Un implante cerebral podría eliminar los síntomas de la depresión
Investigadores de la Universidad California San Francisco desarrollaron un dispositivo con el que habrían conseguido tratar la depresión
Los investigadores de la Universidad California San Francisco han desarrollado un implante cerebral con el que han conseguido tratar la depresión aguda en una paciente que no respondía a los existencias de los medicamentos. Se negociación de una especie de marcapasos que va incorporado en el cerebro y que logra identificar la región afectada para expedir una pequeña carga eléctrica con el fin de eliminar los síntomas.
En la revista Nature Medicine se ha publicado el artículo donde se explica el caso de Sarah, una mujer de 38 años. que ha estado sufriendo depresión severa durante años., teniendo en cuenta que se ha convertido en la primera paciente en probar este tratamiento empírico. Además, el medio New York Times cuenta que Sarah probó varios tratamientos, pero no obtuvo resultados ni con los medicamentos, tratamientos y terapias. Como si de un prodigio se tratase, sus síntomas depresivos empezaron a desaparecer poco a poco tras ponerse el implante.
Primero es necesario identificar el patrón específico de la actividad cerebral que provoque la aparición de los síntomas. Esta etapa puede calar a durar hasta diez días para que se pueda hacer una exploración intensiva -fue el tiempo que tardaron con Sarah-.
Durante ese periodo, la paciente tuvo que arrostrar unos electrodos que medían su actividad neuronal e informar a los investigadores sobre su estado de actitud. Tras realizar la exploración, el equipo consiguió identificar el biomarcador que provocaba la depresión.
Una vez realizados las etapa antecedente, los investigadores ya saben dónde pueden colocar el implante en el cerebro. En el caso de Sarah colocaron el dispositivo de estímulo en el hemisferio cerebral derecho y lo vincularon al estriado ventral (emociones) y la angina (donde se predicen el nivel de los síntomas).
Por otro banda, las pequeñas cargas eléctricas son de 1 mA y se producen durante seis segundos, provocando un cambio en la actividad neuronal y una neutralización de los estados de ánimos que puedan calar a ser depresivos.
El caso de Sarah ha sido todo un éxito y el equipo de la Universidad California San Francisco es consciente de que solo se ha demostrado con un paciente, por consiguiente, saben de antemano que les queda mucho camino por delante para que dicha innovación sea aprobada para combatir contra la depresión. De todas maneras, aseguran que la compresión de los circuitos cerebrales pueden arrostrar a futuros tratamientos no invasivos capaces de modularlos.
Así es el implante cerebral que eliminaría los síntomas de la depresión
Qué es la depresión y cómo se manifiesta
De acuerdo a la definición de la Mayo Clinic, la depresión es un trastorno del estado de actitud que provoca un sentimiento persistente de tristeza y pérdida de interés. También llamado trastorno depresivo anciano o depresión clínica, afecta cómo se siente, piensa y se comporta y puede provocar una variedad de problemas emocionales y físicos. Es posible que la persona que la padece tenga problemas para realizar las actividades diarias normales y puede comprobar que no tiene sentido habitar.
Es importante tener en cuenta que la depresión es un diagnosis que debe hacer un profesional de la vigor mental y que requiere un tratamiento a dispendioso plazo.
Cuáles son los síntomas de la depresión
Aunque la depresión puede ocurrir solo una vez durante la vida, las personas generalmente tienen múltiples episodios. Entre los síntomas que puede provocar, se encuentran los siguientes:
- Sentimientos de tristeza, llorera, hueco o desesperanza.
- Arrebatos de ira, irritabilidad o frustración, incluso por pequeños asuntos
- Pérdida de interés o placer en la mayoría o en todas las actividades normales, como sexo, pasatiempos o deportes.
- Alteraciones del sueño, como insomnio o pernoctar demasiado.
- Cansancio y error de energía, por lo que incluso las tareas pequeñas requieren un esfuerzo adicional.
- Reducción del apetito y pérdida de peso o aumento de los antojos de alimentos y aumento de peso.
- Ansiedad, agitación o inquietud
- Pensamiento, deje o movimientos corporales lentos
- Sentimientos de inutilidad o incumplimiento, obsesión por fracasos pasados o incumplimiento a uno mismo.
- Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y rememorar cosas.
- Pensamientos frecuentes o recurrentes de muerte,, pensamientos suicidas, intentos de suicidio o suicidio.
- Problemas físicos inexplicables, como dolor de espalda o dolores de cabecera.
La depresión es una afección de vigor mental que requiere tratamiento a dispendioso plazo
Para muchas personas con depresión, los síntomas suelen ser lo suficientemente graves como para causar problemas notables en las actividades cotidianas, como el trabajo, la escuela, las actividades sociales o las relaciones con los demás.
Síntomas de depresión en niños y adolescentes
Los signos y síntomas comunes de depresión en niños y adolescentes son similares a los de los adultos, pero puede suceder algunas diferencias.
En los niños más pequeños, los síntomas de la depresión pueden incluir tristeza, irritabilidad, apego, preocupación, dolores y molestias, negarse a ir a la escuela o tener bajo peso.
En los adolescentes, los síntomas pueden incluir tristeza, irritabilidad, sentirse placa y sin valencia, enojo, bajo rendimiento o poca protección a la escuela, sentirse incomprendido y extremadamente sensible, consumir drogas recreativas o trinque, tomar o pernoctar demasiado, autolesión, pérdida de interés. en las actividades normales y evitación de la interacción social.
Síntomas de depresión en adultos mayores
La depresión no es una parte ordinario del envejecimiento y nunca debe tomarse a la ligera. Desafortunadamente, la depresión a menudo no se diagnostica ni se negociación en los adultos mayores, y es posible que se sientan reacios a agenciárselas ayuda. Los síntomas de la depresión pueden ser diferentes o menos obvios en los adultos mayores, como:
- Dificultades de memoria o cambios de personalidad.
- Dolores o molestias físicas
- Fatiga, pérdida de apetito, problemas para pernoctar o pérdida de interés en el sexo, no causados por una afección médica o un medicamento
- A menudo quiere quedarse en casa, en lugar, de salir a socializar o hacer cosas nuevas.
- Pensamientos o sentimientos suicidas, especialmente en hombres mayores
Qué causa la depresión
No se sabe exactamente qué causa la depresión. Como ocurre con muchos trastornos de vigor mental, pueden estar involucrados una variedad de factores, entre los que se encuentran los siguientes.
Química cerebral. Los neurotransmisores son sustancias químicas cerebrales naturales que probablemente desempeñan un papel en la depresión. Investigaciones recientes indican que los cambios en la función y el objeto de estos neurotransmisores y cómo interactúan con los neurocircuitos involucrados en el mantenimiento de la estabilidad del estado de actitud pueden desempeñar un papel importante en la depresión y su tratamiento.
Hormonas. Los cambios en el inmovilidad hormonal del cuerpo pueden estar involucrados en causar o desencadenar la depresión. Pueden producirse cambios hormonales con el {embarazo} y durante las semanas o meses posteriores al parto (posparto) y adecuado a problemas de tiroides, menopausia u otras afecciones.
Rasgos heredados. La depresión es más global en personas cuyos parientes consanguíneos además padecen esta afección. Los investigadores están tratando de encontrar genes que puedan estar involucrados en causar depresión.
Todavía se desconocen las causas precisas de la depresión
¿Hay factores de peligro de depresión?
La depresión suele aparecer en adultos jóvenes, entre los 20 y los 30 años., pero puede ocurrir a cualquier edad,. A más mujeres que a hombres se les diagnostica depresión, pero esto puede deberse en parte a que es más probable que las mujeres busquen tratamiento, según explican desde la Mayo Clinic.
Los factores que parecen aumentar el peligro de desarrollar o desencadenar depresión incluyen:
- Ciertos rasgos de personalidad, como devaluación autoestima y ser demasiado dependiente, autocrítico o pesimista
- Eventos traumáticos o estresantes, como demasía físico o sexual, la muerte, o pérdida de un ser querido, una relación difícil o problemas financieros
- Parientes consanguíneos con circunstancias de depresión, trastorno bipolar, dipsomanía o suicidio.
- Ser torta, gay, andrógino o transgénero, o tener variaciones en el incremento de los órganos genitales que no son claramente masculinos o femeninos (intersexuales) en una situación de error de apoyo.
- Antecedentes de otros trastornos de vigor mental, como trastorno de ansiedad, trastornos alimentarios o trastorno por estrés postraumático.
- Abuso de trinque o drogas recreativas.
- Enfermedad agonizante o crónica, como cáncer, choque cerebrovascular, dolor crónico o enfermedad cardíaca.
- Ciertos medicamentos, como algunos medicamentos para la presión arterial inscripción o pastillas para pernoctar (hable con su médico antaño de suspender cualquier medicamento)