El que apoya la Agenda 2030 se va
El presidente Javier Milei interviene cada vez más en la Cancillería. No sólo eyectó al embajador Ricardo Lagorio de la embajada argentina ante la ONU y al número dos de la Cancillería, Leopoldo Sahores. Ahora le ordenó a todo el cuerpo diplomático y representantes argentinos en el exterior alinearse a las ideas de “la vida, la libertad o la propiedad” o dar “un paso al costado”. En un comunicado envíado a la ministra Relaciones Exteriores, Diana Mondino, y a todos los funcionarios del Servicio Exterior les dijo que no pueden hacer “declaraciones en contra de esos principios como lo promueve la Agenda 2030 que impulsa Naciones Unidas». Una decisión se da incluso en medio de tensiones por cuestiones salariales.
El presidente Javier Milei interviene cada vez más en la Cancillería. No sólo eyectó al embajador Ricardo Lagorio de la embajada argentina ante la ONU y al número dos de la Cancillería, Leopoldo Sahores. Ahora le ordenó a todo el cuerpo diplomático y representantes argentinos en el exterior alinearse a las ideas de “la vida, la libertad o la propiedad” o dar “un paso al costado”. En un comunicado envíado a la ministra Relaciones Exteriores, Diana Mondino, y a todos los funcionarios del Servicio Exterior les dijo que no pueden hacer “declaraciones en contra de esos principios como lo promueve la Agenda 2030 que impulsa Naciones Unidas». Una decisión se da incluso en medio de tensiones por cuestiones salariales.
En un comunicado enviado anoche, el Presidente instruyó a todos los funcionarios a que no acompañen “ningún proyecto, declaración, resolución, o documento que establezca violaciones al derecho a la vida, la libertad y la propiedad o un trato desigual frente a la ley; valores que son pilares de esta nueva administración”. Milei aclaró que no importa “bajo qué bandera noble se pretendan escudar estas violaciones, la República Argentina no acompañará ninguna medida que atente contra estos valores fundamentales de la civilización occidental”.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que rechaza Milei, fue aprobada en septiembre de 2015 por ONU y establece «una visión transformadora hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental» de todos los países que integran Naciones Unidas. La Argentina no sólo firmó la Agenda sino que trabajó en su construcción durante el último gobierno de Cristina Kirchner. La Agenda 2030 presenta una oportunidad histórica para América Latina y el Caribe, ya que incluye temas altamente prioritarios para la región, como la erradicación de la pobreza extrema, la reducción de la desigualdad en todas sus dimensiones», reza un trabajo de la CEPAL.
La nueva Argentina
Según Milei, se trata de un proceso de cambio enmarcado en la “doctrina de la nueva Argentina” que tiene como principios de la conducta internacional el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad. Y afirmó que quienes no lo cumplan “deberán dar un paso al costado”. Pero no solo ordenó el cambio en el posicionamiento de la política exterior argentina, sino que volvió a criticar a la ONU como lo había hecho en septiembre durante la Asamblea General. En aquel momento, sostuvo que la organización se convirtió en “una de las principales propulsoras de la violación sistemática de la libertad” como lo fueron las cuarentenas a nivel global durante 2020, a las que consideró “un delito de lesa humanidad”. Además, había anticipado que Argentina abandonaría “la posición de neutralidad y va a estar a la vanguardia en defensa de la libertad”.
“La Agenda 2030, aunque bienintencionada en sus metas, no es otra cosa que un programa de gobierno supranacional de corte socialista que pretende resolver los problemas de la modernidad con soluciones que atentan contra la soberanía de los estados-nación, y violentan el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad de las personas”, sostuvo Milei en el comunicado que fue enviado por el sistema interno de la administración pública llamada GEDE y el que están copiados alrededor de 400 funcionarios. El mailing que enviaron de Cancillería fue tan amplio que incluyó incluso a exembajadores.
La decisión de Milei se alinea con el rechazo a todo tipo de regulaciones que, como es de esperar, incluye el mundo financiero, los fondos buitres pero también su apoyo al extractivismo. “Se han promovido políticas colectivistas que atentan contra el crecimiento económico, violentan los derechos de propiedad, y entorpecen el proceso económico natural, llegando a impedirle a los países más postergados del mundo gozar libremente de sus propios recursos para salir adelante”, agregó. Por último dijo que el momento histórico demanda el esfuerzo de la totalidad de los funcionarios. “Quienes no se encuentren en condiciones de asumir los desafíos que depara el rumbo adoptado en defensa de las ideas de la libertad deberán dar un paso al costado”, amenazó.