Espectáculos

‘El alemán que habita en mí’, una obra en homenaje a su abuelo y su lucha contra el olvido

Radawski, el dramaturgo que vive entre Polonia y la Argentina.

Para Alejandro Radawski, “El alemán que habita en mí”, es mucho más que la obra que sube a escena cada viernes en El Camarín de las Musas. Es un modo de homenajear a su abuelo, a quien cuidó durante años, y a los orígenes polacos de su familia, que le posibilitaron no solo conocer Varsovia, sino también proyectar una carrera internacional.

Hoy está dirigiendo esa obra, planificando las puestas de “La primera vez” para noviembre; y “Ferdydurke” que se presentará en septiembre en Buenos Aires y luego irá a Polonia al  15° Festival Internacional Gombrowicz en Radom. Alejandro también repondrá “Dom Bernardy A.” en Cracovia y durante 2023 tendrá estrenos en Estonia, Italia y Finlandia.

Lo curioso es que en la obra, el abandono y el deterioro de la vejez, lejos de adquirir un tono lúgubre, transitan una atmósfera onírica y tragicómica, por momentos grotesca, en la que se dan escenas de canto y baile que parecen llegar desde el fondo de la memoria del protagonista. Quizás porque ése es el argumento de la historia: los intentos de un hombre mayor por reconstruir los recuerdos de su vida, en lucha constante contra el olvido.

El alemn que habita en m la vejez en clave onrica que se puede ver los viernes en El Camarn de las Musas protagonziada por Carlos Kusznir Mario Bravo 960 CABA
«El alemán que habita en mí», la vejez en clave onírica que se puede ver los viernes en El Camarín de las Musas, protagonziada por Carlos Kusznir. (Mario Bravo 960, CABA)

“La obra es una fiesta porque todo lo que te haga reír y llorar, lo que te mueva las tripas, lo que te haga danzar las emociones, para mi es una fiesta. Y como en toda fiesta, hay momentos donde algunos ríen y otros lloran y eso le pasa al  público en “El alemán que habita en mí”. Cada uno se pega el viaje que quiere”, sintetiza el dramaturgo que apuesta a lo multidisciplinario.

Lorca en Polonia y Gombrowicz en Buenos Aires

“La experiencia de trabajar a Lorca por primera vez fue increíble, y por si fuera poco, hacerlo en el Teatro Nacional de Polonia Stary Teatre donde dirigieron directores como Jerzy Grotowski y Tadeusz Kantor. El director artístico Marek Mikos, quería representar a un Lorca y yo puse la condición de elegir la obra. Trabajé con Ewa Kolasińska, una actriz super reconocida en Polonia y parte del elenco estable del Teatro Nacional. Esta experiencia me abrió puertas en otros países y en otros teatros de Europa también”, relata Radawski sobre la experiencia de adaptar “La casa de Bernarda Alba” para el público polaco.

También explica que para su puesta trabajo de manera multidisciplinaria, con canciones, proyecciones y cine y que enfatizó lo audiovisual para poder trabajar el concepto de hiperrealidad y realidad aumentada.

Otra de las obras que el dramaturgo volverá a montar en Buenos Aires y llevará a un festival en Polonia es “Ferdydurke”, una versión teatral de una célebre novela de Witold Gombrowicz, un autor polaco que vivió en la Argentina.

“Encuentro en Witold un desenfreno, un tipo de desfachatez a la hora de escribir que me excita sobremanera. Me interesan los autores que se arrojan al abismo. La obra se gestó como un proyecto comisionado por la Embajada de Polonia en Buenos Aires, y el proceso de ensayos fue arduo, solo tres meses, las actrices recibían un capítulo adaptado de la novela en formato de escena por semana, y se entregaron al juego de manera única, pienso que el teatro es una actividad de contagio, y si todos los que participan están en la misma sintonía el resultado siempre es excelente”, analiza sobre la obra que lleva seis años en cartel.

Respecto de lo que lo que transcurre en el escenario tiene de su propia biografía Radawski explica: “Está inspirada en mi abuelo (Mikolaj, aunque cuando llegó a la Argentino lo anotaron como Nicolás), a quien cuidé durante sus últimos años de vida. Yo era un adolescente, pero me mudé a su casa para cuidarlo mejor, y luego en el sanatorio solía esconderme dentro de la ducha en su habitación para que las enfermeras no me encontraran y así poder pasar la noche a su lado… Fue uno de los vínculos más hermosos que tuve en mi vida, es por eso que todas las personas mayores me despiertan mucha sensibilidad, y cuando los veo ser maltratados por su vulnerabilidad me hierve la sangre”, confiesa.

El artista que nació en 1983 en Rosario y se formó en Buenos Aires en la Universidad Nacional de Arte enfatiza su intención de convertir su obra en un alegato sobre el abandono que sufren los adultos mayores y una denuncia al sistema previsional.

“Se los vapulea porque son el segmento más indefenso y débil de la sociedad. Ahí quería poner también el foco desde la dirección, enrostrarle al público lo que sufren los ancianos, lo que seguramente sufriremos nosotros”, analiza. Y se anima a ir aún más allá: “No solo expone el universo geronte sino también la hostilidad y perversidad con la que se relacionan las personas hoy en día. Desde que cumplí 30 siento que soy un viejo atrapado en este cuerpo, que la vida no me alcanza, que el tiempo se me está escurriendo y eso es atormentador”.

Una obra que narra la desproteccin de los adultos mayores
Una obra que narra la desprotección de los adultos mayores.

Curiosamente, la obra que evoca a su abuelo y a sus orígenes fue escrita en Polonia ya que en 2015 el autor recibió el premio del Visegrad Internacional Fund que consistió en una residencia para escribir en la Willa Decjusza de Cracovia. Desde entonces, montó varias piezas y durante dos años agotó entradas en el Teatro Nacional de Polonia para “Dom Bernardy A”, su versión de “La casa de Bernarda Alba”. También su primer libro de textos dramáticos se agotó en las librerías y en los próximos meses se publicará otro tomo.

Esta dicotomía de su vida entre Argentina y Polonia no le genera problemas de identidad. “El teatro es un mecanismo para derribar fronteras, para demoler justamente lo que los partidos políticos nos quieren hacer creer que está bien porque es de su interés en su agenda política. El teatro debe ser irreverente, indómito e inclasificable. Al menos esa es mi lucha, es lo que intento con cada uno de mis proyectos teatrales”, sintetiza, ajeno a los nacionalismos y la xenofobia.

De mano derecha de Cavallo a brillar en los escenarios

En la piel del hombre que lucha por aprehender los recuerdos felices que se le escurren se mete cada viernes Carlos «Coco» Kusznir, quien empezó su carrera de un modo extraño. Estudió Economía en la Universidad Nacional de Córdoba y se integró a la Fundación Mediterránea. Con ella desembarcó en el  Ministerio de Economía junto a Domingo Cavallo, de quien fue jefe de Gabinete.
 
Pero una imitación suya de la voz aflautada del propio ministro durante una reunión de la Mediterránea trascendió en los medios y levalió el comienzo de una carrera artística. Luego de unos años de doble vida entre la actuación y la economía, el hombre eligió el arte.
 

También a partir de su vida trashumante entre Argentina y Europa, Radawski desarrolló la habilidad de dirigir sus obras por Skype o Zoom e incluso de comunicarse con actores que no hablan su idioma. “La dirección a distancia comenzó en el 2015 aproximadamente, cuando yo vivía en Cracovia y dirigía algunas obras en Buenos Aires por video llamada. Cada vez se hizo más frecuente esta forma de trabajo para mí, por eso con la llegada de la pandemia no lo sufrí en absoluto, porque esa era mi normalidad, el teatro virtual y ensayar hasta las 5 am por la diferencia horaria, cosas que aún sigo haciendo.

Ferdydurke la teatralizacin de una novela de Gombrowicz
«Ferdydurke», la teatralización de una novela de Gombrowicz.

Tampoco le genera dificultades comunicarse con gente que habla otros idiomas; sea polaco, finés, estonio o italiano. “Los idiomas son mi pasión y me encanta aprender. En Estonia estuve trabajando en inglés y los actores actuaban en estonés. Ahora en octubre comenzaré el montaje como director de “Nueve coma ocho metros sobre segundos al cuadrado”, una obra mía en Tallin (Estonia), y el proceso será igual. Lo idiomático para mí en el teatro no es una barrera, porque nunca me importó que dicen los actores. Lo único que me importa es qué hacen con sus cuerpos. Las palabras mienten, el cuerpo no”, justifica y menciona al artista plástico y dramaturgo polaco Tadeusz Kantor, cuyas puestas fueron reconocidas mundialmente por públicos que no hablaban su idioma, en épocas en las que no existían los subtítulos. “Por eso creo que los cuerpos en el teatro son el todo, y el texto es solo purpurina”, concluye.

«El alemán que habita en mí» se presenta los viernes a las 21 en el Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, Ciiudad de Buenos Aires. Cuenta con las actuaciones de Lujan Bournot, Natalia De Elía, Cecilia De Paoli, Valen Gagliardi, Carlos Kusznir, Milagros Martino, Milagros Plaza Díaz.

La versin en polaco de La casa de Bernarda Alba el clsico de Federico Garca Lorca
La versión en polaco de «La casa de Bernarda Alba», el clásico de Federico García Lorca.

Fuente: Telam

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