de Asuntos Estratégicos, Mercedes Marcó del Pont; la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, y la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, también se destacaron entre los asistentes.


El ministro de Economía, Sergio Massa, se ubicó en un palco aparte del resto del gabinete junto a otros exitulares de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez y Eduardo Camaño, ya que fueron homenajeados en su carácter de expresidentes de la Cámara baja en el actual período democrático, en un acto previo al inicio de la Asamblea.
El ministro de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero, no pudo asistir porque está de viaje, mientras el diputado Máximo Kirchner, hijo de la Vicepresidenta, tampoco participó este año de la ceremonia.
En representación del sindicalismo, el líder del gremio de los Camioneros, Hugo Moyano, y los cosecretarios generales de la CGT Héctor Daer y Carlos Acuña estuvieron entre los invitados.
Al ingresar al recinto Moyano dijo que asistió «para apoyar» al Presidente en su último discurso de gestión en el Parlamento antes de las elecciones de octubre.


El diputado Javier Milei (Libertad Avanza) fue el primero en ingresar al recinto y, a diferencia de años anteriores, esta vez los miembros de Juntos por el Cambio y el PRO escucharon en silencio gran parte del mensaje, aunque con abucheos, gritos y gestos de desaprobación en tramos posteriores, especialmente durante las críticas al Poder Judicial y los cuestionamientos al centralismo porteño en la controversia por la coparticipación.
Entre los gobernadores dijeron presente los de San Luis, Alberto Rodríguez Saá; de Catamarca, Raúl Jalil, y de La Pampa, Sergio Ziliotto, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien se mantuvo inmutable pero negó con la cabeza cuando el Presidente aludió a la polémica por la redirección de fondos coparticipables que recibió su distrito durante el primer tramo de la gestión de Mauricio Macri.
Desde los organismos de derechos humanos, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, fue la máxima representante de ese sector que se ubicó en uno de los palcos junto al secretario del área, Horacio Pietragalla Corti.
Durante varios pasajes de su discurso, el Presidente mencionó a beneficiarios de sus políticas sociales como María Daniela Barras Fuentes, quien accedió a una vivienda propia por las políticas de promoción de la vivienda del actual Gobierno para residir allí junto a su esposo y sus dos hijos.
También recibieron menciones mujeres que atravesaron situaciones de violencia de género y recibieron asistencia por las políticas públicas, como asimismo un representante de la empresa argentina de biotecnología Biosidus, que amplió su inversión en el país mientras impulsa el desarrollo del proyecto de drogas huérfanas.