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¿El plazo fijo sigue siendo buen negocio?: qué dicen expertos

Los ahorristas que buscan hacer un plazo fijo ponen sobre la mesa el contexto económico, donde el dólar se encuentra en «tensa calma» y la inflación parece tender al alza por los anuncios de incrementos de tarifas de servicios públicos, prepagas y suba de precios de otros sectores. Por lo tanto, la pregunta que surge es si sigue siendo recomendado invertir en un depósito en pesos a 30 días, en medio de este escenario tan cambiante.

Cabe recordar que el plazo fijo tradicional rinde una tasa nominal anual (TNA) de 75%, que representa 6,2% mensual para colocaciones realizadas por personas físicas por menos de $10 millones. En cambio, desde noviembre pasado la inflación fue inferior al 6% mensual.

La cuestión que pone en alerta a los ahorristas es que se han anunciado diversos aumentos de precios de servicios y bienes, hecho que puede impactar en el índice de precios al consumidor (IPC) de febrero y marzo.

Así surge el interrogante sobre las perspectivas del plazo fijo tradicional como inversión frente a la evolución del dólar blue y al comportamiento de la inflación. Esta última variable también se vincula al plazo fijo UVA, que es el que ajusta su rendimiento en base a los precios de la economía y la medición para calcular la renta arranca en los 45 días previos a la colocación realizada.

En resumidas cuentas, antes de colocar un plazo fijo tradicional se deberá evaluar cuál es el comportamiento del dólar blue y cómo evoluciona la inflación.

¿Invertir en plazo fijo o en dólar?

Para que un plazo fijo tradicional se convierta en una buena inversión, el precio del dólar libre debe moverse a un ritmo mensual inferior a la tasa actual que ofrecen las colocaciones bancarias, en torno al 6,2% mensual.

De esta forma, se puede trazar una escala de cotizaciones máximas que debería tener el blue cada mes para no «malograr» los rendimientos de los depósitos a 30 días.

Si el dólar blue finaliza febrero por debajo de los $399, el plazo fijo tradicional habrá sido el mejor negocio para el ahorrista.

«Al respecto, considerando las cotizaciones iniciales de febrero del blue de $377, podría deducirse que si al finalizar junio próximo la cotización del dólar informal se ubica por debajo de los $508, quien hubiera renovado sucesivamente su plazo fijo tradicional habrá ganado la clásica pulseada de estos depósitos respecto al dólar», dice a iProfesional Andrés Méndez, director de AMF Economía.

Y agrega: «En el camino habrá tenido diversas escalas de precio, la primera de las cuales estará al finalizar el corriente mes, fecha en que el blue no tendría que superar los $399 para arrojar una victoria parcial para el apostador por la colocación en pesos a 30 días».

Plazo fijo versus inflación: cuál puede ser el ganador

Ahora bien, el segundo interrogante se vincula a la inflación esperada para la primera mitad del año y cómo puede ubicarse al respecto la tasa de interés que ofrece un plazo fijo tradicional.

En este aspecto el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), que publica el Banco Central en base a la encuesta que realiza con distintos economistas, refleja que la actual tasa mínima de los plazos fijos (6,16% mensual) supera cada mes a la mediana de inflación.

«De esta forma, se puede decir que existe, al menos, un 50% de los pronósticos que validan los actuales rendimientos de las colocaciones bancarias frente al índice de precios esperado», detalla Méndez.

En cuanto a la posibilidad que el rendimiento de los plazos fijos pierda respecto a la inflación aguardada, sólo los pronósticos más pesimistas de los economistas relevados en el REM proyectan esta posibilidad a partir de marzo, donde las estimaciones más alarmistas esperan un incremento de precios para ese mes del 6,8%.

En base a proyecciones medianas y pesimistas para la inflación para los próximos meses, la renta que ofrece el plazo fijo tradicional queda bien posicionada para el semestre.

Proyecciones medianas y pesimistas para la inflación en los próximos meses, indican que el plazo fijo tradicional queda bien posicionado.

¿Se recomienda invertir en plazo fijo tradicional?

En base a los pronósticos de los analistas respecto a la inercia moderada del alza de los precios de la economía, por el momento la versión tradicional del plazo fijo podría seguir siendo atractiva. Sobre todo, a ello se le suma en que requiere un mínimo de colocación de 30 días, mientras que el plazo fijo UVA tiene una base de 90 días de encaje de los fondos.

«Estas expectativas de inflación están desactivando la posibilidad de que, en las condiciones actuales, se verifique algún tipo de preferencia por los plazos fijos UVA», reflexiona Méndez.

Y suma: «Mayoritariamente, los participantes del REM no advierten que la tasa de inflación pueda superar al rendimiento de los plazos fijos tradicionales, más allá de circunstanciales reacomodamientos estacionales y puntuales, como por ejemplo el caso de los productos cárnicos y ciertos ajustes tarifarios».

Incluso, en caso de que se confirmen las expectativas de inflación más pesimistas, Méndez considera que tampoco existiría un diferencial sustancial entre la valorización de la UVA y el rendimiento del plazo fijo tradicional.

«Es decir, no sería lo suficientemente elevada la diferencia como para sacar al ahorrista tradicional de su cauteloso cortoplacismo en la colocación de los fondos«, sentencia este analista.

Entonces, si estos argumentos consolidan las perspectivas favorables del plazo fijo tradicional, el estacional ascenso en la liquidación de divisas agrícolas que empieza a registrarse en el segundo trimestre, «si bien puede resultar menguado por razones climáticas, gravitará para colocar con seguridad las cotizaciones libres del dólar, como el blue, por debajo de los rangos consignados para la tasa de interés cada fin de mes», concluye Méndez a iProfesional.

Fuente: iprofesional.com

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