Deportes

el grupo de fans argentinos de Bangladesh

El grupo de FB que es un fenómeno inédito. Al domingo 11, ya rozaba los 180 mil seguidores.

El grupo Fans argentinos de la selección de cricket de Bangladesh fue creado hace menos de diez días -el 2 de diciembre- y ya cuenta con más de 170 mil miembros de los dos países. Lo que comenzó como un gesto de reciprocidad ante la pasión del pueblo bangladesí por la Selección argentina de fútbol, que por primera vez se percibe de forma masiva en nuestro país con el nivel de contundencia que tiene, pronto se transformó en un excepcional y emocionante intercambio cultural que trasciende todo límite deportivo y es noticia en los dos alejados puntos del planeta.

Desde que comenzó el Mundial Qatar 2022, redes y medios hacen circular sin tregua imágenes de enormes multitudes alentando y festejando las victorias argentinas, que llegan desde el pequeño país que separa India de Myanmar. En Bangladesh, cuya población es una de las más grandes del mundo –más de 167 millones de habitantes es el octavo del planeta-, la Selección argentina de fútbol despierta pasión.

Y es que el país de Asia del Sur fue colonia inglesa durante casi 100 años, y cuando Argentina venció a Inglaterra en la Copa del Mundo de 1986, el pueblo bangladesí abrazó la victoria del equipo comandado por Diego Armando Maradona como propia y fundó un vínculo de amor y aliento hoy supera toda fantasía.

Unos días antes del partido Argentina-Australia, Dan Lande, un joven economista y viajero porteño que escribe memorias, sorprendido y atraído por el fenómeno que definió como “un universo paralelo”, decidió crear (un poco en chiste, un poco en serio) un grupo en Facebook para reunir argentinos e hinchar por la selección de cricket de Bangladesh.

El gesto tiene sentido de reciprocidad porque allá el cricket es el deporte oficial. El grupo creció a una velocidad increíble, y muy pronto empezaron a aparecer argentinos que, sin saber del todo cómo funciona el deporte de origen británico, se esmeraron en demostrar su apoyo al país lejano y agradecer el aguante bangladesí al seleccionado albiceleste. No tardaron en sumarse bangladesíes contentos por las inesperadas muestras de cariño.

“Ya somos más de 400 y se está hablando en serio de juntarse al próximo India Bangladesh que ATENCION juegan esta semana”, escribió el mismo día que creó el grupo Lande en su cuenta de Twitter, donde fue compartiendo los sucesos destacados del loco viaje de intercambio cultural que acababa de gestionar.

Puesta a punto de las reglas del cricket y las épicas de los Bangla Tigers –el equipo ahora homólogo a la Scaloneta-, ofrenda de canciones de cancha que mencionan al capitán Litton Kumer Das y el jugador estrella Tamim Iqbal, búsqueda de compra de camisetas en Argentina, planes para juntarse a ver partidos en algún bar, intercambios ansiosos en la previa al partido de Argentina y Australia (que iba a suceder al día siguiente, sábado 3), incontables registros del amor bangladesí por la blanca y celeste y un sinfín de arengas y agradecimientos de parte de los dos polos de la alianza: así comenzó el intercambio. Pero no tardó mucho en transformarse en otra cosa. Pronto empezaron a publicarse preguntas sobre el folklore, las costumbres y la historia de cada cultura.

Unos y otros compartieron imágenes de la belleza natural de su tierra. Algunos bangladesíes pidieron recomendaciones de películas y poetas argentinos. Alguien explicó que acá en la cancha se come choripán, y desde Bangladesh comentaron que los carritos ambulantes allá venden té.

Un marplatense armó una lista de músicos argentinos que incluye 137 artistas y le comentaron detalladamente la composición genérica de la música local bangladesí. Un Rosarino subió una foto de la casa donde nació Messi para deleitar a los compañeros que lo alientan desde el otro lado del mundo. Abundaron las publicaciones sobre el significado de los colores de la bandera del país asiático: “el color verde de nuestra bandera simboliza la naturaleza verde y la juventud de Bangladesh, mientras que el círculo rojo simboliza el sol naciente y la sangre de los luchadores por la libertad martirizados”, detallaron muchos miembros.

Mujeres explicaron su relación con el hiyab, el velo que debe cubrirles el pelo y pecho según la religión musulmana, aclarando que en Bangladesh no es obligatorio usarlo, pero que muchas religiosas lo hacen por decisión propia. De la mano de Google translate, los de Bangladesh aprendieron a decir “carajo”, a la vez que explicaron a los argentinos el origen de su lengua.

Una hinchada incondicional la de Bangladesh
Una hinchada incondicional: la de Bangladesh.

Es un fenómeno que no deja de resultar impactante cómo un gesto inicialmente anclado en el territorio del deporte trasciende por completo ese territorio para movilizar un interés genuino en los abundantes rincones de otra cultura. Aunque, en el fondo, el suceso de la unión entre Bangladesh y Argentina tiene que ver con una enorme concordancia cultural desde su origen: es un sentimiento de comunión gestado por la experiencia colonial y, sobre todo, por la pulsión de lucha contra el colonialismo inglés, el que hizo que el pueblo bangladesí enarbolara la figura de Maradona.

Ver a la nación que lo sometió al hambre, la explotación y la aniquilación –la Hambruna de Bengala de 1943 que arrasó a aproximadamente 3 millones de bengalíes es la más cruda evidencia histórica de ese sometimiento– humillada frente a un seleccionado de un país que reclamaba la soberanía de las Islas Malvinas, comandado por un jugador de nivel extraordinario orgulloso de su barrio popular natal, fue un motivo de fuerte identificación para el pueblo que consiguió su independencia recién en 1971.

El grupo de Fans argentinos de la selección de cricket de Bangladesh es una muestra fascinante de la existencia de ese lugar en el que una contienda deportiva se puede transformar en una profunda batalla simbólica, donde el fútbol es mucho más que fútbol. Lo dijo hace muchos años Alejandro Dolina: «el placer del fútbol tiene que ver con suspender la credulidad y entregarse a la fe poética de que el resultado de un partido puede mejorarle la vida a alguien». Esa es la potencia que anida en el campo de juego, la que permite que ya no uno, sino dos pueblos, se aferren a la ilusión de que su historia común puede obtener una cuota de justicia en el marco de una competencia deportiva. Una ilusión, una fe, poéticas, en un mundo sometido al régimen cruel de lo material y lo monetario.

En un contexto global y nacional en el que los sucesos imponen preocupación y ocupación de manera cada vez más exigente, en el que la crisis se agudiza sin tregua y el futuro resulta incierto, el fútbol nos permite conectarnos entre nosotros, y con nuestra idea de nación y de pertenencia. En este mundo, en el que hay nacionalismos que se construyeron a base de ultraje imperialista a otras culturas, mientras otros se levantaron como gestos de resistencia, nos permite hermanarnos de una forma muy singular.

Una forma que habilita la fe poética popular, tan difícil de invocar. Hoy hay miles de argentinos que saben un poco más de Bangladesh, gracias al fútbol. Es un aporte que no es justo menospreciar, un ladrillo importante para la construcción del autoestima de los pueblos que, de manera totalmente literal, construye lazos sociales impensados y amplía nuestros campos culturales.

Cafiero record que en agosto mantuvo una reunin con su par bangladesh Abul Kalam Abdul Momen
Cafiero recordó que en agosto mantuvo una reunión con su par bangladeshí, Abul Kalam Abdul Momen.

Este sábado la Cancillería informó que la República Argentina decidió avanzar con la reapertura de la embajada de Bangladesh, que está cerrada desde 1978. ¿El objetivo? «explotar las potencialidades de la relación bilateral» entre ambos países. Se comunicó que se pretende promover la alianza fundamentalmente en el aspecto comercial “buscando diversificar el comercio y la oferta exportable argentina” y también «promover la cooperación en el ámbito deportivo, satelital, ayuda humanitaria y gestión de desastres».

Si quedara alguna duda de la fuerza que pueden tener las alianzas simbólicas, en este mundo de leyes materiales, a veces llegan detrás de ellas alianzas diplomáticas. 

Fuente: Telam

Comentarios de Facebook

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba