Todo lo que falta para que haya VAR en el fútbol argentino
Todo lo que falta para que haya VAR en el fútbol argentino
Hace diez días, un correo electrónico partió desde la casilla de Federico Beligoy, director nacional de arbitraje, hacia las oficinas de la FIFA, en Zürich. En el texto, el exárbitro comunicaba la intención de la Argentina de unirse al protocolo de Asistencia Arbitral por Video (VAR, en inglés) que coordinan la FIFA y la IFAB. Era el primer paso formal que la AFA, como afiliada a la FIFA y la Conmebol, debía dar para comenzar con el proceso que concluirá con la implementación del sistema en los estadios argentinos. El plazo para la instrumentación definitiva puede variar entre 5 y 9 meses. Y un par de millones de dólares de inversión.
Días después de confirmar su inclusión en el protocolo, Beligoy se reunió con dos enviados del departamento de Desarrollo y de Arbitraje de la Conmebol, que colaborará en la capacitación de los árbitros argentinos para ser asistentes de VAR. Las fuentes de la AFA aseguran que en marzo comenzarán los primeros cursos, y que la idea es replicar, con la ayuda económica y logística de la Conmebol, lo que ocurrió en Brasil. Allí, la Conmebol financió en 2018 la formación de 32 árbitros brasileños, un proyecto que demandó cerca de un millón de dólares (sin contar el costo de la tecnología usada). El presidente de la AFA, Claudio Tapia, viajó hasta Luque (Paraguay) para hablar del VAR con el máximo dirigente del fútbol sudamericano, Alejandro Domínguez. En la sede de la Conmebol, Domínguez se comprometió a acompañar a la AFA en el proceso de implementación del sistema. Eso incluye asistencia financiera, que proveerá el departamento de Desarrollo de la Conmebol.

Según pudo averiguar la nacion, los funcionarios de Conmebol asesoraron a Beligoy sobre los primeros pasos a considerar para llevar adelante el proyecto. Una vez incluida entre las asociaciones nacionales que forman parte del protocolo de VAR, la AFA deberá comenzar con la etapa de instrucción de sus árbitros. Luego, ya con los asistentes de VAR instruidos y recibidos, deberá conseguir la aprobación de su VAR ante la FIFA-IFAB. Y, por último, realizar todas las pruebas tendientes a su aprobación e implementación en los partidos de la Superliga.
Mientras la AFA define cómo capacita a los árbitros y los familiariza con la tecnología, la Superliga (que le paga a la AFA todos los meses por el trabajo de los árbitros) recorre el camino que la llevará a seleccionar a la empresa proveedora del servicio. Dos días después de asumir como presidente de la entidad, Mariano Elizondo se juntó con su homónimo Horacio (en 2017 ocupaba el puesto que hoy es de Beligoy) en el predio de Ezeiza. La primera pregunta fue si eran parientes. Negativo. Despejado el árbol genealógico, los Elizondo hablaron de fútbol y arbitraje; hablaron del VAR. Y Mariano le transmitió a Horacio su intención de implementar el sistema "lo antes posible".
Un año y medio después, y con Beligoy en el lugar de Elizondo, la Superliga ya recibió tres propuestas informales para proveer el servicio: MediaPro (elegida por Conmebol para el VAR de las copas Libertadores y Sudamericana), Hawk-Eye Technologies (que provee el "Ojo de Halcón" en el tenis) y Vokkero, una empresa francesa que se dedica también a la intercomunicación entre los árbitros. En la Superliga estiman que deberán pagar entre 1800 y 2200 dólares por partido con VAR. En un campeonato como el de 2019-2020 de 23 fechas, con 12 partidos por fecha, el total de la inversión para la temporada fluctuaría entre los 496.800 y los 607.200 dólares. Si se le suman viáticos de técnicos de televisión y otros gastos, el número final bordeará el millón de dólares por la temporada 19/20. "Queremos hacer una licitación abierta Y que la gane la empresa que ofrezca el mejor servicio al precio más barato, como corresponde", adelantaron desde las oficinas de la Superliga. Un detalle: para que la versión argentina del VAR sea aprobado por FIFA-IFAB debe contar con un proveedor licenciado por FIFA.

El problema mayor del fútbol argentino es que hay estadios y ciudades que no cuentan con la infraestructura suficiente para implementar el sistema. Carecen de una buena conectividad de internet, por ejemplo. O no tienen siquiera construida la sala de VAR en la que deben permanecer quienes se dediquen a escanear las imágenes que provee la TV. La cabina de VAR es uno de los requisitos fundamentales del protocolo. Ese lugar, además, debe estar aislado y no tener ningún tipo de contacto con los espectadores ni con los protagonistas.
Centralizar todo en un lugar (España, por ejemplo, lo hace en la llamada Ciudad del Fútbol de Las Rozas, en la Comunidad de Madrid) tampoco es una opción, por el costo que demandaría. La Superliga quiere, además, que cuando el VAR se implemente sea para todos los partidos. "Hacerlo en algunos sí y en otros no sería privilegiar a algunos clubes. Y todos son iguales", advierten.
Fuente de la noticia (La Nacion)