¿Qué es la amigdalitis? | Síntomas, causas y cómo tratar la enfermedad
La amigdalitis consiste en la inflamación de las amígdalas palatinas, unas masas de tejido que tenemos en cada lado de la garganta. Estos tejidos acogen células que producen anticuerpos que el organismo humano utiliza para luchar contra las infecciones. La amigdalitis es conocida popularmente como anginas. Y también se usan las expresiones amigdalitis aguda y faringitis aguda. El segmento de población más afectado por esta dolencia es el infantil, especialmente entre los dos y los dieciocho años.
Causas de la amigdalitis
Infección vírica o bacteriana
En la mayor parte de los casos, la causa de la amigdalitis es una infección con un virus, pero también hay casos en que las infecciones son causada por una bacteria. En función del origen de la infección el tratamiento varía. Por tanto, es esencial determinar a ciencia cierta la causa original de la amigdalitis.
Síntomas de la amigdalitis
Fácil identificación
Los síntomas de la amigdalitis son fácilmente identificables y se repiten en la mayoría de los casos.
– Inflamación de las amígdalas
– Fiebre
– Enrojecimiento de las amígdalas
– Dolor de garganta
– Dolor de cabeza
– Dificultad a la hora de tragar alimentos o bebidas
– Fatiga
– Cuello rígido
Diagnóstico de la amigdalitis
Observación y análisis
Para diagnosticar la enfermedad suele bastar con unas pruebas sencillas.
– Observar el interior de la garganta con una linterna médica para ver si hay inflamación.
– Tocar el cuello del paciente para comprobar si hay inflamación.
– Usar el estetoscopio para chequear la respiración.
– Obtener una muestra de la garganta (con un bastoncillo acabado en algodón) para analizarla y poder saber si hay bacterias de la familia del estreptococos. Si los resultados de este examen confirman la presencia de estreptococos es muy probable que la causa de las anginas sea una infección bacteriana. En caso contrario, el origen es viral.
– Si hay dudas sobre la causa, lo mejor es hacer un análisis de sangre y salir de dudas.
Tratamiento y medicación de la amigdalitis
El origen de la dolencia decide cómo tratar las anginas
Es básico saber si la causa de la amigdalitis es una infección bacteriana o vírica porque el tratamiento es diferente. Si la causa es un virus, no hay más remedio que esperar poco más de una semana para que los síntomas desaparezcan y haya curación. Durante este periodo únicamente se puede tratar de aliviar al enfermo y mejorar su situación. Es recomendable seguir unas pautas concretas:
– Dormir todo lo posible.
– Beber mucha agua y estar siempre hidratado. También ayuda tomar bebidas calientes (caldos, agua con miel y limón…)
– Utilizar el humidificador para evitar que el ambiente sea muy seco.
– Hacer baños de vapor y gárgaras.
– Si hay fiebre se debe administrar medicamentos que la controlen (paracetamol o ibuprofeno)
Si la causa es una infección bacteriana, el tratamiento consiste en tomar antibióticos durante unos diez días.
Hace años era usual recurrir a la cirugía para extirpar las amígdalas. Actualmente no es necesario y solo se recurre a esta técnica cuando la amigdalitis de origen bacteriano es muy frecuente y no responde correctamente al tratamiento con antibióticos.
Prevención de la amigdalitis
Evitar el contagio
Solo podemos prevenir la amigdalitis aguda de forma indirecta. Reforzar el sistema inmunitario y tratar de no estar expuesto a las bacterias son los mejores recursos para reducir el riesgo. La mayoría de las amigdalitis están causadas por infecciones bacterianas transmitidas de persona a persona. Debemos evitar estar en contacto con personas infectadas y extremar las medidas higiénicas.
– Hay que lavarse bien las manos después de toser o estornudar y también después de ir al baño y antes de comer.
– Tratar de estornudar siempre en un pañuelo de papel.
– Evitar compartir comidas, bebidas y utensilios (vasos, cubiertos…)
– Cambiar el cepillo de dientes después del diagnóstico de amigdalitis.
Fuente de la noticia (La Vanguardia)