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La pobreza que no ven ni escuchan

“La pobreza es un tema muy acuciante en nuestro país”, sostuvo el obispo Dante Braida, presidente de la Comisión de Pastoral Social, quien también afirmó que “en una sociedad donde hay mucha desigualdad, algo no está bien”. Las declaraciones del obispo, titular de la diócesis de La Rioja, fueron publicadas en la web de la Pastoral Social en las vísperas de la Semana Social que se celebrará en Mar del Plata entre el 8 y el 10 de agosto. El encuentro se da en la previa de la tradicional marcha de San Cayetano que mostrará hoy una movilización masiva a la que se sumará un frente de gremios, movimientos sociales y de derechos humanos para denunciar las consecuencias que el gobierno de Javier Milei está provocando en el mundo del trabajo. Participarán de la tradicional marcha no sólo las organizaciones de la economía popular, sino también la CGT y una multisectorial de organizaciones sociales, estudiantes, feministas, espacios políticos.

“La pobreza es un tema muy acuciante en nuestro país”, sostuvo el obispo Dante Braida, presidente de la Comisión de Pastoral Social, quien también afirmó que “en una sociedad donde hay mucha desigualdad, algo no está bien”. Las declaraciones del obispo, titular de la diócesis de La Rioja, fueron publicadas en la web de la Pastoral Social en las vísperas de la Semana Social que se celebrará en Mar del Plata entre el 8 y el 10 de agosto. El encuentro se da en la previa de la tradicional marcha de San Cayetano que mostrará hoy una movilización masiva a la que se sumará un frente de gremios, movimientos sociales y de derechos humanos para denunciar las consecuencias que el gobierno de Javier Milei está provocando en el mundo del trabajo. Participarán de la tradicional marcha no sólo las organizaciones de la economía popular, sino también la CGT y una multisectorial de organizaciones sociales, estudiantes, feministas, espacios políticos.

El encuentro de Mar del Plata, que se realiza anualmente desde 1984, es “un espacio de diálogo en medio de tanta polarización política, en medio de tanta discusión” que reúne a distintos sectores para “elaborar una temática desde distintos puntos de vista”, dijo el obispo. Al respecto, agregó que “elaborar una temática desde distintos puntos de vista nos ayuda a ampliar el horizonte” y que la participación de jóvenes en este espacio es un dato “muy esperanzador”.

En esta oportunidad, el propósito de la Semana Social es profundizar en el “legado” del papa Francisco y abordar “la fraternidad, la amistad social desde el ámbito de la política, la economía, la educación” en la perspectiva de la “opción por los pobres”, según afirman en Pastoral Social. Para Braida la realidad de la pobreza necesita ser abordada “de una manera integral y con opciones concretas” y “si realmente nos juntamos y miramos estas problemáticas, seguro que podrán salir propuestas nuevas y también que nos comprometan a todos”.

Respecto de la desigualdad, Braida afirmó que “si realmente cultivamos lazos de amistad entre los que formamos parte de la sociedad, podemos mirar también este problema, el de la desigualdad, buscando que haya las mismas oportunidades para todos, para crecer y desarrollarnos”. Para el presidente de Pastoral Social es preciso “que los pobres tengan un lugar central y donde los que tenemos una responsabilidad social o como autoridad podamos propiciar la participación del pueblo y también tomar decisiones que respondan a lo que hoy se necesita”.

En la previa de la Semana Social, Braida también reflexionó que “necesitamos una democracia mucho más participativa, donde podamos hacer nuestros aportes. Necesitamos también una dirigencia que esté dispuesta a escuchar los aportes de quienes integramos a la sociedad para poder también tomar decisiones que respondan a lo que el pueblo necesita”, subrayó.

Porque –agregó– “si logramos que cada uno pueda aportar lo que tiene como don y carisma al bien común, puede haber muchos cambios; creo que en los que tenemos una responsabilidad en la sociedad esta capacidad de escucha y de dar participación es fundamental”. Por eso, sostuvo, “si bien la responsabilidad es de todos los sectores convocados a este diálogo, sabemos que en estos tiempos tan difíciles la misión de la Iglesia es fundamental para ayudar a reconstruir la confianza y el diálogo entre los argentinos”. Braida sostiene que “los pobres deben ser el centro de nuestra evangelización, de nuestro camino sinodal”.

Insistiendo en el tema de la participación, el obispo subrayó que “uno de los ejes de nuestro andar en la pastoral social es fomentar la participación ciudadana y que todo creyente pueda descubrir el sentido social de la fe” dado que “la fe se vive en el compromiso en lo cotidiano por un mundo más justo y fraterno”.

También se expresó sobre la importancia de la Comisión de Justicia y Paz, que funciona en el ámbito de Pastoral Social. Braida comentó que dicha comisión “está integrada por unos treinta laicos y dos religiosas de distintos lugares del país, de distintos ámbitos de la vida social y cada uno tiene una misión”, organizada en áreas de trabajo de las que participan también siete obispos. “Se trata de trabajar en equipo y aprovechar lo nuevo de este tiempo que es la virtualidad. Hay reuniones virtuales y de pronto estamos conectados con diferentes personas de distintos lugares del país” dijo Braida señalando que “nuestra fuente principal es la doctrina social de la Iglesia”.

El padecimiento de los jubilados «es un genocidio»

Carlos Moia, sacerdote de la parroquia porteña de San Cayetano, el santo patrono del trabajo para la Iglesia católica, afirmó que lo que están padeciendo hoy los jubilados “es un genocidio” y dijo que “no puede ser que un país esté manejado por negocios financieros”, porque “es inmoral, no es ético”. Además, citó un documento del Episcopado en el que se señala que “no se puede tener una actitud indiferente frente a las necesidades de la gente” y que destaca que “no puede haber ningún plan económico basado en despidos y en crear inseguridad a la gente”.

A modo de ejemplo indicó que “a un jubilado que no puede tomar los remedios se le van achicando los días de vida” y calificó eso como “un genocidio”, a la vez que sostuvo que la cantidad de gente que concurre al comedor popular de esa parroquia “se duplicó” y que concurren “600 o 700 personas por día”.

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Fuente: Pagina12

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