Con anticuerpos democráticos, Córdoba se movilizó tras el fallo

Desde Córdoba
Desde Córdoba
El fallo con la ratificación de la condena a Cristina Kirchner amagaba a salir a la luz mientras la Casa Histórica de la CGT Córdoba sobre avenida Vélez Sarsfield comenzaba a poblarse. Allí estaba convocado el plenario de dirigentes para decidir qué hacer ante un escenario que emergía con un fallo contra Cristina Fernández de Kirchner revestido de una increíblemente naturalizada anticipación.
La decisión fue organizar un acto de las estructuras mayores de los gremios cordobeses mañana a las 18 en Vélez Sarsfield y Boulevar San Juan, pero las imágenes que llegaban desde Buenos Aires hacían imposible dejar sin respuesta a esa minoría cordobesa -que por ser minoría tantos años ganó en intensidad- que quemaba los WhatsApp con la pregunta: “¿Dónde es la convocatoria?”.
Allí se encendió la chispa de una movilización que llevó primero a un recorrido corto -unos trescientos metros- desde la sede cegetista al Patio Olmos. A medida que caía el sol y se cumplían los horarios laborales, muchos independientes empezaron a llegar a esa esquina central de la ciudad.
Y se encendió la chispa de una movilización que decidió, por pura espontaneidad, tomar rumbo hacia la sede del PJ cordobés. Doble picardía: por un lado, llevar la manifestación frente al edificio del partido que todavía conduce Schiaretti (el traspaso a Llaryora comenzó en marzo pero no culminó); y por otro, eliminar riesgos de la aplicación de cualquier protocolo de seguridad que pueda «pudrir» el clima, en medio del debate por regulaciones de la protesta social en el ámbito provincial. Es que en esa cuadra del Boulevard San Juan hubo hace tres semanas un derrumbe que tiene todavía la calle cortada.
“Abrí el partido, la puta que te parió”, cantaban con insistencia la multitud apostada frente al edificio partidario. Después, las consignas de siempre con Milei como blanco y haciendo hincapié en el repaso histórico del aguante peronista contra bombas y fusilamientos.
Violeta tiene, como mínimo, más de 60. Sostenía una foto de Cristina y se le veía bronca en la cara. “Realmente es un dolor muy grande, la gente no se da cuenta de lo que está perdiendo. Está perdiendo sus derechos. Esos doce años fueron los mejores”, le dijo a Página/12.
Adriana arranca a hablar y parece que va a llorar. Pero se aguanta y no, no llora: “Me duele la frialdad después de tantos logros que conseguimos con Cristina y Néstor. Haber luchado tanto, salir de la porquería del 2001, reflotar este país y después tirarlo a la banquina con Macri y con este engendro es un dolor enorme”.
Hugo tiene 69 y vive en barrio de laburantes. Ampliación Cerveceros se recuesta sobre la Circunvalación Sur. Esa zona es como todos los sures de nuestras ciudades: popular, por decirlo de forma poética. “Me da bronca que los cordobeses votaron en 2015 a un choro (ladrón) que se robó 45 mil millones de dólares, este otro 20 mil millones, y los siguen votando”, se lamentó. Miró la puerta enrejada del PJ provincial y siguió: “Acá en Córdoba hay varios traidores. Vamos a seguir luchando por Cristina. Esta vuelta se va a armar quilombo. Nosotros no vamos a aflojar, con mi edad la voy a pelear hasta cuando sea”.
Por su parte, diputados, legisladores, intendentes, dirigentes y organizaciones de diversa índole publicaron un comunicado titulado “Si vienen con ella, vamos con ella”. El texto repudia el fallo del máximo tribunal e indica que el fallo de la Corte Suprema convirtió “al país entero en un polvorín al pretender cercenar con total impunidad la voluntad popular-electoral de las mayorías trabajadoras”.