Según la Organización Mundial de la Salud, casi 322 millones de personas en todo el mundo viven con depresión, es afirmar, casi un 4,4% de la población
La depresión es una enfermedad mental agonizante que afecta a millones de personas. Según un noticia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2017, casi 322 millones de personas en todo el mundo viven con depresión, lo que equivale a cerca de 4,4 por ciento de la población mundial.
En los últimos primaveras, sobre todo conveniente a la pandemia y los problemas que han tenido distintos países, es más probable que la signo haya aumentado en oportunidad de deber disminuido. Es por eso que la ciencia se ha encargado de encontrar distintas maneras de combatir esta enfermedad, y los avances son impresionantes.
En fechas recientes, un género de investigadores del Instituto Weill de Neurociencias de la Universidad de California, San Francisco (UCSF) desarrolló un implante cerebral positivo, que podría tratar la depresión severa mediante la incitación eléctrica de ciertas regiones del cerebro. De esa forma, es capaz de eliminar la depresión en tiempo verdadero.
Lo que hace este renovador implante positivo es monitorear la actividad neuronal en investigación de biomarcadores que indiquen el inicio de la depresión. Tras eso, ataca brevemente una región secreto del cerebro al instante para interrumpir el ciclo y reponer con una incitación. Así puede mejorar los síntomas del estado de humor de la persona.
«Un éxito histórico»
Para el equipo de investigadores detrás de este estudio, este es «un éxito histórico» en cuanto a la aplicación de los avances de la neurociencia al tratamiento de los trastornos psiquiátricos.
«Este estudio señala el camino con destino a un nuevo ideal que se necesita desesperadamente en psiquiatría. Hemos desarrollado una propuesta de medicina de precisión que ha manejado con éxito la depresión resistente al tratamiento de nuestra paciente al identificar y modular el circuito en su cerebro que está asociado de forma única con sus síntomas», mencionó Andrew Krystal, coautor principal del nuevo estudio publicado en Nature Medicine.
Anteriormente, algunos investigadores habían trabajado para encontrar asociaciones entre ciertos estados de humor y patrones de actividad eléctrica cerebral. Por otro flanco, ciertos estudios se centraron en regiones específicas del cerebro que mejoraban los síntomas de la depresión cuando se estimulaban con descargas eléctricas.
Esto sirvió como antecedente para los científicos de la UCSF. «Este nuevo estudio reúne casi todos los hallazgos críticos de nuestra investigación preparatorio en un tratamiento completo destinado a aliviar la depresión», dijo el coautor principal Edward Chang.

El implante permitiría mejorar los cuadros de depresión
La paciente que probó el implante
La primera persona en ser tratada con el implante cerebral positivo es una mujer de 36 primaveras convocatoria Sarah. Ella ha padecido una depresión severa resistente al tratamiento desde su infancia, y a lo dispendioso de su vida probó todas las terapias para tratar su afección, desde múltiples antidepresivos hasta terapia electroconvulsiva. Al no surtir impresión, Sarah fue apoyada durante un año con el dispositivo de incitación cerebral profunda (DBS).
El primer paso en la investigación fue seguir de cerca la actividad eléctrica en el cerebro de Sarah, que fue monitoreada durante 10 días para identificar los patrones específicos que se correlacionaran con los síntomas depresivos. Los investigadores se concentraron en un radio particular de la angina que constantemente se manifestaba con actividad y que indicaba la aparición de síntomas depresivos agudos.
Luego, los investigadores descubrieron que breves ráfagas de incitación eléctrica en el cuerpo estriado ventral podrían contrarrestar esta actividad de la angina. Una vez que el patrón de actividad cerebral personalizado y objetivo de incitación fueron identificados, los investigadores implantaron un dispositivo positivo que podía detectar la actividad en una región y reponer con incitación eléctrica en otra.
Después de casi dos semanas con el implante personalizado, Sarah comenzó a mejorar respecto a su depresión. Antes del implante, obtuvo 36 puntos de 45 en la escalera de clasificación de depresión de Montgomery-Asberg (MADRS), y solo 12 días a posteriori de que el implante se activara su puntaje bajó a 14.
En los próximos meses el puntaje fue disminuyendo cada vez más y finalmente quedó en solo 10 puntos. Dicho puntaje significa remisión clínica, es afirmar, que se atenuaron los síntomas de la paciente. «Antes de que tuviera el dispositivo, las emociones y la oscuridad eran abrumadoras. Ahora solo me levanto y sigo con mi día. Para mí, el dispositivo ha sido una maravilla», dijo Sarah.

El implante se coloca en el cerebro
El futuro de este renovador implante cerebral
Esta nueva terapia personalizada podría ser más efectiva, duradera y capaz de gestar menos existencias secundarios que cualquier tratamiento coetáneo, por lo que es una señal esperanzadora para las personas que padecen una depresión severa resistente a los tratamientos tradicionales.
Sin confiscación, aún queda mucho por hacer ayer de que este tipo de terapia se acerque siquiera al uso clínico en el mundo verdadero. Si adecuadamente Sarah mostró una prosperidad constante durante los 12 meses que ha tenido el implante, aún se desconocen los existencias a dispendioso plazo.
De acuerdo con Katherine Scangos, primera autora del nuevo estudio, se deben «observar cómo estos circuitos varían entre pacientes» y si el «circuito cerebral de un individuo cambia con el tiempo» a medida que avanza el procedimiento.
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Sin confiscación, como el tratamiento con Sarah ha resultado ser tan exitoso, los investigadores han reclutado a dos participantes más para estas prueba en curso. En un futuro, piensan convocar a 12 participantes en total, con una prueba que está programada para desarrollarse hasta 2035.
Fuente de la noticia: iprofesional.com