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El  rapto de Europa

El rapto de Europa es un relato mitológico que narra cómo Zeus, transformado en un toro blanco, rapta a una princesa fenicia, hija de los reyes Agenor y Telefasa, y la traslada, nadando en su lomo, hasta la isla de Creta. Donald Trump (foto) parece haberla raptado nuevamente, transformándose ahora en el Minotauro –hijo de la nuera de Europa–, que suele alimentarse con carne humana. Según el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, “El presidente Trump no cerró un acuerdo con la Unión Europea. Se desayunó a Von der Leyen”.

El reordenamiento global que pretende Estados Unidos está en directa relación con la asunción de su inestabilidad geopolítica y económica. La guerra arancelaria tiene el doble objetivo de sobreponerse a la desindustrialización promovida por la lógica neoliberal y, al mismo tiempo, impedir que la República Popular China continúe su ascenso al liderazgo global. La letra chica del acuerdo incluye cinco compromisos que han sido deliberadamente invisibilizados por el mainstream de la comunicación corporativa responsable de la manipulación cognitiva. El primero de esos ajustes remite al compromiso conjunto de enfrentar a China. En una de las cláusulas difundidas se precisa que “Las dos partes adoptarán medidas complementarias para hacer frente a las políticas de terceros”, en clara referencia a Beijing y a los BRICS+. La segunda parte del contrato invisibilizado obliga a los europeos a reducir los aranceles sobre la mayoría de las importaciones estadounidenses, situación que facilitará el ingreso de las exportaciones estadounidenses a la Unión Europea (UE), compuesto por 450 millones de consumidores. La tercera servidumbre conmina a la Unión Europea a adquirir 750 mil millones de dólares en hidrocarburos estadounidenses, incluyendo crudo, combustible para reactores nucleares, gas natural y otros derivados del petróleo a lo largo de tres años. Esta exigencia, aceptada por Von der Leyen, busca paralizar a la Federación Rusa que, a pesar de las sanciones, sigue exportando energía a través de gasoductos y de un conjunto de embarcaciones que los medios occidentales denominan desdeñosamente como flota oscura porque no es monitoreada por los satélites de las grandes compañías aseguradoras occidentales.

La cuarta condición de Zeus es que la UE debe invertir en 600 mil millones de dólares en suelo estadounidense, monto similar al que se le exigió a Japón en el «acuerdo» alcanzado el 23 de julio. La quinta adenda, solapada, remite a la obligación de la UE de comprar aparatología bélica a Washington por un monto cercano al 50 por ciento de la inversión dedicada al rearme bélico. En la última reunión de la OTAN, realizada en La Haya entre el 24 y el 25 de junio, se acordó aumentar el presupuesto dedicado al rearme comunitario hasta alcanzar un 5 por ciento del PBI de cada uno de sus miembros. Aunque España se opuso a esta subvención directa al Complejo Militar Industrial, los senadores republicanos Jim Risch (presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado) y Roger Wicker (presidente del Comité de Servicios Armados de esa misma Cámara Alta) han sumado –con aval trumpista– una financiación extra para Ucrania de 8 mil millones de dólares anuales. El proyecto de Risch y Wicker se titula ridículamente como Ley Peace e incluye como financiadores centrales a los gobiernos de Alemania y el Reino Unido.

El mercantilismo estadounidense no es nuevo. En ocasiones ha existido detrás de una pátina edulcorada de libre comercio. Cuando sus ventajas comparativas se han visto desafiadas, no ha dudado en desatar guerras comerciales directas y/o encubiertas. Pero se ha hecho más acentuada en las últimas dos décadas. En el gobierno de Joe Biden se retomó la Buy American Act de 1933, a partir de la cual se aprobó la Ley de Reducción de la Inflación, que en 2022 brindó subvenciones a la industria por un total de 369 mil millones de dólares. Trump la revocó, parcialmente, porque priorizaba la energía verde por sobre el fracking. El brutalismo trumpista sobreactúa sus amenazas porque recupera el protagonismo que viene perdiendo en la arena internacional. Sin embargo, la centralidad mediática fulgurante no logra sustituir los detrimentos competitivos sufridos respecto a la productividad china. Esta es la razón por la que apela a una nueva Guerra Fría, destinada a reprimir la consolidación de un núcleo asociativo alternativo al unilateralismo. Dicho conglomerado, que suele denominarse como Sur Global o Mayoría Global cuenta con gran parte de los recursos naturales estratégicos, las tierras raras y los minerales críticos, imprescindibles para la nueva batalla industrial en curso, ligada a la denominada Inteligencia Artificial.

Una dimensión central de la agenda belicista de Trump es el financiamiento del armamento de la nueva revolución tecnológica que vincula la cultura, la manipulación cognitiva, la vigilancia satelital y las redes sociales. En el centro de ese dispositivo aparece la disputa entre la UE y Estados Unidos por la Ley de Servicios Digitales, una normativa de Bruselas con la que se pretende defender el control híbrido plantado por las nuevas corporaciones armamentistas. Elon Musk considera que dichas regulaciones suponen mecanismos de censura política sin precedentes y un ataque a la libertad de expresión. Por su parte, Mark Zuckerberg, el CEO de Meta advierte que Washington debe defender a las empresas tecnológicas, impidiendo tal regulación. Lo que no se dice es que, detrás de esas demandas, está la base de sustentación del Destacamento 201, también conocido como DAT 01, lanzado oficialmente el último 13 de junio. Ese proyecto militar reclutó a cuatro ejecutivos provenientes de Meta, Alphabet, OpenAI y Palantir a quienes convirtió en tenientes coroneles para «fusionar la experiencia tecnológica de vanguardia con la innovación militar (…) con el fin de «lograr una fuerza más eficiente, más inteligente y letal». En forma paralela, Peter Thiel, el fundador de PayPal y de Palantir –que gestiona contratos por 10 mil millones de dólares con el Pentágono– se encuentra abocado a la producción de documentales y largometrajes sobre la emblemática figura libertaria Ayn Rand, la exitosa ejecución de Qassem Soleimani por un dron estadounidense, y la «humillante retirada de Afganistán promovida por Joe Biden. En abril, la cancillería china divulgó un video en el que se consignaba que «Ceder ante el matón es como beber veneno cuando uno tiene sed». En julio, en la cumbre de los BRICS+ en Río de Janeiro, el canciller chino Wang Yi advirtió: «permanecer en silencio, ceder y retirarse garantiza que el matón quiera someterte más.»

La hermanastra del Minotauro –mitad hombre, mitad toro– era Ariadna. Ella fue decisiva para que su enamorado Teseo logre abatir a quien se alimentaba con carne humana. Periodistas especializados afirman que en alguna próxima cumbre de los BRICS+ Ariadna y Teseo serán galardonados. 

Fuente: Pagina12

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