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La hinchada argentina le puso música y color al Eden Park de Auckland

Foto: Julián Alvarez

Auckland, la ciudad más grande de Nueva Zelanda y en la que la Selección Argentina debuta ante Italia por la Copa del Mundo femenina de la FIFA, amaneció con mucha neblina pero al promediar la mañana ya había sol. El clima no es del todo amigable por estos pagos: siempre llueve, en algún momento del día, aunque sea un rato, se nubla, asoma el sol, vuelve a llover.

Pero hoy no importa nada. Por lo menos no les importa nada a los hinchas argentinos que vinieron a alentar al equipo de Germán Portanova al estadio Eden Park de Kingsland contra la «Azzurra».

Muchos ya estuvieron acompañando a esta Selección en febrero, cuando vino a jugar tres amistosos en la ventana FIFA, dos contra las Football Ferns y otro ante Chile. Con el envión de la conquista en Qatar, en un país donde el rugby es el deporte principal, los argentinos coparon las tribunas y se hicieron escuchar. Se calcula que los argentinos en tierras maoríes son unos 5.000. Acá en Auckland, unos cientos disfrutan de ver a sus futbolistas en el mayor evento de este deporte.

Es el caso de Julieta y Anabella, dos amigas de Caballito y Vicente López, que se conocieron acá y viven hace más de 15 años en Nueva Zelanda y que a la cancha vinieron con sus maridos (uno indio, otro neozelandés) e hijos con camisetas argentinas, vinchas, cornetas, banderas. En cambio, Alberto -que es chef y vive hace siete meses acá- viene por primera vez a ver a la selección femenina. Se trajo la bandera que dice «miedo y plata nunca tuvimos» con las caras de Messi, Maradona y el Papa Francisco. Diana vive en Londres y se pidió vacaciones para viajar a la fase de grupos. Fanática del equipo de Banini, la hincha de Quilmes llama la atención con su look particular rapado en la nuca y teñido de celeste y blanco.

Foto Julin Alvarez
Foto: Julián Alvarez

Dos horas antes del inicio del partido entre argentinas e italianas, los hinchas se juntaron en una de las esquinas del Eden Park, a metros de la estatua de la leyenda de los All Black Michael Jones que recrea el try que apoyó ante Italia en el Mundial de rugby de 1987 en ese mismo estadio.

En la puerta A del Eden Park están los hinchas de Argentina con sus banderas bailando al ritmo de una batucada -de «kiwis», como les dicen a los neozelandeses- que toca «Matador» de Los Fabulosos Cadillacs. Familias, grupos de amigos, público local y gente de todas partes del mundo disfrutan de la fiesta que arma la hinchada argentina. Suena «Muchachos» y se canta «quiero ganar la primera” en vez de la tercera. De un parlante sale «Pa’ la Selección». «El que no salta es un inglés», «Que de la mano de Portanova todos la vuelta vamos a dar» y «el que no grita Argentina para qué carajo vino» son otros de los hits.

El grupo «El Fogón», que estuvo el sábado en el evento del local Pachamama, donde los argentinos se juntaron el sábado a compartir mate y pastrafrola y grabar un video de aliento para las jugadoras, despliega pasos de tango y danzas folklóricas.

Foto Julin Alvarez
Foto: Julián Alvarez

Algunos se organizaron para ir juntos al estadio en una suerte de «banderazo» en el Centro Comercial de Auckland (CBD) y el Fan Fest.

El Fan Festival, donde se exhiben los partidos del Mundial en pantalla gigante, hay shows y juegos para toda la familia, y se vende el merchandising oficial de la Copa del Mundo de la FIFA, queda en un lugar llamado The Cloud sobre el Viaducto Harbour. En frente está la estación central de tren, donde el transporte hacia el Eden Park es gratuito desde tres horas antes de los partidos y para volver de la cancha.

El Auckland Harbour Viaduct es una especie de Puerto Madero repleto de restaurantes, un acuario, plazas con juegos para niños y las lanchas, yates de lujo y veleros estacionados uno al lado del otro. En esta zona céntrica también están los mejores hoteles, donde se alojan las autoridades gubernamentales y de la FIFA y varios de los seleccionados.

Foto Julin Alvarez
Foto: Julián Alvarez

El estadio Eden Park, lugar elegido para la apertura de la novena edición del Mundial Femenino, deliró con la fiesta inaugural pero sobre todo con el partido que vino después, en el que el seleccionado local (las Football Ferns) le ganaron 1-0 a Noruega -campeón 1995- con gol de Hannah Wilkinson. Las neozelandesas lograron su primera victoria en la historia de los Mundiales y la asistencia fue récord para un partido de fútbol (femenino o masculino): 42.137 espectadores, lo que generó una ovación cuando el número apareció en la pantalla gigante de la cancha.

En el debut de Estados Unidos contra Vietnam, con victoria de 3 a 0 para las actuales bicampeonas y que tienen a las dos jugadoras más populares del mundo en su plantel, Megan Rapinoe y Alex Morgan, hubo 41.107 personas.

Foto Julin Alvarez
Foto: Julián Alvarez

Para el match entre Argentina e Italia, promocionado en pantallas led en edificios, locales y paradas de bus por toda la ciudad (con las figuras de Estefanía Banini y Cristiana Girelli), no se vendió toda la capacidad de un estadio para 48.000 espectadores. Pero algo es seguro: la hinchada argentina gana por goleada, vaya donde vaya.

Fuente: Telam

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