Espectáculos

Diego Gottheil: «Hoy más que nunca, el amor es revolucionario»

El film narra la historia de Raúl, un abogado exitoso de 62 años que recibe un llamado con trágicas noticias de quien fuera su amor de juventud.

De cada amor que tuve tengo heridas, dice el tango. Pero algunas, podría agregarse, son más profundas. La ópera prima de Diego Gottheil, La herida, cuenta una historia individual pero totalmente universal que discurre sobre la noción de que todo el mundo tuvo un gran amor, alguien que está guardado en el interior y que, sin previo aviso, algo del presente puede activar. El film, seleccionado en el BAFICI 2024, narra la historia de Raúl, un abogado exitoso de 62 años que recibe un llamado con trágicas noticias de quien fuera su amor de juventud. Esa inesperada revelación lo lleva a revivir aquella historia, recorrida con la pasión, la ternura y la melancolía que imprime el tiempo, y recuerda un vínculo marcado por el contexto y la historia. La herida se estrena este jueves 6 en salas.

La idea nació en una época posterior a 1980 y Gottheil escribió el guión en 1988. «Quedó allí y yo seguí escribiendo otras cosas, otros guiones, incluso publiqué un par de novelas. Estaba allí el guión guardado hasta que lo leyó un productor amigo y le pareció que era una historia que estaba buena para filmarla», cuenta el cineasta en diálogo con Página/12. «Era una historia posible de filmar desde el punto de vista presupuestario y la verdad es que estoy muy contento con el resultado», agrega.

-¿Cómo fue el trabajo para contar una historia de amor en un clima de terror?

-Lo que pasa es que tengo una edad como para haber vivido esa historia. En 1980, yo tenía 19, como el protagonista Raúl, así que conozco bien la época. Todo lo que aparece en la película son cosas que vi, que conocí, sobre todo las que tenían que ver con la vida diaria en la sociedad. Todas las situaciones que se ven en la película, vinculadas con lo que yo llamo «la noche de la dictadura», y que permeaban en la vida familiar, en la vida cotidiana, están en la película, entiendo yo, y las conozco de modo directo por haberlas vivido, más de cerca o más de lejos. Pero nada de lo que ves en la película, en lo que tiene que ver con la época, es algo que yo haya imaginado sino que lo vi.

-De algún modo, la dictadura está como contexto, pero da la impresión que trataste de mostrar cómo influía la vida cotidiana en las personas.

-Sí, la dictadura es el telón de fondo, no es el tema de la película. Solo que esta historia de amor dolorosa transcurre justo en esa época. Y un poco lo que tenía de interesante contar, más allá de la historia de la pasión y del amor de Raúl por Marcela, era hacerlo en ese contexto. Una historia como la que está narrada en la película hoy sería completamente distinta y tal vez los elementos opresores no tendrían que ver con aquellos que aparecen en la película. Serían muy distintos.

-¿El sentido revolucionario del personaje le hace sentir el amor como un ideal más, como un amor revolucionario?

-Pienso que el amor es revolucionario, hoy más que nunca, realmente. El amor, que es lo que quise reflejar en la película, la pasión, no diría que él lo toma como un ideal, sino que es algo que atraviesa a este pibe. Y él vive, está enamorado perdidamente enamorado, y se la juega de modo acertado o equivocado por ese amor que siente. Y trata de construir a partir de ese amor. La película trata de narrar las veces en que el amor hace creer, a través de la ilusión, que se puede construir un mundo y, de pronto, las cosas que pasan te pueden tirar abajo el castillo de naipes. Raúl es un personaje que expresa su necesidad de amar, ama al personaje de Marcela y todos los condimentos que se ven alrededor de él, que evocan cierta resistencia a la opresión, como los pósters que tiene en su cuarto, o el debate que tiene con el padre o con el profesor en la universidad, muestran que no se trata de una ideología organizada sino más bien de una rebelión contra lo que él considera injusto.

La herida fue seleccionada en el BAFICI 2024.

-¿Esa unión amorosa tan apasionada tiene un correlato con vínculos desafectivos de las familias de ambos personajes? Hay como una cuestión de desapego familiar. Y quizás esa unión tan apasionada es una consecuencia de esa falta de afecto de las familias de los dos personajes.

-Sí, esta chica y este chico están muy solos. Tiene que ver con este desapego, con esa soledad que sienten en sus propios hogares, para empezar. Es muy poco lo que tienen afuera. Entonces, también los une un poco esta soledad, más allá del afecto, del amor. Es una película de dos seres solitarios.

-En relación con lo anterior, ¿La herida es también una película sobre la incomunicación?

-Es una película sobre la incomunicación en tanto los personajes tratan de comunicar , como pueden, lo que les pasa, lo que sienten. Fijate que Marcela es un personaje que está sufriendo una situación muy dramática. Intenta resolverla personalmente yendo a un médico, etcétera. Finalmente, termina yendo a ver a Raúl, que la ama. Pero a ella le cuesta mucho comunicar lo que le está pasando. El problema que tiene no se lo puede contar a la madre, no tiene a nadie cerca. Y lo mismo pasa en el caso de él. Tiene una familia un poquito más acomodada que, de pronto, se va de viaje y lo deja. Y queda solo.

-¿Cuánto de esa incomunicación se puede relacionar con el clima de silenciamiento que imponía la dictadura?

-En gran parte. No necesariamente es una derivación directa de un régimen, pero podría serlo. Era un régimen autoritario, sangriento, y sin duda que eso refleja en las relaciones interpersonales: en la familia, entre los amigos. Entonces, creo que es acertada la observación. En la dictadura vivías con miedo. A veces es difícil comprender para quien no vivió la época el terror que se experimentaba. Hablo con jóvenes y me dicen: «¿Era así de terrible?». Y sí. Salías a la calle, te habías olvidado el documento y entrabas en pánico.

-También mostrás las diferencias entre generaciones en la manera de entender la vida y los vínculos. ¿Crees que, en ese sentido, los jóvenes pueden identificarse con esta historia de amor juvenil y no solo quienes vivieron en dictadura?

-Absolutamente. Los jóvenes siempre tienen la semilla del amor y de la rebeldía, de querer romper con el statu quo. Y lo cierto es que el statu quo de esa época era de una enorme cerrazón, era muy peligroso. Pero los jóvenes de hoy, tal vez encerrados en otros paradigmas, siempre tratan de romper y de salir en libertad por el lado del amor y de la pasión. La película tiene que ver con la libertad, aún cuando esa búsqueda sea hecha a los ponchazos, como pueden. Los jóvenes tienen esa cosa de buscar la libertad a como dé lugar.

Fuente: Pagina12

Comentarios de Facebook

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba