¿Qué es la erisipela? | Síntomas, causas y cómo tratar la enfermedad
La erisipela es una enfermedad infecciosa bacteriana que afecta a la piel y al tejido subcutáneo, especialmente del rostro, y se caracteriza por la aparición de placas rojizas. Frecuentemente está causada por una bacteria llamada estreptococos y casi siempre va asociada a episodios de fiebre.
Causas de la erisipela
Estreptococos
La erisipela está causada por una infección de las bacterias estreptococos del grupo A. La infección puede producirse por la existencia de algún corte en la piel en cualquier lugar del cuerpo o por la existencia de llagas. En ambos casos se trata de la puerta de entrada de la bacteria. También puede deberse a problemas con el drenaje a través de las venas o del sistema linfático.
Síntomas de la erisipela
Afectación en las piernas
En casi todos los casos, la erisipela se localiza en las piernas aunque también pueden presentarse síntomas en la cara y los brazos. Los primeros indicios aparecen de súbito y consisten en fiebre alta y eritemas, o sea alteraciones de la piel, localizados en las piernas. El eritema se va extendiendo de forma gradual y causa dolor. El paciente puede notar escalofríos y malestar general.
La puerta de entrada más frecuente es el pie de atleta, pero también se han detectado otras puertas de entrada de la bacteria como llagas, úlceras, dermatitis y cualquier tipo de heridas.
Diagnóstico de la erisipela
Erupción cutánea
Los médicos realizan el diagnóstico basándose en el aspecto característico que presenta la erupción cutánea. Los síntomas descritos anteriormente suelen ser fácilmente identificables por lo que el primer nivel de diagnóstico suele ser sencillo, pero hay que tener en cuenta otros marcadores clínicos de gravedad, que pueden llegar a aconsejar la hospitalización. Estos incluyen síntomas generales, como fiebre alta y confusión mental, taquicardia, taquipnea e hipotensión.
También hay que tener en cuenta síntomas locales de gravedad, como dolor local intenso, edema de gran tamaño, llagas y ampollas hemorrágicas y necrosis focal. También precisan de hospitalización los pacientes en los que se detecta la presencia de diabetes mellitus y de obesidad.
Tratamiento y medicación de la erisipela
Reposo y antibióticos
Cuando la erisipela afecta a la pierna (algo habitual en casi todos los casos), es aconsejable hacer reposo durante varios días y mantener la perrita en alto. Con esta medida se consigue reducir el edema y eliminar paulatinamente el dolor. Además hay que tomar medicación para reducir la fiebre. Cuando el paciente ya puede andar, el uso de medias elásticas refuerza el proceso de reducción del edema.
La administración de antibióticos consigue, en la mayoría de pacientes, que la fiebre desaparezca en tres días como máximo y el dolor sea prácticamente inexistente. Si no sucede así, hay que analizar posibles complicaciones. La penicilina G sigue siendo el tratamiento habitual en las erisipelas no complicadas y es eficaz en más del 80% de los casos.
Por otra parte, hay que definir un tratamiento para cerrar la puerta de entrada, en especial el pie de atleta.
Prevención de la erisipela
Cerrar las puertas de entrada
Para prevenir la aparición de la erisipela hay que tener en cuenta los numerosos factores de riesgo. El pie de atleta o las llagas y heridas en las piernas deben combatirse para evitar que se conviertan en la puerta de entrada de las bacterias. Es esencial también cuidar los hábitos higiénicos manteniendo la piel limpia, seca e hidratada.
Padecer diabetes o alcoholismo también son factores de riesgo que exigen un tratamiento adecuado.
Fuente de la noticia (La Vanguardia)