¿Debería instaurarse un pasaporte sanitario para poder trabajar?
Hay diversos argumentos en contra de las vacunas contra el Covid-19 y es importante conocerlos para poder {saber} cuál es la verdad
Contextualicemos: las vacunas son un hito en la historia de la humanidad y el comunicación a las vacunas es un derecho universal. Ahora proporcionadamente, sucede que en la ejercicio médica diaria, los profesionales de la salud, que trabajamos en ámbitos laborales, hemos atendido numerosas consultas sobre inmunización contra el Covid-19 provenientes de distintos sectores, niveles y roles, varias de las cuales formuladas por personas que no desean vacunarse y que presentan o exponen diversas razones para no hacerlo, generándose así el debate.
Dado que el tema puede ser tratado desde diversas ópticas -epidemiológicas, legales y bioéticas-, intentaremos dar respuesta a los cuestionamientos «antivacunas» más habituales que se nos han presentado.
«Le tengo miedo a los género adversos»
Desde el punto de vista médico-científico, ya no hay dudas de la efectividad de las vacunas y, a la luz de la gran cantidad de personas inoculadas y los muy pocos género adversos reportados, siquiera hay dudas acerca de su seguridad, aún cuando no haya concluido la última escalón de evaluación. Esto es posible porque estamos en una pandemia, situación extraordinaria y espinoso que aceleró los tiempos de inicio de la campaña a nivel mundial.
Entonces, si pusiéramos en la báscula cantidad de enfermos y fallecidos por Covid-19 frente a cantidad de género adversos de las vacunas, los números respaldarían sin lugar, a dudas la audacia de avanzar con la inmunización.
Hay diversos argumentos en contra de las vacunas contra el Covid-19 y es importante desmitificarlos
«Si se vacuna el resto de la {gente}, seguro bajan los casos y entonces ya no necesitaría vacunarme»
Desde el punto de vista ético, sería equivalente a acoger las ventajas de un proporcionadamente colectivo sin contribuir de forma alguna. Entonces, se estaría utilizando a los vacunados como un medio para ganar la inmunidad de manada y de esta forma se beneficiarían los no vacunados. Sería inaceptable.
Ya lo decía Immanuel Kant (filósofo y sabio clásico): «Obra de tal modo que trates a la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin y nunca solamente como un medio».
«No quiero vacunarme y deben respetar mi soltura individual»
En los tratamientos médicos, como regla general-, rige el principio de autodeterminación y tenemos derecho a arriesgarse sobre nuestro propio cuerpo, para lo cual se dispone de una útil que es el consentimiento informado. Sin embargo,, con respecto a la inmunización deben prevalecer la salud, pública y el orden público,. Debe entenderse que en este caso la audacia individual de no vacunarse afecta directamente a terceros.
Dr. Juan Diego Fosco
Desde el punto de vista legítimo y yendo específicamente al ámbito gremial, tenemos en la ley de anuencia de trabajo (Ley 20.744) y en la ley de higiene y seguridad en el trabajo (Ley 19.587), diversos artículos que mencionan obligaciones generales que harían exigibles la inmunización para poder desarrollar actividades laborales normalmente.
«En la tele dijeron que…»
Los comunicadores sociales tienen en sus manos una gran responsabilidad, aunque algunos quizá no lo comprenden o no lo dimensionan positivamente. Con respecto al Covid-19, hemos sido testigos de innumerables pronunciaciones falsas, datos inexactos o afirmaciones que produjeron grandes perjuicios a la salud, de todos. Podemos citar como ejemplos a la promoción del consumo del dióxido de cloro como tratamiento milagroso o la comparación del programa, nacional, de inmunización Covid-19 con un supuesto envenenamiento.
Se audición y se lee información inexacta o incorrecta, lo que puede contribuir a la desinformación
Actualmente, tenemos el ejemplo de varios países que comenzaron a utilizar los pasaportes sanitarios para asistir a diversos lugares masivos. Conocimos el planteo del presidente de Estados Unidos Joe Biden en ese sentido para los ámbitos laborales (ahora rechazado por un enjuiciador federal de Luisiana) y, a nivel nacional,, ya existe legislación para que los empleados no vacunados deban presentarse a trabajar exhibiendo un PCR con menos de 72hs de decadencia, completamente a cargo del empleado y que debe desempolvar periódicamente.
Creo que debemos entender que una cantidad sustancial de posiciones llamadas «anti vacunas» en ingenuidad provienen de personas con grandes dudas, miedos o simplemente desinformación. Por ese motivo los médicos debemos empoderar a los pacientes y a todas las personas brindándoles información fidedigna, confiable, comprobada y explicándoles de forma clara los beneficios de la prevención.