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Cuando las cosas no salían como las planeaba, terminaba en días de depresión

El extaekwondista bonaerense Lucas Guzmán, dos veces representante olímpico y múltiple medallista panamericano y que se retiró de la actividad en junio pasado, reveló que le faltó «madurez» para gestionar el éxito en los inicios de su carrera y que, por sus niveles de autoexigencia, cuando las cosas no salían como lo planeaba «caía en días de depresión y oscuridad».

«Sinceramente el éxito me llegó tan temprano, que tuve muy poca madurez y cometí muchos errores. Fui muy duro conmigo mismo y exigente, que muchas veces, cuando las cosas no salían como las planeaba terminaba en algunos días de depresión. Fue aprendizaje, evolución, visualización y tener objetivos claros», reconoció Guzmán, de 30 años en una entrevista con Página/12.

Y puntualizó: «Muchas veces, al sentirme frustrado, me perdí a mí mismo, no sabía que el camino era así. A veces es claro y otras solamente oscuridad. Pensé abandonar muchas veces y empezar a hacer otra cosa que me ayude a ganar plata para mi futuro, pero era mayor el deseo por volver al área de competencia para un nuevo Juego».

Guzmán disputó los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (logró el quinto puesto y diploma) y los de París 2024; logró tres medallas en Juegos Panamericanos (oro en Lima 2019, plata en las misma ciudad en 2023 y bronce en Toronto; obtuvo la de bronce en los Juegos Olímpicos de la de la Juventud Singapur 2010, y el tercer puesto en el Campeonato Mundial de Manchester, Inglaterra, 2019. También fue múltiple medallista panamericano en los años 2009, 2014, 2016, 2018, 2022.

-En abril de este año anunciaste tu retiro a los 30 años. Dijiste: «Quería contarles a todos que este viaje fue muy divertido, lleno de obstáculos y grandes desafíos. Pude levantarme más de una vez, tocar fondo y salir a flote, tratando siempre de alcanzar una mejor versión que la anterior”. ¿Cuáles fueron los mayores obstáculos y qué fue exactamente tocar fondo?

-Tuve obstáculos, lo que enfrentan varios deportivas, injusticias, situaciones económicas adversas, el tocar puertas para que te ayuden a solventar gastos y no tener respuestas. Costearme viajes, con escalas de un día, donde dormía en el suelo de los aeropuertos y aún así no clasificar a los Juegos Olímpicos de Río 2016. Muchas veces, al sentirme frustrado, me perdí a mí mismo, no sabía que el camino era así. A veces es claro y otras solamente oscuridad. Pensé abandonar muchas veces y empezar a hacer otra cosa que me ayude a ganar plata para mi futuro, pero era mayor el deseo por volver al área de competencia para un nuevo Juego. A veces no estar de acuerdo con el cuerpo técnico, que como seres humanos cada uno tiene sus propias convicciones o también el autoconocimiento, pero aún así respetar todo y seguir enfocado en la tarea, lo importante es no tomar nada personal, porque si no es difícil de sobrellevar estas situaciones.

-«He decidido optar por mi salud y disfrutar el deporte desde otro lado, obviamente con las mismas ganas, pero esta vez no como atleta», agregaste. ¿A qué te referiste, puntualmente?

-En los últimos entrenamientos, con el afán de conseguir un rendimiento óptimo y no escuchar a mi cuerpo, tuve varias lesiones graves. La última fue tan dura, a solo cuatro semanas de los Juegos Olímpicos de París, que me hizo replantear todo y poner los pies sobre la tierra. A veces las medallas son un capricho, hay que enfocarse más en el proceso y disfrutar más el camino.

-¿Qué análisis hiciste de tu carrera?

-Mi carrera deportiva fue muy buena, llena de desafíos, En la mayor parte de los años no tuve consciencia de todo lo que alcancé y, sobre todo, de los rivales que pude vencer solamente con la fe y las ganas de hacerlo. Logré alcanzar el podio en la mayoría de los eventos importantes: Mundial, Grand Prix Series, Juegos Panamericanos, Juegos Odesur, Juegos Olímpicos, Mundiales Universitarios, Juegos Olímpicos de la Juventud, Panam Series, Copa Presidente, Open’s G1 y G2. Logré mantenerme por muchos años, a pesar de tener muchos altos y bajos. Sinceramente el éxito me llegó tan temprano, que tuve muy poca madurez y cometí muchos errores. Fui muy duro conmigo mismo y exigente, que muchas veces, cuando las cosas no salían como las planeaba terminaba en algunos días de depresión. Fue aprendizaje, evolución, visualización y tener objetivos claros.

-¿Qué te significó ser olímpico?

-Ser olímpico es una alegría enorme, un sueño realizado, son cuatro años de trabajo constante, de reinventarse porque el deporte evoluciona a pasos agigantados y de nunca darse por vencido, o tener el control ante la frustración.

-Sebastián Crismanich, ganador de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, única de en la historia de este deporte, dijo en una entrevista con Página/12: «Creo que para los próximos Juegos Olímpicos podemos soñar con una medalla olímpica». ¿Coincidís?

-Lo deseo con el corazón, y me gustaría que así sea, Argentina tiene eso: te puede sorprender. Nuestro deporte es en el día y todo puede llegar a pasar. Con la asesoría de Sebastián Crismanich, no sería casualidad que pueda parecer una medalla olímpica.

-Además, Crismanich, reveló que el duelo de dejar su carrera deportiva le llevó “muchísimos años”. ¿Cómo estás manejando ese tránsito?

-Probablemente no caiga por el momento, pero lo llevo bastante bien o quizás no tengo tiempo para pensar en eso. Aunque me ayudó a pensar mucho en el retiro después de Tokio 2020, donde pensé que era lo último y empecé a vivir un nuevo ciclo con mucha más conciencia, donde aprendí el doble y me llevó gran información para compartir con las siguientes generaciones.

-Te consulto lo mismo que a Gabriel Taraburelli, DT general de seleccionados nacionales de taekwondo : ¿Son suficientes los apoyos con los que cuenta el taekwondo nacional para su desarrollo?

-Para mi los presupuestos de los países asiáticos y europeos hacen la diferencia a la hora de pelear. Ellos tienen pecheras electrónicas, entrenan con ellas. Acá en Argentina solo tenemos una generación de pechera que ni siquiera era la que íbamos a usar en los Juegos Olímpicos de París. El argentino es todo a pulmón, pero aún así da pelea. Tenemos más hambre, pero a veces nos quedamos muy cortos con el apoyo financiero.

-En la misma entrevista, Taraburelli expresó: «El taekwondo desde 2011 goza de buena salud tanto deportiva como institucional. Tenemos un equipo con entrenadores experimentados en su cargo, con una estructura sólida, lo que nos da a que seguiremos creciendo en el futuro. Hoy tenemos un equipo joven, con muchas expectativas para el próximo ciclo”. ¿Qué mirada tenés?

-Sinceramente el taekwondo en Argentina tiene algunas áreas con buen desarrollo, pero otras que necesita replantearse para mejorarlas. A veces, a las organizaciones les cuesta evolucionar a ritmo que va la sociedad, hoy somos más humanos que deportistas.

-¿Qué proyectos tenés para futuro?

-Hace un poco más de dos meses abrí mi primera escuela de taekwondo para dedicarme exclusivamente al área de competencia, y sacar el mayor potencial de cada uno. Lo vengo disfrutando mucho y como equipo nos está yendo muy bien. Afortunadamente me tocó un grupo con muy buena energía.

– ¿La Confederación Argentina de Taekwondo (CAT) te ofreció ser parte de algún staff técnico?

-Todavía nada formal.

Fuente: Pagina12

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