Ecuador: una nueva masacre carcelaria deja 15 presos muertos y 14 heridos
Al menos 15 presos murieron y 14 más resultaron heridos por un enfrentamiento entre presos este martes en una convulsa cárcel del puerto ecuatoriano de Guayaquil. Esta es la primera masacre carcelaria que enfrenta el presidente Daniel Noboa, quien en enero pasado declaró el conflicto armado interno contra las bandas criminales, a las que pasó a llamar «terroristas».
La Penitenciaría del Litoral es la cárcel más grande del complejo carcelario de Guayaquil, un conjunto de cinco prisiones donde están recluidos alrededor de 12 mil presos, y que en años anteriores fue el escenario de las peores masacres entre reos registradas dentro de la ola de violencia criminal en la que se encuentra Ecuador desde finales de 2020. La más grave se registró en septiembre de 2021, cuando 119 reclusos fueron cruelmente asesinados.
Requisa «a gran escala» y control del penal
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), la unidad penitenciaria del Estado, señaló en un comunicado que el Bloque de Seguridad, compuesto por la Policía, las Fuerzas Armadas y los ministerios de Interior y Defensa, tomó control absoluto del centro penitenciario donde, además, realizó un operativo de requisa «a gran escala». La Fiscalía publicó en su cuenta de X que en las próximas horas «formulará cargos contra nueve privados de libertad por su presunta participación en el delito de asesinato».
En imágenes captadas por la agencia AFP se observa una decena de cuerpos envueltos en cobijas y tendidos en un patio de cemento, mientras un grupo de cuatro reclusos con uniformes de color naranja depositan otro cadáver. Los videos también muestran un fuerte despliegue de la policía en otro sector de la prisión. Los presos fueron sacados de los pabellones y formados en filas, bajo vigilancia de las fuerzas de seguridad.
Uno de los presos de la cárcel del Litoral donde fueron asesinados 15 reclusos y otros 14 resultaron heridos advirtió a su esposa sobre la inminencia de ataques en ese centro penitenciario. Familiares apostados en las afueras de la cárcel en busca de noticias tras la masacre, revelaron que a las cuatro de la madrugada empezaron a recibir llamadas desde la prisión para informar sobre el asesinato de sus parientes.
La esposa de uno de los presos dijo al canal Teleamazonas que este pedía «que lo saquen rápido porque los iban a matar a todos». En los exteriores del penal en Guayaquil, otra mujer se preguntaba cómo podía ser posible que «un lugar donde están resguardados por militares, policías, y donde están todos encerrados», puedan ocurrir estas matanzas.
En las cárceles ecuatorianas se produjeron decenas de choques entre presos de bandas rivales del narco que las autoridades atribuyen a disputas de poder por el control de la distribución de la cocaína que va hacia Estados Unidos y Europa. Consideradas entre las peores masacres de este tipo en Latinoamérica, las pugnas en Ecuador dejan más de 460 reos muertos desde febrero de 2021. En el pasado los presos llegaron a transmitir en vivo el horror a través de redes sociales.
La mano dura de Noboa
Desde enero, cuando Noboa declaró un conflicto armado interno para combatir a una veintena de bandas consideradas «terroristas», las cárceles tienen presencia militar. Organismos de derechos humanos denuncian abusos y falta de alimentos para reclusos. En audiencias públicas, algunos presos han relatado haber recibido golpes y descargas eléctricas por parte de las fuerzas de seguridad.
La oleada de asesinatos se cobró la vida de directores de cárceles, así como autoridades del aparato judicial como fiscales y del ámbito municipal, entre ellos varios alcaldes, además del asesinato en agosto de 2023 del entonces candidato presidencial, Fernando Villavicencio. Producto de este fenómeno, y a raíz del asalto de un grupo de hombres armados al canal TC Televisión acompañados de otros hechos de violencia en las calles, Noboa elevó la lucha contra el crimen organizado a la categoría de «conflicto armado interno».
En enero de este año 150 guardias penitenciarios fueron retenidos por varios días en una serie de amotinamientos coordinados en varias cárceles, en los que un agente fue asesinado. En su política de mano dura contra el crimen, Noboa planteó una reforma constitucional para que los presos dejen de ser considerados una población de «atención prioritaria», un estatus que obliga al Estado a garantizar con especial atención sus derechos básicos. «Prioridad solo para quienes lo necesitan y lo merecen», escribió el mandataro la semana pasada en su cuenta de X.
La violencia que empezó en las cárceles ecuatorianas años atrás se trasladó a las calles. La tasa de homicidios en Ecuador trepó de seis cada 100 mil habitantes en 2018 al récord de 47 en 2023. Con una ubicación privilegiada en el Pacífico y en medio de Colombia y Perú, los mayores productores de cocaína del mundo, Ecuador encara también un aumento del narcotráfico. Aún no termina el año y el país decomisó este 2024 unas 249 toneladas de droga, superando las 219 toneladas incautadas en 2023.
Esta nueva masacre en la cárcel ocurrió mientras avanzan los preparativos para la XXIX Cumbre Iberoamericana de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, que se llevará a cabo entre el 14 y 15 de noviembre, en la ciudad andina de Cuenca bajo el lema ‘Innovación, inclusión y sostenibilidad’, donde existe ya un amplio operativo de seguridad, con militares armados que recorren las calles de la urbe.
La policía de Cuenca recibió cuatro alertas de eventuales manifestaciones durante los días de la Cumbre Iberoamericana, por lo que llamó a los convocantes a que desistan de realizar protestas o, al menos, las hagan de manera pacífica. Algunas calles de la ciudad, situada en el sur del país, estarán cerradas durante los días de la cita internacional, especialmente las cercanas al Museo Pumapungo, que será la sede de la reunión.