Espectáculos

A pulso de vidala, Eva & Nadia recrean su encuentro en Salta y Buenos Aires

Nadia Szachniuk y Eva Solá: de la Usina Cultural salteña al Café Berlín en Devoto / Foto: Fernando Aramayo

Las intérpretes salteñas Eva Sola y Nadia Szachniuk, que se conocen y cantan desde los 13 años, vuelven a reponer el dúo con el que registraron los estupendos y laureados álbumes «Vidala» y «Vidala en mi zamba» para presentarse el próximo viernes en la capital provincial y en marzo en la Ciudad de Buenos Aires donde adelantarán repertorio de un tercer disco compartido.

«Durante los años que vivimos alejadas, siempre andábamos imaginando estos discos y volver al ruedo con los trajines carnavaleros de los cuales nos nutrimos todavía», señala a Télam Nadia Szachniuk, que entre 2004 y 2019 integró el Coro Nacional de Jóvenes y el año pasado publicó «Falú, por Nadia y Juan».

Szachniuk Estoy preparando un disco con un laudista renacentista que reside en Europa Foto Fernando Aramayo
Szachniuk: «Estoy preparando un disco con un laudista renacentista que reside en Europa». / Foto: Fernando Aramayo

Su compañera Eva Sola, violonchelista en la Sinfónica de Salta, provincia a la que regresó tras 13 años viviendo en Europa, aporta que «estos reencuentros van siendo paralelos con una relación de amistad de muchos años. Van acompañando momentos de creatividad, de pausa, de familia, de hacernos el aguante en lo personal. Todo eso va influenciando nuestra actividad como dúo».

Con el repertorio de raíz que ambas abordan con hondura y elegancia, la dupla cantará el próximo viernes, a las 21, en la Usina Cultural (España 1 de la ciudad de Salta); y jueves 2 de marzo, a las 20.30, en la sala porteña Café Berlín (Av San Martin 6656), acompañada por Seva Castro (guitarra, charango), Santiago «Tarco» Arias (bandoneón, guitarra, ronroco), Facundo Guevara y Hugo Cazón (percusión) y Elio Gutiérrez (charango).

Sol Lo que intentamos hacer es reflejar algo que hemos captado de nuestra msica y de nuestros paisajes Foto Fernando Aramayo
Solá: «Lo que intentamos hacer es reflejar algo que hemos captado de nuestra música y de nuestros paisajes»/ Foto: Fernando Aramayo

«En estos dos conciertos decidimos reflotar un poco el concepto del dúo original. O sea, darle un espacio especial al canto con caja, por lo que van a volver algunas vidalas del viejo disco», anuncia Eva a Télam.

-¿Cómo resuenan las piezas con tanto arraigo que interpretan en un momento donde parece imponerse la música fugaz y pasajera?

Nadia Szachniuk: Y…estamos en un tiempo donde lo fugaz, lo inmediato, es más valioso que lo que toma tiempo. No sé a dónde nos lleva ésta tendencia… Yo creo que nosotras lidiamos con el problema de que una música que es muy popular (del pueblo las aprendimos), no es masiva porque a la industria no le conviene… o no le interesa, y por lo tanto, no le hace espacio y no la difunde.

Pero nosotras nos llevamos sorpresas agradables cuando vemos que las personas de todas las culturas y clases sociales se emocionan ante una música tan noble como la vidala y los cantos con caja, o las canciones criollas que nos gusta cantar. Yo creo, aunque sea ingenuamente, que es imposible escapar a la emoción y a la belleza de estas canciones tan cargadas de identidad y memoria.

Eva Sola: Creo que es tan inusual actualmente la música que hacemos que hasta resulta novedoso. Lo pienso también en relación al estilo, donde nosotras vamos a rescatar lo tradicional, lo más esencial, lo más sencillo, termina pareciendo una suerte de modernismo minimalista

-En el mismo sentido ¿qué creen que tiene para enseñarnos la vidala y otras especies acerca de nociones como la identidad, la trascendencia y la memoria?

NS: La vidala, y los cantos con caja, son un espacio, un tiempo, una forma de expresión tan particular de nuestra cultura… Conjuga poesía española antigua con modismos norteños o locales, melodías preincaicas con modos antiguos, improvisaciones pero basadas en estructuras ya establecidas, recursos vocales propios de nuestra geografía pero muy hermanados a otras culturas milenarias… Tanto tiene la vidala y la copla en su sencillez y su profundidad, su humor y picardía…

ES: La vidala, referida a la identidad, es una hermosa muestra del sincretismo entre la cultura precolombina y la Hispánica. Una forma poética española con temáticas universales referidas al amor, al desengaño, a la tierra natal pero con palabras y modismos locales y originarios. Un modo armónico occidental, claramente tonal con un ritmo autóctono y con giros vocales desarrollados acá.

Referido a la memoria, la vidala conserva maneras de decir, de nombrar que son muy antiguas y como toda la literatura de nuestro folclore nos pinta paisajes y costumbres que son para casi todos nosotros lejanas.

-Por el bagaje que ustedes tienen para cantar, de alguna manera trazan un puente entre ancestralidad y modernidad ¿cómo sienten que transitan los dos extremos de ese camino? ¿viven esa tensión entre apostar a la ruptura o encontrar continuidades entre ambos lenguajes?

NS: Personalmente no siento que eso sea un objetivo, algo que busco. Ni la ruptura, ni la tensión… Más bien, ese puente me parece un resultado natural de mis gustos por lo ancestral, lo antiguo, y quién soy yo hoy, con esta cara polaca que tengo.

Creo que con Eva nos sumergimos en ese océano de expresiones ancestrales y al interpretarlas, las filtramos según quienes somos, nuestras experiencias, nuestras propias herencias, nuestros rostros europeos mezclados con varias generaciones de argentinos. Un equilibrio entre memoria y contemporaneidad, que no inventamos nosotras, pero que a mi me atrae en cualquier expresión artística.

ES: Lo que intentamos hacer es simplemente reflejar algo que hemos captado de nuestra música y de nuestros paisajes. Después como en todo proceso artístico, uno es una suerte de tamiz y lo que se escucha al final de eso está por supuesto atravesado como decís, de nuestro bagaje musical. Nosotras recibimos una educación musical y nos dedicamos a otros géneros musicales también y seguramente eso se siente de alguna manera.

-¿Cómo describirían la escena musical salteña y cuál es el espacio que hay para propuestas como las que ustedes encarnan?

NS: Salta tiene una historia de altísimos momentos con la poesía y la música, pero también, momentos de estancamiento a raíz de las imposiciones del mercado musical y la moda. Creo que actualmente este panorama sigue vigente. Y no hay mucho espacio para propuestas autogestivas como la nuestra.

ES: La escena musical salteña está muy limitada por el momento económico que se vive en todo el país y por lo tanto es muy difícil llevar a cabo profesionalmente cualquier proyecto que no tenga que ver con el llamado «mainstream».

T: ¿Qué proyectos cercanos tiene cada una para los próximos meses?

NS: En mi caso estoy preparando un disco con un laudista renacentista que reside en Europa, un repertorio muy ecléctico, con canciones que cada uno ama, de autores muy diversos como Joni Mitchell, Luis Alberto Spinetta, Sting, Björk, «Cuchi» Leguizamón y Atahualpa Yupanqui, entre otros. Además continúo presentando el disco con Juan Falú, mientras trabajamos con Eva en lo próximo que haremos.

ES: También hay una idea en la que estoy trabajando que tiene que ver con el tango, que es un género que siempre me cautivó, pero aún es un proyecto joven. Llevo adelante también la crianza de tres niñes pequeños, este último proyecto es probablemente el más desafiante.

Fuente: Telam

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