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¿los pesos del plan platita irán al DÓLAR?

«No me vayan a comprar dólares«, imploró con una sonrisa el candidato oficialista Sergio Massa, cuando se sintió Juan Perón por un ratito, mientras miles de camioneros lo vitoreaban, y vendedores ambulantes hacían su «agosto» vendiendo jarritas de cerveza a 1.500 pesos en la Plaza de Mayo. Ni siquiera un tenso episodio ocurrido al final del acto -un «guardaespaldas» del sindicato de Camioneros abrazó al ministro de Economía demasiado fuerte desde atrás y éste se lo sacó de encima de mala manera- pudo empañar esa media hora de gloria para Massa cuando anunció con la voz tomada que los asalariados de sueldos más altos tampoco pagarían Ganancias.

Días después, Diputados daría media sanción al proyecto, con el candidato observando desde el balcón cómo Javier Milei respaldaba su iniciativa, y sin advertir que Pablo Moyano, el combativo hijo de Hugo, les levantaba su dedo anular a los diputados de Juntos por el Cambio, en otra señal desafiante e irrespetuosa. Delicias de una campaña que va ganando en efervescencia, como se notó en el tenso debate de los candidatos de vice.

La solicitud casi paternal que hizo el ministro a la militancia camionera incluyó un pedido que sorprendió a propios y extraños: «En lugar de ir al dólar, compren un autito». Se ve que no tuvo en cuenta que el precio de los «autitos» más que se duplicó en un año.

Pero más allá de la efervescencia, el discurso refleja que el ministro de Economía viene siendo advertido sobre un problema que a medida que se acerque el día de las elecciones se puede empezar a agravar. Analistas del mercado cambiario empiezan a preguntarse qué destino tendrá parte del ingreso extra que tendrán millones de personas gracias al Plan Platita.

Si bien no hay una única estimación, se estima que el plan electoralista del oficialismo derramará sobre el consumo más de 2 billones de pesos en apenas dos meses. Parte de ese imponente monto será destinado a pagar deudas, de la tarjeta de crédito sobre todo, pero una buena porción también podría intentar ser destinada a ahorro por parte de consumidores cuya incertidumbre va en aumento a medida que se acercan las presidenciales.

El problema es que las alternativas de ahorro en la Argentina quedaron circunscriptas a los plazos fijos o el dólar, en un escenario donde la inflación esmerila a diario el bolsillo y existe gran incertidumbre sobre lo que vendrá.

La fuerte inyección de pesos en la economía puede terminar presionando al dólar.

La influencia decisiva en la incertidumbre sobre las decisiones económicas, largamente estudiada, es la que por ejemplo frena las inversiones, y lo mismo ocurre con el consumidor final. Si carece de certezas sobre el escenario que viene, su instinto de supervivencia lo lleva a frenar el consumo y buscar donde guarecerse. Las opciones se les van terminando, ya que el plazo fijo rinde menos que la inflación.

Un dólar en alza es inversamente proporcional al éxito oficialista. Massa lo sabe, sus opositores también.

Las empresas reclaman certidumbre

Esa incertidumbre que lleva a numerosos ahorristas a buscar protegerse en el dólar, se replica en el mundo de los negocios. El empresariado también reclama certidumbre para llevar adelante sus actividades. Las trabas para importar fueron uno de los ejes de la última reunión de Junta Directiva de la UIA, desde donde alertan que las deudas comerciales de las Pymes rondan los u$s38.000 millones. «Traten de ir arreglando ese stock con este gobierno, para que no nos quede el problema a nosotros», les dijo a los miembros del CyCIP Carlos Melconian, asesor estrella de Patricia Bullrich, cuando esta semana disertaron ante lo más granado de ese círculo rojo.

Un escenario similar se vive en el mundo de las finanzas. Durante el encuentro del IAEF (ejecutivos de finanzas) también se reclamó «certidumbre«. La tradicional encuesta realizada entre los asistentes a ese cónclave -altos directivos del sistema financiero- arrojó que las principales medidas que creen favorecerán la confianza al momento de decidir una inversión son: plan económico claro y sustentable (32%), política cambiaria estable (23%) y reforma tributaria (20%). Y cuando les consultaron qué acciones del Estado mejorarán la competitividad y facilitarán las inversiones, la principal respuesta fue una simplificación tributaria y administrativa (58%) y luego, lejos, acuerdos Gobierno-Sindicato-Empresas (18%).

En tanto, Miguel Blanco, coordinador del Foro de Convergencia Empresarial, lamentó que los empresarios deben dedicar gran parte de su tiempo a «lidiar con el Estado». «Hay trámites hasta para pagar un software tecnológico», se quejó, en alusión a los problemas cada vez más serios que existen para abonar hasta la actualización de simples programas de computación, porque los sistemas intervenidos por la AFIP rechazan las tarjetas de crédito en algunas operaciones con el exterior. «Argentina tiene oportunidades, pero el principal problema es eliminar el peso del Estado», dijo Blanco, lapidario. ¿Guiño a Milei, a Bullrich, o a los dos?

Tal vez el panorama se aclare a la hora de preguntarle a las empresas qué tendencia global las afecta más a la hora de decidir una nueva inversión. La respuesta mayoritaria sorprendió, ya que dijeron que lo que más los complica es «el avance de los populismos o nacionalismos extremos«, una variable que hasta ahora no había sido mencionada. ¿Cambió de época?

Las empresas reclaman dólares para importar y el BCRA mantiene una importante deuda.

Las empresas reclaman dólares para importar y el BCRA mantiene una importante deuda.

Massa sigue con atención el derrotero del dólar

El pedido de Massa de no salir a comprar dólares en manada parece responder a temores fundados. El dólar blue se despertó en las últimas horas tras la aparición de más demanda. Cerca del ministro candidato dicen que hay especulación de las cuevas y niegan que la gente se esté volcando en forma masiva a resguardarse detrás del «verde».

Camilo Tiscornia, economista y directos de CyT Asesores Económicos, advierte que para los dólares blue, MEP y CCL, la perspectiva es al alza. Y menciona el hecho de que los anuncios fiscales de los últimos días también harán lo suyo para presionar en ese sentido. Es que, por un lado, implican más emisión y más pesos en los bolsillos que pueden ir hacia el dólar, y, por otro, más consumo, que genera expectativa inflacionaria.

El mayor poder de fuego que está logrando generar el BCRA a raíz de la implementación del dólar soja 4, que le está permitiendo acumular la serie compradora en el mercado de cambios más extensa del año (ya lleva 27 ruedas positivas) y gracias a lo cual en septiembre completa, a la fecha, embolsos por tímidos u$s13 millones, es un dato que puede ayudar a descontracturar el frente cambiario en caso de ser necesario. 

De hecho, es gracias a eso que el BCRA viene interviniendo de manera sistemática en el mercado del MEP y, así, arbitra de alguna manera al blue y al CCL. No obstante, el Central no logra acumular reservas, lo cual es un problema.

Para el economista Tomás Tenconi, «el dólar MEP va a seguir bastante intervenido para calmar las expectativas de devaluación, aunque es de esperar que haya más demanda a medida que se acerquen las elecciones» en todas las plazas paralelas, una respuesta lógica de los ahorristas e inversores ante la incertidumbre electoral.

En este escenario, los tipos de cambio paralelos que se operan a través de activos bursátiles continúan bajo presión. Y, aseguran en la city, en el mes que queda hasta los comicios, el panorama no cambiará. Parece que se vienen tiempos movidos en el mundo de la especulación y las finanzas. Habrá que ver hasta dónde llega el ruido, y a qué candidato termina beneficiando.

Que el dólar no se salga de control, clave para la campaña electoral de Sergio Massa.

Que el dólar no se salga de control, clave para la campaña electoral de Sergio Massa.

Con estas medidas, Massa persigue dos grandes objetivos: quitarle apoyos a Milei entre los sectores de clase baja y morder en la torta de apoyos de Juntos por el Cambio en la clase media.

El director del BCRA Agustín D’Attelis, un heterodoxo cercano al kirchnerismo, destacó que con estas medidas se está aplicando una «inyección de dinero muy importante en sectores de clase media que, salvo algún caso particular, no tienen capacidad de ahorro para dar vuelta y hacer fuga de capitales». «En general son sectores que van a dar vuelta y volcar esto al mercado interno, al consumo», se entusiasmó.

D’Attelis estimó que en la Argentina el mercado interno representa el 70% del Producto Bruto. Y se esperanzó en que esta catarata de medidas tendrá «mucho impacto sobre la actividad económica». Sobre el costo fiscal, sostuvo que «no será tan alto porque se recaudará mucho más por otros impuestos atados a la actividad, como Ingresos Brutos y Ganancias de las corporaciones». En la oposición no piensan lo mismo. Creen que Massa sólo está agravando un agujero fiscal de grandes proporciones, en un barco que navega rumbo colisión. Los argentinos rezan por que no se hunda.

Fuente: iprofesional.com

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