Espectáculos

Primer encuentro “Derechos Culturales para imaginar democracias y ciudadanía”

Reunirá a referentes del pensamiento de América latina y de España en un espacio para el diálogo, la formación y la acción colectiva.

En un mundo signado por las desigualdades, las crisis de representación, emergencias ambientales y transformaciones digitales, «las culturas emergen como campo de disputa y posibilidad para la construcción de democracias más justas, diversas e inclusivas». Así lo entienden los hacedores de “Derechos Culturales para imaginar democracias y ciudadanía”, encuentro internacional que se realizará desde el jueves 4 hasta el sábado 6 en el Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA, Paraná 1159) y que reunirá a referentes del pensamiento de América latina y de España en un espacio para el diálogo, la formación y la acción colectiva.

Julieta Brodsky, exministra de Cultura de Chile, una de las participantes del acontecimiento, pinta el contexto en el que ocurre. «En Latinoamérica y en el mundo nos encontramos en un punto de inflexión respecto a la defensa de nuestros derechos culturales. El retroceso conservador y de gobiernos de ultraderecha que desprecian la democracia está haciendo tambalear los escasos avances que habíamos logrado en esta materia en la región, incluida la propia libertad artística o la posibilidad de practicar la propia cultura«.

Brodsky grega: «Con la excusa de una crisis de seguridad y de la intensificación de la violencia en nuestros países, se eliminan presupuestos, instituciones y sistemas completos de financiamiento y promoción de las culturas y las artes. Sin embargo, hoy más que nunca la cultura debe ser un elemento central para el desarrollo de nuestros países, porque la mayor crisis que atravesamos es una crisis de convivencia, de cohesión social, solidaridad y sentido de pertenencia. ¿Y qué mejor que la cultura para poder desarrollar estos aspectos en nuestros barrios y comunidades? Hoy la cultura no es solo un derecho humano, es una necesidad urgente para nuestros territorios.» En esta sintonía, Alexandre Santini, presidente de la Casa do Rui Barbosa, dependiente del Ministerio de Cultura de Brasil, aporta: «Cuando las democracias están siendo atacadas, las políticas culturales son una de las primeras víctimas. La cultura es un elemento central en la disputa civilizatoria que atravesamos en el presente».

El encuentro es organizado por Redes de Gestión Cultural (RGC, comunidad de pensamiento y acción dedicada a fortalecer la gestión y las políticas culturales) y el CCEBA. Se realizará en el marco de los debates previos a «Mondiacult 2025», conferencia mundial de la UNESCO sobre políticas culturales y desarrollo sostenible, que será a fin de mes en Barcelona. Aunque no tiene conexión formal con este evento, el encuentro en Buenos Aires se propone como una instancia para contribuir a la agenda desde una mirada situada y regional. 

«Están en debate las inteligencias artificiales y cierta mirada de pensar la cultura como derecho humano. En esto último, América latina en los últimos años, sobre todo con las oleadas progresistas, fue un laboratorio de innovación», dice Nicolás Scofitti, gestor y uno de los directores de RGC, que es también una editorial. «Vamos a tratar de abordar discusiones globales sobre la cultura que en general están dominadas desde el norte. Desde América latina creemos que podemos aportar una mirada situada desde nuestra experiencia y luchas», completa. En efecto, el sábado se armará un documento que será presentado en Mondiacult, dentro de un espacio titulado Agora Cívica.

Los cupos de inscripción presencial para el encuentro están agotados, pero todavía está abierta la virtual. De todos modos, sin necesidad de registrarse se podrán seguir todas las jornadas en el canal de YouTube de RGC. La apertura es este jueves a las 16, día en que se realizarán un conversatorio en base a la pregunta de si es posible pensar en derechos culturales para la Argentina en la actualidad y una conferencia magistral a cargo de Maristella Svampa, bajo el nombre «La policrisis civilizatoria y los desafíos para las democracias».

«La conferencia abordará diferentes dimensiones de la policrisis civilizatoria, desde una perspectiva latinoamericana y del sur global. En primer lugar, se abocará a sintetizar un diagnóstico: crisis climática, disputa energética, incremento de desigualdades, expansión de las extremas derechas. En segundo lugar, se abordarán las narrativas en pugna en relación a la policrisis, haciendo un énfasis en la caracterización de las extremas derechas y la erosión de las democracias. En tercer lugar, se apunta a repensar los desafíos en términos de ‘batalla cultural’ y de lenguaje de derechos, ante lo que asoma no solo como el intento de un cambio de régimen político sino también del régimen de afectividad«, anticipa Svampa sobre su intervención.

Las jornadas abordan el eje de la cultura desde una perspectiva múltiple: la cuestión democrática, pero también la inteligencia artificial, consumo cultural en la era digital, desigualdades en el trabajo artístico y cultural son algunos de los temas. Entre los participantes nacionales se encuentran María Pía López, Sandra Torlucci, Natalia Aruguete, Pablo Carro,  Maru Bielli e Inés Hopenhyam. De otros países, habrá invitados de España, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador y México.

María Pía López evoca una frase de Walter Benjamin en la que él planteó que todo documento de cultura es un documento de barbarie «para señalar que toda obra relevante, toda gran obra incluso, tenía de fondo una servidumbre anónima». «Es decir, había mucho dolor atrás de una obra de cultura. Me he preguntado en este tiempo qué significa la cultura cuando existe un cierto tipo de barbarie, que es la de los que se consideran no bárbaros; la barbarie de las capacidades destructivas de la guerra y del capital implementadas sobre el mundo. (Qué significa la cultura) Cuando ese tipo de barbarie destructiva se convierte en principio de organización de la sociedad y tiene, como nos pasa en Argentina, los más altos niveles de conducción política». 

Tomando entonces un «tono benjaminiano de la idea de barbarie» -esto es, pensarla como aquello que amenaza lo común y la convivencia, la coexistencia y libertades de los sujetos-, la socióloga se propone jugar un poco con la inversión de la frase de Benjamin. «Hoy muchas obras culturales son también obras de resistencia. Por un lado, interrumpen la dominación del algoritmo y de la construcción del ocio, del entretenimiento en relación a lo que algunos llaman las corporaciones de la distracción. Y por otro, porque muchas obras, muchas prácticas traen la pregunta por el sentido, por la narración. No de un modo homogeneizante, sino por un sentido que se construye a partir de muchas singularidades y expresiones», postula. «Estamos en un momento en que hay desfinanciamiento, persecución, bloqueos y, sin embargo, estamos asistiendo permanentemente a activismos culturales, a producciones intensas e interesantes, culturalmente críticas, capaces de abrir interrogantes y que a la vez producen este sentido de lo común», suma.

Scofitti también analiza la situación cultural del país, paisaje que por sí solo muestra la importancia de que este encuentro se realice aquí. «Uno de los grandes ejes de la avanzada de la derecha en Argentina es la ‘batalla cultural’; el ataque a las instituciones que sostienen parte de la actividad y la producción, a la institucionalidad que permite la circulación y la producción. Esa circulación no es hegemónica, es del sector independiente. Eso es lo que ellos quieren borrar, porque necesitan que haya una mirada homogénea, pacata que no tenga grandes vaivenes y que ayude a fortalecer el sentido común que quieren imponer, en donde existe un único modelo de mundo, uno que deja excluidas a un montón de personas y genera la situación de crisis en la que estamos», expresa. «Frente eso la cultura tiene la responsabilidad de dar una batalla y de construir herramientas para que todos pensemos cuál es su función pública y por qué merece ser tenida en cuenta a la hora de pensar políticas. En América latina se registran los mismos procesos: parece como si tuvieran un manual de lo que hay que hace con el sector. La resistencia es clave, y es donde van a aparecer las alternativas para producir un cambio», concluye Scofitti.

Fuente: Pagina12

Comentarios de Facebook

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba