el musical que recupera en clave actual el legado de Merello
Valeria Ambrosio, directora del musical inmersivo «Experiencia Tita, llamarada pasional», que de viernes a domingo recorre en el Teatro Astral la vida de una de las primeras cantantes de tango argentinas en clave del siglo XXI, consideró que el legado de Tita Merello «es muy actual porque si te ponés a pensar, ‘ Se dice de mí´ es casi un trap».
La cantante de tango que se abrió paso en un universo de hombres, la actriz, el prematuro ícono feminista, la mujer con el corazón roto, el paso del tiempo y el temor al olvido son algunos de los aspectos de la vida de Merello que se presentan en este musical inmersivo de altísima calidad técnica y artística que se presentará hasta el próximo sábado 5 de noviembre en la sala ubicada en Avenida Corrientes 1639.
«Al ser una adelantada y una precursora es inevitable que los jóvenes se sientan identificados, y los que se acercan al teatro y viven la experiencia quedan con ganas de ir a ‘googlearla’ para conocer más sobre lo que fue, construyó y dejó», explicó Ambrosio a Télam, quien antes estuvo al frente de «Mina, che cosa sei», el musical tributo a la cantante italiana Mina encabezado por Elena Roger.
Ahora, a dos décadas de la muerte física de una de las máximas figuras argentinas del siglo XX, esta pieza musical encabezada por Ivanna Rossi, Micaela Suárez, Vanesa Butera y Elis García, se propone reconstruir las distintas facetas del personaje desde su música, su lenguaje y sus fantasmas con gran despliegue tecnológico.
Sobre Tita Merello
Laura Ana Merello, conocida como Tita, fue una de las primeras cantantes de tango surgidas en la década de 1920, que adquirió popularidad principalmente por sus interpretaciones de «Se dice de mí» y «La milonga y yo».
Debutó como actriz en el primer filme sonoro argentino, «¡Tango!», junto a Libertad Lamarque, y luego de varias películas se consagró en «La fuga» (1937) de Luis Saslavsky. Su cénit fue en los años ´50 con las películas «Los isleros», «Gaucho», «Mercado de Abasto» y «Arrabalera».
Por su simpatía con el gobierno peronista, luego del golpe de Estado de 1955 tuvo que exiliarse a México para poder trabajar, y regresó en 1960. Si bien siguió haciendo algunas apariciones, en 1985 se retiró de los escenarios y falleció a los 98 años, en 2002, dejando un legado de 33 películas, 20 obras teatrales, tres ciclos radiales y varias participaciones en espectáculos de revista y televisión.
Ante semejante exponente, Ambrosio dice que «sintió la necesidad de rendir homenaje a su figura como un aporte a su vigencia en una mirada resignificada, con el fin de traerla a nuestros tiempos y acercarla a los jóvenes para mantenerla viva e inmortal».
De la mano de Matías Chapiro en la dirección musical, en esta propuesta inmersiva las reversiones actualizadas de sus temas clásicos, junto a la impecable performance de las actrices alcanzan su mayor expresión en la versión de «Se dice de mí», que recorre y se adapta orgánicamente a distintos ritmos urbanos.
Télam: ¿Cuál fue tu primer contacto con Tita Merello?
Valeria Ambrosio: El contacto superficial de nunca haber profundizado en su vida y arte. El de conocer algunas de sus interpretaciones y haber visto alguna que otra película. Pero cuando me ocupé de conocerla, invadió todo mi interés y fue un sinfín de inspiración.
T: ¿Cuál creés que es el valor que tuvo Tita Merello como artista argentina?
VA: El valor de ser una referente sobre todo para las mujeres al mostrarle que se puede armar camino y andarlo aun con viento en contra. El tango era un universo muy machista y ella lo enfrentó y lo conquistó.
T: ¿Cuál fue el mayor desafío de acercarse al ícono?
VA: El mayor desafío, además de ser respetuosa con el personaje y lo que significó y significa, fue lograr interpretarlo y lograr una síntesis. También, tratar de salir de la biografía convencional y las versiones que tantas veces vimos, donde el recorrido cronológico de su vida era lo que primaba. «Experiencia Tita, Llamarada Pasional» busca mostrar esos aspectos que dieron forma a la leyenda Merello y que le dieron un nombre.
T: Respecto de la puesta, ¿por qué decidiste desdoblar el personaje en cuatro actrices?
VA: Porque una personalidad como la suya tan marcada y potente no podría caber en una sola. Su actriz (el melodrama), su cantante (histrionismo), su persona adulta (sabiduría) y su «antes que todo» que conforma su esencia, me parecieron la mejor síntesis, pero podrían haber sido infinitas.
T: Por último, ¿cómo fue el trabajo de adaptar la música y reversionar temas tan distintivos?
VA: La búsqueda de una sonoridad original apareció, justamente, luego de haberla reinterpretado. Y con el fin de acercar el repertorio a una generación nueva. Ella decía: «quiero que la juventud me recuerde». Muchas horas con Matías Chapiro, el director musical, tirando ideas, elaborando, borrando y volviendo a escribir hasta que nos gustaba lo encontrado.