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De Loredo se quedó sin la peluca y sin la boina

Desde Córdoba 

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El viernes previo al cierre de listas ya se sabía que no iba a haber más que un puesto número tres en la lista libertaria cordobesa para Rodrigo de Loredo. Disconforme con el sitial, el diputado con más peluca de todos los radicales decidió dejar pasar el último tren y no subirse a las elecciones este año. Aún cuando votó en sintonía con La Libertad Avanza en casi todas las votaciones, sabía además que las bases y condiciones del acuerdo con los libertarios podía llevarlo a lugares muy incómodos. Ya lo sintió cuando fue el turno de votar el proyecto de financiamiento universitario: primero no dio quórum pero después, sin margen de maniobra, votó a favor de una de las banderas históricas del radicalismo. En casi todo el resto de los temas, votó igual que el bloque violeta.

A pesar de todo esto, el lugar ofrecido por Karina Milei no era el de protagonista principal. Es que además de la voracidad de la hermana presidencial a la hora de los armados, De Loredo llegó a la negociación sin su estructura partidaria atrás. A fines de julio, el congreso partidario lo había habilitado a buscar una alianza con La Libertad Avanza, con la condición de que sea un radical -él mismo, por ejemplo- quien encabece. Pero en el medio, la Cámara Nacional Electoral falló a favor de Más Radicalismo, el sector referenciado en el exintendente de la capital, Ramón Mestre, y dispuso la realización de internas en la UCR para definir los candidatos. Desde Generación X, el sector deloredista, arguyeron que ya había una mayoría consolidada expresada en dos congresos partidarios y que las internas eran un método «caro y desgastante». De Loredo retiró su lista y le dejó el sello a Mestre.

“No acepto la invitación”, fue la frase con la que De Loredo confirmaba en el video del viernes que no iba a ser parte de la lista libertaria en Córdoba. Ante la consulta periodística, fuentes libertarias escribieron risas por WhatsApp y apelaron a una ironía ácida: “Es como si yo dijera que decidí no salir con Pampita”.

El mandato de De Loredo termina en diciembre. Cuando eso suceda, volverá al llano, a la militancia silvestre. Alejandra Ferrero, legisladora provincial y referente local de Generación X -sector interno de De Loredo- señaló: “Este sector sigue trabajando. Creemos más todavía en Rodrigo, muchos califican como heroico su gesto. No lo den por muerto, volverá multiplicado”. ¿El objetivo? Ir por la gobernación de Córdoba en 2027, meta que comparte con su exsocio, Luis Juez.

Juez recordó que De Loredo no aceptó ser su candidato a vicegobernador en 2023 y afirmó que esa fórmula hubiera vencido a Martín Llaryora. “A Rodrigo lo quiero mucho, pero cuando estás frente al arco hay que patear, siempre hace una de más”, dijo con ponzoñoso cariño el senador. Ese año, de hecho, De Loredo prefirió ser candidato a intendente de Córdoba en una compulsa contra Daniel Passerini, que a priori le daba más chances que las que tenía Juez contra Llaryora. Convocó a Lousteau -su referente partidario en ese momento- y a los precandidatos presidenciales de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. Pero la derrota se conoció temprano y la admitió su propio suegro, Oscar Aguad, cuando se bajaba del auto en el estacionamiento del salón que oficiaba de bunker. Minutos después, De Loredo dejó aquella frase memorable ante los dirigentes nacionales: “Los hice venir al pedo”.

Salir a flote

Ahora que De Loredo se quedó sin poder ser el radical con peluca ni el libertario con boina en las elecciones legislativas de este año, tendrá que reconstruirse. “Empezaremos un trabajo después de las elecciones. Sobran causas para seguir reclamándole a este cordobesismo que no dio respuestas en muchos temas. En especial en seguridad y en materia tarifaria impositiva. Nuestra oferta será después de este año”, detalló Ferrero, para quien el paso al costado “fue heroico, un gesto de calidad que a los radicales nos hace sentir orgullosos”.

Salir a flote era el título de un libro con propuestas para Córdoba que Rodrigo de Loredo publicó en 2014. Su autor aparecía en la tapa bajo el agua, con los cachetes hinchados conteniendo la respiración. Hoy volver a la superficie y tomar aire nuevamente parece ser el primer paso.

Los más cercanos a él dentro del partido dicen que no resignarán la mayoría construida en los últimos años y que la articulación con el presidente partidario, Marcos Ferrer, no se va a resentir. Ferrero echó por tierra las versiones de fuga de intendentes: “Los que se podían ir ya se fueron”, analizó. Es que el gobierno provincial peronizó su lista pero hizo una excepción y sumó a Emiliano Paredes, intendente radical de Tanti, como para tratar de abrir una puerta por la que puedan transitar muchos más. Fuentes radicales que fueron parte de las conversaciones para que Paredes se incorpore a la lista cordobesista dicen que no está solo y detrás suyo hay otros jefes comunales que arrastran enojo con De Loredo por sus posturas abiertamente libertarias. Son intendentes que en su despacho tienen cuadros de Alfonsín, cuya figura el presidente Milei golpeaba por deporte, según contó él mismo.

Algunos sectores del radicalismo que fueron críticos durante muchos años con De Loredo pero ahora lo acompañan, admiten haberle planteado que ir en una lista con los libertarios era “cocinarse”, porque iban a quedar obligados a votar contra los jubilados o el sector de la discapacidad, por caso. Piden el armado de un frente para 2027 con otros sectores y partidos, aunque piensen distinto y por más incómodo que resulte.

Aseguran que el gesto de De Loredo fue «de humildad» para una personalidad a quien siempre se le achacó su soberbia. Sin embargo no ven la firmeza de tropas que alega Ferrero y admiten que debe poner rápidamente un norte y generar nuevas expectativas para evitar más fugas. “Si no, los soldados se van a pelear otras batallas, no esperan”, susurran.

Otro round con Mestre

Desde Generación X no ocultan su fastidio con Ramón Mestre -que será el candidato radical- después de la disputa judicial por las internas. “No vamos a trabajar por la Lista 3, no nos representa”, señaló Ferrero sin medias tintas. Todavía no está definido si harán un esfuerzo para empujar la lista de La Libertad Avanza, aun cuando no haya boinas blancas allí.

La disputa entre ambos es histórica. En 2015 De Loredo buscó generar una interna para la elección municipal contra Mestre, que buscaba su segundo mandato. El intendente capitalino de aquel momento suspendió las internas horas antes de realizarse, se quedó con la candidatura y, finalmente, con el triunfo en aquellas elecciones. Diez años después, una pulseada por la interna los volvió a encontrar, con De Loredo fortalecido y Mestre en el llano. Pero volvió a imponerse -Justicia mediante- el exintendente.

En 2021, De Loredo se le animó a toda la cúpula partidaria en la disputa por el control de la UCR Córdoba. Mestre y Negri habían cicatrizado las profundas heridas abiertas en 2019 -donde fueron en listas separadas, Negri por Cambiemos y Mestre con la Lista 3- y promovían al intendente de General Cabrera, Marcos Carasso, para conducir el partido. De Loredo los enfrentó a todos y perdió, por poco. Ese año terminó siendo el diputado más votado, con el 54% de los votos, en Juntos por el Cambio.

Para Mestre la parada no será fácil ya que no solo Generación X le va a retacear apoyo y militancia. Tampoco lo harán muchos intendentes del interior que manifiestan su cansancio con la lógica que le achacan al exintendente de Córdoba: “si no soy yo, no es nadie”.

Fuente: Pagina12

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