No hay tregua entre macristas y libertarios

No hay piedad entre La Libertad Avanza y el PRO. No la hay en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y cada vez menos en la provincia de Buenos Aires. Por caso, el vocero presidencial Manuel Adorni se abalanzó contra el partido de Mauricio Macri al sostener que «fracasó y quedó obsoleto» y utilizó una particular comparativa al plantear que el PRO es «un Nokia 1.100» y LLA «un Iphone 16 PRO». Mientras tanto, el expresidente pasó el día concentrado en evitar que dirigentes del PRO bonaerense se sumen a los libertarios a modo individual. Para eso Macri se reunió con Cristian Ritondo –que estuvo el miércoles con Karina Milei– y se tomaron una foto para enviar a la Casa Rosada una señal de que todavía tiene el control del partido y la negociación.
No hay piedad entre La Libertad Avanza y el PRO. No la hay en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y cada vez menos en la provincia de Buenos Aires. Por caso, el vocero presidencial Manuel Adorni se abalanzó contra el partido de Mauricio Macri al sostener que «fracasó y quedó obsoleto» y utilizó una particular comparativa al plantear que el PRO es «un Nokia 1.100» y LLA «un Iphone 16 PRO». Mientras tanto, el expresidente pasó el día concentrado en evitar que dirigentes del PRO bonaerense se sumen a los libertarios a modo individual. Para eso Macri se reunió con Cristian Ritondo –que estuvo el miércoles con Karina Milei– y se tomaron una foto para enviar a la Casa Rosada una señal de que todavía tiene el control del partido y la negociación.
«Ellos son un Nokia 1.100 y nosotros un IPhone 16 PRO. Los dos sirven para hablar por teléfono, pero uno quedó obsoleto», sentenció Adorni en una entrevista amigable que hizo en el canal A24. Allí dijo además que el macrismo «no es una oposición al kirchnerismo».
El vocero, a la sazón primer candidato a legislador por LLA, afirmó que las legislativas suponen una elección de modelos, de un lado el peronismo tras la presentación de Leandro Santoro, y del otro, el modelo de «la libertad», que considera, él es el representante natural. «Es una elección de dos modelos, de dos formas de ver la Ciudad el día de mañana. El kirchnerismo de un lado y nosotros del otro. La miseria de un lado, nosotros del otro. Cristina (Kirchner), Alberto (Fernández), (Sergio) Massa y nosotros del otro», sintetizó.
La estrategia de Adorni parece ser el descartar directamente al macrismo y responsabilizarlo del regreso de CFK en 2019. «Querés que venga el kirchnerismo, lo votas a Santoro; no querés que venga el kirchnerismo, nos votas a nosotros. Lo demás quedó viejo», aclaró.
El vocero buscó pegarle al jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, por debajo del cinturón. Primero dijo que el PRO «fue parte del cambio, hicieron infinidad de cosas bien, pero bueno, hoy lo que pueden sacar al kirchnerismo de la faz de la política argentina somos nosotros». Luego mandó el puñal: «Hasta al menos uno o dos años, la Ciudad la han gestionado bien. Hay que dar un salto de calidad que no va a dar el PRO», afirmó respecto a la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, competidor directo del macrismo porteño.
Poco después, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se sumó al ataque al PRO. La excandidata presidencial afirmó que «Mauricio Macri está enojado y peleado con el mundo. En vez de apoyar a un gobierno que está haciendo las cosas bien, tiene una especie de rencor», indicó.
«Es difícil hacer un acuerdo con alguien que tiene rencor. También participé del PRO, no tengo celos de que Javier (Milei) le está yendo mejor», dijo para luego señalar que Macri «no termina de aceptar la realidad que es que Javier Milei desconcertó con un cambio que puso a la Argentina en otra dimensión de la que estaba».
Macri y Ritondo
El jueves se conoció una foto que desconcertó en el macrismo paladar negro. En el despacho del presidente de la Cámara baja, Martín Menem, se habían reunido Cristian Ritondo, Diego Santilli y Guillermo Montenegro con Karina Milei, Lule Menem y Sebastián Pareja. La estrategia libertaria en el territorio bonaerense es hacer alianza con dirigentes y no con los partidos, es decir que no toman en cuenta al PRO.
Sin embargo, Macri insiste en una alianza partidaria y hasta tiene una serie de condiciones para realizar el acuerdo. Por lo pronto, buscó mostrar que maneja y controla el partido y a sus principales espadas. Ayer se reunió en la sede del PRO que está ubicada cerca de la Casa Rosada con Ritondo, jefe de la bancada macrista en Diputados y acompañante de las iniciativas parlamentarias de los libertarios.
El expresidente aprovechó el encuentro con su diputado para intentar demostrarle a la Rosada que todavía es el jefe. Incluso publicó una foto de esa reunión pero también mandó un mensaje. Reclamó un acuerdo pero antes pidió que los libertarios suspendan las agresiones en CABA. La segunda es el armado de las listas que, dice, tendrá que respetar las singularidades de cada municipio. Por último el expresidente pretende que el acuerdo electoral entre ambas fuerzas la firmen él y el presidente Milei. No quiere, como dicen sus colaboradores, segundones sino los jefes de ambas fuerzas políticas. Habrá que ver si es posible.