París Couture. Qué dejó la semana de la alta costura francesa
La semana de la alta costura francesa volvió en un momento sensible para la moda y su paso dejó tela para seguir cortando
Esta temporada muchos se preguntaron si en verdad la alta costura sigue siendo esa parte de la moda más creativa, París fue una fiesta. Así, al parecer, nada, ni nadie, amenaza la tradición. El gran evento de la semana Haute Couture fue la despedida de Jean Paul Gaultier luego de 50 años de carrera ininterrumpida y, entre las novedades, cabe mencionar que Julie Le Libran, ex directora artística de Sonia Rykiel, y Bouchra Jarrar, ex Lanvin femme, debutaron con sus propuestas couture. Hubo highlights que hicieron que la semana parisima de la Alta Costura continúe en su podio de ser escenario de lo más chic del mundo. La moda habla varios idiomas y el demonio está en los detalles podrían ser dos frases que sintetizan y definen el espíritu de una industria que hoy en día se cuestiona su futuro a sí misma.
Iris Van Herpen

La inspiración para la diseñadora holandesa tiene un contrapunto poco convencional: los 21 vestidos parten de la neurociencia y de los ecosistemas de los océanos. El mix logró en sus ya clásicos vestidos con movimiento, piezas concebidas con impresión 3D y tecnología aplicada. Esta vez la paleta y los estampados difusos conformaron la mayor novedad de la propuesta.
Dior

La paleta dorada imprimió lujo a los diseños de Maria Grazia Chiuri quien, consecuente con sus ya consagradas alianzas con mujeres feministas, esta vez recurrió a la artista plástica estadounidense Judy Chicago y a la frase "¿Qué pasaría si las mujeres dirigieran el mundo?" bordada en un satén. Pregunta que tuvo una respuesta posible en el desfile mismo de la colección. Lo que se vio fue la silueta Bar de 1947 que sigue inspirando a la diseñadora quien la usa para sostener sacos y vestidos como eje central de sus diseños. Los otros recursos son flecos larguísimos, drapeados centrales en vestidos de clara inspiración grecoromana que harían desear a la mismísima Atenea.
Valentino

Colores y formas marcharon al paso delicado de las modelos sobre sandalias con tacos altísimos y finísimos. La silueta, si bien estilizada, sumó volúmenes con volados, plisados o redondeados propios de los ´80. Los vestidos rojos fueron muestra del respeto de Pier Paolo Piccioli por las raíces icónicas y fundadoras de Valentino Garavani. Combinaciones audaces de rosa, fucsia y negro; blanco, negro y rojo; naranja, rojo y fucsia; violeta, celeste y rojo. y la lista sigue. Es sin dudas uno de los desfiles más aclamados
Givenchy

Clare Waight Keller tomó inspiración del vínculo entre Virginia Woolf y Vita Sackville-West; también exploró en los antiguos archivos de Monsieur Hubert de Givenchy y rescató las formas que, junto con los colores, se llevaron todas las miradas, pero fueron los vestidos blancos y negros los más celebrados

Armani Privée

El Made in Italy sigue intacto la sastrería impecable de Giorgio Armani. La chaqueta y sus mil y una versiones estuvieron en los casi 77 looks que mostró en una clara demostración de que es la pieza central y más exclusiva junto con los pantalones, con puño elastizado o rectos. La estampa ikat se mezcla con las flores en una paleta intensa y eléctrica.
Schiaparelli

Segundo round en la alta costura para el texano Daniel Roseberry como director creativo de la Casa con una colección que honró a los surrealistas: piezas couture, detalles trompe l´oeil que simulan desnudez, drapeados envolventes, volúmenes 3D. Accesorios: anteojos con ojos y lágrimas de perlas, aros colgantes con orejas y guantes con piezas bordadas que simulan huesos, todo en un lujoso dorado.
Chanel
Virginie Viard propuso melancolía, casi tristeza. A casi un año de la muerte de Karl Lagerfeld, en la nueva colección se vieron prendas simples y muy ponibles, en blanco y negro principalmente, con cuellos inmaculados, chaquetas y sacos de tweed que rozan lo severo en una colección burguesa para mujeres tradicionales.El año pasado la escenografía del Grand Palais fue una fantástica reconstrucción de una villa mediterránea con pileta con agua y enormes árboles; esta vez se trató de la reconstrucción del orfanato donde se crió Coco Chanel. Si las colecciones de Lagerfeld eran a través de sus grandiosas escenografías, las de Viard, ¿acaso tienen puesto el foco en la ropa?
Elie Saab

El libanés, uno de los favoritos de las celebrities, no escatima brillos, apliques, bordados ni materiales suntuosos para sus vestidos. Las mangas abullonadas y los hombros destacados, junto con el blanco y el dorado, marcaron una pasarela que recordó los días en que Alexander McQueen dirigió los destinos de la haute couture de Givenchy a finales de los ´90.

Au revoir Jean Paul

Jean Paul Gaultier resumió sus obsesiones: el denim, la androginia, los marineros, la corsetería, la sastrería. Así fue el último show del enfant térrible de la moda, que para despedirse de las pasarelas, presentó su línea de alta costura más osada, la más divertida, la más extrovertida, la más abundante, la más nostálgica también. Una nostalgia a su manera, con genialidad y generosidad, con alegría, con hurras, con bailes, canciones.. y con moda, porque Monsieur Gaultier es uno de los mejores couturieres, uno de los mejores prepresentantes de una industria que cada día amenaza más contra sí misma.

Queda un archivo extenso, riquísimo y talentosísimo que cualquiera que mire hacia el pasado tendrá material para inspirarse. Ahora queda esperar las novedades que nos tiene reservadas el diseñador ya que en sus propias palabras su trabajo en la alta costura continuará con un nuevo concepto.

Por: Alejandro García ADEMÁS
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Fuente de la noticia (La Nacion)