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Viajes activos: un verano para lanzarse a la aventura

31 de Enero de 202100:00Andrea VenturaLA NACION

Llegar a la cima de un cerro que regala una vista panorámica después de unas horas decaminata intensa se siente como una victoria personal de esas que no se olvidan, como si se hubiera hecho cumbre en el Aconcagua, aunque no hayamos subido más de 800 metros. Algo similar sucede cuando se forma un tándem perfecto con un caballo y en armonía, como si fuéramos uno, se cruzan ríos y se desafían precipicios en los caminos de montaña, o cuando se saltan los rápidos a bordo de una balsa de rafting en un río caudaloso.

Trekking, cabalgata, rafting, cicloturismo, buceo, kayak, parapente, 4×4, tirolesa, rapel, carrovelismo, escalada, canyoning… la lista es tan larga como cautivante y desafiante. El llamado turismo aventura, que como premisa se sumerge de cabeza en la naturaleza e invita a dejar la actitud contemplativa para descubrir lagos, ríos, montañas, bosques e incluso sitios cercanos a la ciudad, desde una perspectiva activa, con esfuerzo físico que varía según cada actividad, venía creciendo a pasos agigantados en la Argentina durante los últimos años. Pero con la pandemia de coronavirus cómodamente instalada y la necesidad de salir en busca de aire puro y de sitios poco concurridos, vive un verano de gloria, con un boom en la actividad.

Hace tiempo que los riesgos y las propuestas extremas quedaron acotadas para los intrépidos. Este turismo de naturaleza es apto para todo público, siempre que se cumplan las indicaciones y se cuente con un estado físico acorde a cada actividad. Incluso la mayoría de las actividades ofrecen propuestas para principiantes que quieren probar algo diferente y quizá más adelante ir por alternativas más exigentes. Operadores experimentados a lo largo de la extensa geografía argentina ofrecen las condiciones para disfrutar con seguridad, sin sobresaltos.

Parapente. El imponente paisaje desde el cerro San Javier en Tucumán, uno de los sitios preferidos para volar como un pájaro
Parapente. El imponente paisaje desde el cerro San Javier en Tucumán, uno de los sitios preferidos para volar como un pájaroVera Rosemberg

“Esta pandemia seguramente marcará un clic en la actividad, que venía creciendo alrededor de 20% por año, porque los viajeros este verano se volcaron masivamente hacia el turismo de naturaleza y se vive una explosión a nivel país de la actividad. Algunos sitios como Sierra de la Ventana, por ejemplo, están trabajando al ciento por ciento”, cuenta desde Bariloche Carlos Pelli, presidente de la Asociación Argentina de Ecoturismo y Turismo Aventura (Aaeta), con más de 25 años de experiencia en la actividad. El turismo de naturaleza se adaptó rápidamente a la nueva normalidad: “A nosotros los nuevos requerimientos no nos impactaron demasiado, porque son similares a los que aplicamos habitualmente: trabajamos con grupos chicos, sin aglomeraciones y al aire libre. Solo tuvimos que incorporar los protocolos”, agrega.

Como es lógico en este contexto, a la hora de programar las vacaciones se priorizan los destinos que eviten las muchedumbres, que aseguren esa distancia necesaria. Y en tren de cambio de hábitos las propuestas de aventura despertaron el interés de los viajeros.

"El turismo de naturaleza ocupa un lugar cada vez más relevante entre las motivaciones de los viajeros del país y del mundo"

Claudina González, directora de Desarrollo de Turismo de Naturaleza del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación

“El turismo de naturaleza ocupa un lugar cada vez más relevante entre las motivaciones de los viajeros del país y del mundo. Argentina tiene una increíble dotación de recursos en ese sentido. Es, además, un recurso federal porque la oferta se verifica en la totalidad del país, con oportunidades de empleo y desarrollo. El contexto Covid no hace más que reforzar la tendencia. A medida que se restablece el movimiento turístico los viajeros buscan ambientes naturales y abiertos, que son percibidos como más seguros. Y es esperable que esta búsqueda de naturaleza crezca aún más a futuro”, explica Claudina González, directora de Desarrollo de Turismo de Naturaleza del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación

Además de elegir a la actividad que se adecue a cada gusto y condición, es indispensable tomar conciencia de que la naturaleza tiene sus reglas, que hay que respetar y cuidar. “La explosión de visitantes tiene sus pros y sus contras. Por un lado, después de tantos meses de parate es una alegría recibir a los visitantes, pero se necesita más educación para cuidar los ambientes naturales y para cuidarse uno mismo”, advierte Pelli, que sufre cuando encuentra residuos como cáscaras de frutas y ¡hasta papel higiénico! en las montañas o cuando ve que hacen un asadito en sitios no autorizados, poniendo en peligro los bosques.

La responsabilidad y la conciencia ecológica son los pilares fundamentales para lanzarse a la aventura y descubrir otra forma de viajar.

Andrea VenturaConforme a los criterios deMás información

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Fuente de la noticia (La Nacion)

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