Cara Carmina: «Fue un reto y un gran deleite dibujar a Frida»

Lo que nació como un libro destinado al público infantil que imaginaba los primeros años de Frida Kahlo se convirtió en una película que estrenará el jueves 7.
Hacia finales de 2016 la dibujante e ilustradora mexicana instalada en Montreal Cara Carmina publicó el libro Frida, c’est moi, con textos de la canadiense Sophie Faucher. Traducido a varios idiomas el libro, destinado a un público infantil, imagina los primeros años de vida de Frida Kahlo, una niñez llena de juegos, dibujos y amistades pero también de sufrimiento físico, concentrando como está en el período en el cual la futura artista plástica contrajo poliomielitis. “He aquí una historia que invita a la reflexión sobre la autoaceptación y el respeto a la diferencia, al tiempo que crea emociones inesperadas y un gran deseo por saber más sobre esta mujer y artista excepcional”. La frase puede leerse en la contratapa del volumen, que siete años más tarde fue adaptado al formato de serie televisiva de metraje breve –apenas cinco minutos por episodio– y, más recientemente, se transformó en un largometraje. Hola Frida, dirigida por André Kadi y Karine Vézina, llega este jueves 7 a las salas de cine argentinas en su versión doblada al español neutro, aunque con algunas marcas lingüísticas de ese México que marcó la vida personal y el estilo creativo de la pintora.
“Mi primer libro fue editado en la Argentina por la editorial Calibroscopio, pero Frida, c’est moi es mi primer libro canadiense”, afirma Cara Carmina en comunicación con Página/12 desde Montreal, mientras muestra un ejemplar de esa obra seminal del otro lado de la videollamada. “Fue Sophie Faucher quien tuvo la gran idea de hablarles a los niños de Frida Kahlo. Por supuesto, fue todo un desafío porque no es una historia sencilla de contar y además no posee mucho contenido infantil. Para mí, como mexicana, fue un enorme reto pero también un gran deleite dibujarla. Hacía tiempo que llevaba dibujándola y reinterpretando su trabajo con mi estilo, por lo que fue una oportunidad hermosa. Es un libro que realmente cambió mi carrera”. Nacida y criada en Ciudad de México con el nombre Norma Andreu, a Cara Carmina la mudanza a Montreal en 2009 la encontró potenciando su trabajo de ilustradora de libros infantiles, ya con su nom de plume. A la fecha, trabajando a veces en tándem con otros autores y otras tantas a partir de sus propios textos, la dibujante lleva publicados más de veinte libros.
“Fui muy afortunada, porque cuando llegué a Canadá no sabía que aquí se editaban tantos libros infantiles. Parece que Francia y Quebec son los lugares que más volúmenes infantiles al año producen, por lo que al mudarme aquí me encontré con un verdadero auge en el terreno en el que quería trabajar. El primer resultado de eso fue el libro sobre Frida, y con Sophie hicimos otros cuatro libros. Eso abrió puertas para trabajar junto a otros autores, pero también para hacer mis proposiciones personales. Ya llevo publicados nueve libros escritos e ilustrados por mí. Siempre es muy rico trabajar a partir de tu universo personal, pero cuando encuentras un texto de alguien que tiene una manera de aproximarse a los niños que te gusta o que encaja con tu trabajo siempre es un placer. Los dos modos de trabajar han sido súper enriquecedores”.
Respecto de la figura de Frida Kahlo, la dibujante cree que tiene “muchas aristas que pueden interesarles a los niños, muchos mensajes». «Eso lo aprendí con el libro y también gracias a los talleres que he realizado en escuelas con su historia. Soy de la idea de que a los niños se les puede hablar de todo, siempre y cuando uses su lenguaje. Puedes hablar de la muerte, del divorcio, que son temas que se tocan en el libro. Hablamos del Día de Muertos, de cuando Diego Rivera la engañó con otras mujeres, de su separación, y los niños lo entienden todo porque son temas que ellos viven también en su mundo, a su manera. El tema de la enfermedad, de la polio, que tocamos en la película, es una realidad de muchos niños que están enfermos, que viven ciertos hándicaps, algunos más fuertes que otros. Creo que es muy buena la manera en la cual la película se acerca a estas cuestiones”. En la pantalla, la joven Kahlo dibuja y juega con un compañero de escuela cuando un fuerte dolor en una de sus piernas marca el inicio de la dolencia. Más tarde, postrada, completará las páginas de su diario íntimo mientras sueña con participar de una carrera sobre patines.
-¿Cómo fue el paso del libro a la serie web y de allí a este largometraje, que tuvo su estreno mundial en el prestigioso festival especializado en animación que tiene lugar todos los años en la ciudad de Annecy, en Francia?
-La verdad es que se nos acercó una productora de aquí, en Quebec, con la idea de adaptar el libro al formato de serie. Se realizaron seis capítulos de cinco minutos y, a partir del éxito de la serie aquí en Canadá, surgió el interés por hacer una película. Fueron muchos pasos los que nos llevaron a la pantalla grande y la verdad es que ha sido una gran alegría. Como ilustradora fue un enorme desafío, porque inevitablemente la adaptación de un medio a otro implica muchos cambios. Adaptar es cambiar, son sinónimos. Lo más complejo fue el comienzo, con la serie. Pero el trabajo mano a mano con el estudio de animación fue fluido y trabajé como consultora artística, por lo cual siempre se me tomó en cuenta para todas las decisiones de adaptación. Lo cual fue bueno, porque desde luego es complejo llevar el concepto de dibujo estático a un medio audiovisual. Creo que cualquier ilustrador que haya trabajado en un proyecto animado sabe que no es sencillo, pero ver los resultados es bien gratificante.
-En el cine de animación las películas siempre son “dobladas”, pero es interesante que en este caso la versión original sea en idioma francés. Aunque es bien cierto que la figura de Kahlo es universal. ¿Cómo se realizó el doblaje al español?
-Encontrar el español neutro para América latina fue otro gran reto. También se dobló al euskera, que fue algo muy bonito porque los actores son mexicanos que viven en España. La chiquita que hizo la voz en el francés original también es mexicana, una niña que conocí en un salón de clases que visité y que quería ser actriz. Ella es de origen mexicano, pero habla francés. Todo esto del doblaje es muy interesante. En México aún no se ha estrenado, pero esa versión fue hecha por mexicanos especialmente para ese mercado.