Geordie Greep: «La música no debería sentirse como un trabajo»

El año pasado, el cantante dejó a su antigua banda y publicó The New Sound, que presentará junto a músicos brasileños.
La primera vez que Geordie Greep vino a Buenos Aires lo hizo como frontman de Black Midi. Corría noviembre de 2023 y este baluarte zillennial, que logró hacerse un nombre a punta de virtuosismo y de la particular mezcla entre math rock y post punk, llevó adelante dos shows en una semana para el olvido. “Cuando llegamos, era un momento caótico en la Argentina porque unos días antes Milei había ganado las elecciones”, recuerda el artista, zoom mediante, desde la capital mexicana. “Así que todo el mundo estaba nervioso. Incluso entre nosotros nos preguntábamos qué iba a pasar. El café tenía un precio un día y al otro era más caro. Parecía como si el mercado se estuviera desplomando. Al margen de eso, lo pasamos muy bien y los recitales fueron épicos”.
Tras aquella experiencia distópica, en septiembre de 2024 el músico anunció que dejaba la banda inglesa para iniciar su carrera solista y un mes más tarde apareció su primer disco: The New Sound, que lo trae de vuelta a la ciudad, para tocar esta vez en Niceto Club (Niceto Vega 5510), el martes 11 de noviembre, a las 20. “Tengo curiosidad por saber cómo está la Argentina en este momento”, explica el cantante, compositor y guitarrista de 27 años. “También me gustaría que el público disfrute de mi nuevo proyecto. Sé que muchos promotores aprovechan la desinformación para vender mi recital como si fuera uno de Black Midi, lo que escapa de mi control. ¿Pero a quién le importa? El que vaya al show seguramente estará informado acerca de lo que estoy haciendo ahora”.
-¿Cómo ha sido salir de gira sin tus antiguos compañeros?
-En el caso de Sudamérica, armé una banda compuesta por músicos brasileños. Y lo mismo hice en Estados Unidos, en el Reino Unidos y en Japón. Así que toqué con diferentes músicos en cada territorio. Y hasta ahora ha sido una experiencia emocionante e interesante.
-Cuando Black Midi estaba en su mejor momento, decidiste patear el tablero. ¿Por qué lo hiciste?
-Me fui porque dejó de ser divertido. Cuando ensayábamos o componíamos, se sentía cada vez más como una obligación. Era muy parecido a un trabajo. Escuché a otros músicos decir que no pasa nada si esto se siente como un trabajo, pero a mí me parece una actitud totalmente equivocada. Si te dedicás a la música, deberías disfrutarla de verdad. Aunque a veces sea difícil.
-El título de tu primer álbum en solitario da la sensación de manifiesto.
-Es un manifiesto, es como decir: “¡Hagámoslo! ¿Por qué no?”. Y también es un poco tonto porque muchos títulos no significan nada. Básicamente, lo que quise expresar era que tenía ganas de hacer algo genial.
-Las canciones del disco siguen teniendo ese sabor a tu antiguo grupo. ¿Te planteaste algo en particular al momento de componerlas?
-Compuse muchas de las canciones de la banda y obviamente las cantaba, así que cuando decidí lanzar mi propio proyecto y usar mi nombre, el proceso fue prácticamente el mismo. Quizá la principal diferencia radicó en la ejecución, porque cuando estás en una banda siempre tenés que estar en sintonía con los demás músicos.
-¿The New Sound lo ideaste mientras estabas en Black Midi?
-Algunas de estas canciones las probamos en la banda y no encajaron. En la música, nada es personal: a veces sólo necesitás diferentes músicos para distintas canciones. Ahora estoy componiendo nuevos temas con un enfoque completamente diferente.
-Una vez que tuviste el repertorio finiquitado, ¿qué fue lo que más te sorprendió?
-Una de las cosas más importantes de este álbum fue hacer canciones con un ritmo más marcado. En Black Midi intentamos que los temas siempre fueran cambiantes y lo mismo pensé para este álbum, pero quise experimentar con canciones que tuvieran un ritmo constante de principio a fin.
-¿Y cómo te cayó la ficha?
–The New Sound está muy influido por los discos de salsa que aparecieron en los años ’70 a través del sello Fania Records, en especial los de Héctor Lavoe y Willie Colón. Comedia, por ejemplo, es tan cinematográfico como sofisticado.
-Inglaterra carece de cultura latina. ¿Cómo accediste a la salsa?
-Cuando era niño, mi mamá trabajaba en un club de salsa. De pequeño odiaba la salsa, pero volví a escucharla a los 18 años y me pareció la mejor música que se haya hecho en la historia. Está demasiado bien hecha: es inteligente, virtuosa, técnicamente genial y con arreglos intrincados, pero eso no le resta accesibilidad y simpleza. No hablo español, pero las historias que se cantaban en esa época eran poderosas.
-Tomando en cuenta que sos un músico estudioso, ¿qué te pasa cuando ves que hoy los prospectos de artistas aprenden a través de tutoriales?
-Es una pregunta complicada porque es bueno que la gente aprenda música. Y con los recursos que hay hoy en día, cualquiera puede hacerlo mediante YouTube, Instagram y demás. Dicho esto, la esencia de la música es tocar con otras personas. Ahí es cuando te preguntás: “¿Cómo es posible que todos los músicos que salen de una iglesia sean los que toquen para las estrellas del pop? La respuesta es obvia: practican constantemente con mucha gente.





