Adictos a los videojuegos: cuando no se distingue realidad y ficción

José Jiménez, de la Asociación sevillana de Jugadores de Azar en Rehabilitación (ASEJER) cuenta cómo “un joven llegó a encerrar a su madre para que le dejara jugar a los videojuegos el tiempo que quisiera”. Este trastorno psicológico lo padecía Jose, quien se tiraba jugando hasta 15 horas al día. Y si además hay dinero de por medio la terapia es indispensable para que el juego no acabe en una peligrosa ludopatía.

Fuente de la noticia (La Vanguardia)