Argentinos, enojados con sus proveedores de Internet: una abrumadora mayoría planea cambiarlo

El panorama de la conectividad fija en la Argentina revela una inminente saturación, con un 82,6% de los hogares ya conectados, según los datos del Cabase Internet Index 2025.
Ariel Graizer, presidente de la Cámara Argentina de Internet (Cabase), subrayó un cambio paradigmático en el mercado: la era de la expansión ha concluido, cediendo el paso a una feroz competencia entre los operadores por la captación y retención de clientes. Este escenario, caracterizado por una alta penetración, plantea nuevas dinámicas y desafíos para la industria de la conectividad.
Desigualdad en la conectividad y una penetración decreciente
La penetración de Internet fijo en la Argentina dista de ser homogénea, y exhibe una marcada desigualdad a nivel provincial. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) lidera holgadamente con un 90% de hogares conectados, seguida por Córdoba (84,7%), Buenos Aires (84%), Mendoza (82,9%) y Santa Fe (82,2%).
Estas cinco jurisdicciones, que concentran el 70% de los accesos fijos del país, ponen de manifiesto la persistencia de una profunda brecha digital en aquellas provincias con menor densidad poblacional y, consecuentemente, menor atractivo para la inversión privada. La falta de infraestructura adecuada y la baja rentabilidad potencial en estas áreas perpetúan un ciclo de exclusión digital.
Lo más sorprendente y preocupante es la disminución general de la penetración, que pasó del 88% en 2024 al 82,6% en 2025. Esta caída, lejos de ser un fenómeno aislado, se atribuye principalmente a dos factores críticos:
- El elevado costo del servicio (mencionado por el 39% de los usuarios).
- La disconformidad con la calidad del servicio (29% de las bajas).
Esta dinámica sugiere que, si bien la infraestructura puede estar disponible, el acceso se ve limitado por barreras económicas y de satisfacción del cliente. A pesar de esta regresión en la penetración global, la proporción de hogares con velocidades superiores a 50 Mbps se mantiene estable, en un 61,2% tanto en 2024 como en 2025, lo que indica una mejora en la calidad de las conexiones existentes, aunque no en su alcance.
Ariel Graizetrt, presidente de Cabase.
Avance imparable de la fibra óptica
La fibra óptica continúa su expansión a un ritmo acelerado, consolidándose como la tecnología dominante en la conectividad fija argentina. Actualmente, representa más del 52% de las conexiones y permite que seis de cada diez hogares disfruten de velocidades superiores a 50 Mbps.
En la conferencia de prensa, en la que participó iProfesional, en las oficinas porteñas de Cabase donde se presentó este informe, Graizer enfatizó que el 40% de las conexiones incluso superan los 100 Mbps, estableciendo un nuevo estándar de conectividad de alta velocidad.
Sin embargo, este progreso no es universal. Un 17% de la población aún carece de cobertura fija, viéndose forzada a depender de opciones móviles o satelitales, que a menudo son más costosas y menos estables, acentuando la brecha digital y la exclusión de facto.
Reclamos de los ISP y un marco regulatorio incierto
El sector de los proveedores de servicios de Internet (ISP, sigla en inglés) mantiene una relación tensa y compleja con el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), el organismo regulador. La disolución del fideicomiso del Fondo de Servicio Universal (FSU) generó una profunda incertidumbre sobre la ejecución y el destino de los recursos, a pesar de la obligación legal de las empresas de aportar el 1% de sus ingresos de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
La reciente creación de los certificados de crédito de aporte, que permiten compensar estas obligaciones con inversiones propias, ofrece un atisbo de flexibilidad, pero la regulación general sigue siendo un terreno movedizo y poco claro, lo que dificulta la planificación e inversión a largo plazo.
La carga tributaria emerge como otro reclamo central y recurrente por parte de los ISP. Más del 45% de los costos de conectividad se destinan a impuestos, lo que reduce drásticamente los márgenes de ganancia y la capacidad de inversión en infraestructura y desarrollo.
Graizer insistió en la necesidad imperiosa de una ley federal que unifique los criterios impositivos a nivel nacional, creando un marco predecible y equitativo que permita a la industria competir en igualdad de condiciones e invertir de manera sostenible en el desarrollo de la conectividad en todo el país.
Usuarios «enojados» con sus proveedores de Internet
El análisis del Cabase Internet Index 2025 revela cambios significativos en los hábitos de consumo de Internet por parte de los usuarios argentinos. La paquetización de servicios, que antes era una estrategia común de las empresas, experimentó una notable caída desde el 66% en 2024 al 48% en 2025.
Esta tendencia indica una preferencia creciente de los hogares por contratar únicamente el servicio de Internet, prescindiendo de la televisión de pago o la telefonía fija, en busca de mayor flexibilidad y control sobre sus gastos.
El consumo de streaming también se ajusta a esta nueva realidad económica. Aunque el 85,5% de los hogares aún mantiene alguna suscripción, esta cifra es inferior al 89% registrado en 2024. Aunque sigue liderando con un 51% de las suscripciones, Netflix enfrenta una mayor rotación de plataformas y cancelaciones de servicios, motivadas principalmente por el aumento de los costos.
La percepción de precios es abrumadoramente negativa: solo el 21% de los usuarios considera «justo» lo que paga por el servicio de Internet. Esta insatisfacción se traduce en acciones concretas: un 55% de los usuarios planea pedir descuentos o cambiar de proveedor, y un 9% evalúa dar de baja el servicio por completo. El alto costo (41%) es también la razón principal por la que los hogares con disponibilidad de fibra óptica no contratan el servicio, a pesar de sus ventajas en velocidad y estabilidad.
En cuanto a los dispositivos más utilizados, los celulares (53%), los Smart TV (48%) y las notebooks y las PC (41%) lideran la lista, impulsando un consumo intensivo de video en línea y contenido multimedia, lo que a su vez demanda mayores velocidades y capacidades de red.
Internet satelital: una alternativa con desafíos y el costo como barrera
El ingreso promedio por usuario (ARPU) experimentó un aumento significativo, pasando de 8 dólares a 25 dólares. Sin embargo, esta mejora nominal no se tradujo en una mayor rentabilidad para los operadores debido a la dolarización de los insumos y la persistente inflación, que erosionan el poder adquisitivo y los márgenes.
Para el 17% de la población que aún carece de conectividad fija, especialmente en áreas rurales y de difícil acceso, la Internet satelital emerge como la única opción viable. Si bien los accesos satelitales experimentaron un crecimiento interanual espectacular del 7.180%, superando las 217.000 conexiones, según datos del Enacom, en el Cabase Index 2025 solo representan un modesto 2,8% del total de accesos fijos. Un 55% de los hogares argentinos conoce esta tecnología, pero no la contrata debido a su elevado costo, que sigue siendo una barrera significativa para su adopción masiva.
Graizer destacó un cambio en el modelo de negocios de proveedores satelitales como Starlink, que se orienta cada vez más al segmento B2C (sigla en inglés por directo al consumidor final) en lugar del B2B (sigla en inglés por entre empresas), lo que limita las oportunidades de colaboración con los ISP independientes y restringe aún más las opciones para los usuarios en zonas remotas.
El costo mensual promedio del servicio de Internet fijo en la Argentina se sitúa en 35.603 pesos, lo que representa un 3% del ingreso promedio de los hogares. Este porcentaje supera la meta del 2% establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como umbral de asequibilidad, lo que subraya la problemática del costo como factor limitante del acceso universal.
La piratería, una amenaza para la sostenibilidad de los ISP
La piratería se consolida como una seria amenaza para la sostenibilidad y la capacidad de inversión del sector de las telecomunicaciones en la Argentina. Más de 14 millones de usuarios en el país consumen contenidos ilegales, especialmente actividades deportivas, según datos de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (ASIET).
Este mercado ilegal genera un volumen de negocios superior a los 100 millones de dólares anuales, financiado en gran medida por publicidad de apuestas en línea, lo que crea un círculo vicioso de ilegalidad.
Un 63,4% de los hogares admite utilizar sitios ilegales para acceder a películas, series o actividades deportivas. Esta práctica no solo erosiona los ingresos de la industria audiovisual y de contenidos legítima, sino que también incrementa el tráfico internacional y los costos asociados al tránsito de datos por protocolos de Internet (IP) para los ISP, quienes deben soportar una infraestructura que es utilizada para un consumo ilegal que no genera ingresos para el ecosistema legítimo.
La piratería, por lo tanto, no solo afecta a los creadores de contenido, sino que también debilita la capacidad de los proveedores de invertir en mejoras y expansión de la infraestructura, frenando el desarrollo tecnológico del país.