Cómo ganar plata con realidad virtual: la franquicia que llegó a Argentina y busca socios

En un rincón del shopping Showcase de Belgrano, un grupo de jugadores se calza visores de realidad virtual, toma controles inalámbricos y se prepara para descender —literal y virtualmente— en un ascensor que los llevará a explorar seis niveles interconectados de un mundo que solo existe en el universo digital. Así comienza la experiencia inmersiva de Another World Virtual (AW), la empresa global de entretenimiento tecnológico que eligió a Buenos Aires como punto de partida para conquistar América Latina con su modelo de franquicias.
Con más de 370 arenas operativas en 50 países y presencia en ciudades como Londres, Berlín, Dubái, Seúl y Nueva York, AW desembarcó en la región de la mano de Danil Tchapovski, un emprendedor con experiencia previa en el sector del ocio: fue quien introdujo los juegos de escape en Argentina hace más de una década, cuando casi nadie sabía de qué se trataban. «En su momento, el escape room fue una revolución. Hoy la realidad virtual representa una evolución natural de ese concepto. Es más profunda, más envolvente y todavía más emocionante», asegura.
Convencido de que América Latina está lista para un salto cualitativo en su oferta de entretenimiento, Tchapovski adquirió la master franquicia de Another World para toda la región y se propuso crear una red de arenas en países como México, Colombia, Chile, Perú y, por supuesto, Argentina. El primer paso fue inaugurar en septiembre de 2024 la primera sede local en la capital del país, dentro del shopping Showcase de Belgrano. «La demanda superó todas nuestras proyecciones desde el primer mes. Estamos evaluando expandirnos dentro del mismo shopping porque hay franjas horarias donde ya no damos abasto», afirma.
A diferencia de otras propuestas de realidad virtual, Another World desarrolla sus propios juegos en Estados Unidos y los adapta para distintos formatos y edades. En la arena de Belgrano ya se pueden elegir entre 15 títulos, entre los que se destacan Kernel, el primer escape room 100% VR del mundo; Safe Night, una batalla cooperativa contra hordas de zombis; y Shmooter, una competencia espacial que pone a prueba reflejos y estrategia.
Según sus estimaciones, la sede porteña ya recibe entre 800 y 1.000 visitantes por mes y factura entre $8.000.000 y 10 millones de pesos mensuales. A eso se suman ingresos extra por eventos privados, cumpleaños, actividades escolares y team buildings empresariales, un formato que AW ya probó con éxito en otros países y que ahora adapta al mercado local.
Pero más allá del impacto del concepto entre el público, la verdadera apuesta de la marca está en su modelo de franquicias, Another World no solo quiere entretener, sino también ofrecer una oportunidad real de negocio a emprendedores de toda la región.
Arena móvil, mini o parque: los tres formatos de franquicia que ofrece Another World
Another World no es simplemente una marca de entretenimiento. Es una marca internacional con procesos probados, un producto propio y una propuesta de valor pensada para quien busca abrir su propio negocio con respaldo, tecnología y acompañamiento constante.
«Tenemos un sistema de lanzamiento listo para usar. Lo que el franquiciado necesita es seguir las instrucciones, involucrarse en el marketing y liderar su equipo. Si hace eso, los resultados llegan», resume Tchapovski. Él mismo lo vivió con la arena de Belgrano, donde en solo meses se alcanzaron niveles de facturación y ocupación que superaron las expectativas iniciales.
Los juegos se producen en Estados Unidos y se adaptan para públicos locales
La inversión necesaria para sumarse al universo de Another World depende del formato elegido. La opción más ágil es la arena móvil, pensada para eventos, centros educativos o fiestas privadas, que no requiere local y puede comenzar a funcionar con una inversión desde los u$s40.000 en equipamiento y la licencia de marca. Para quienes buscan una sede permanente, hay dos formatos: las mini-arenas, que requieren entre 50 y 70 metros cuadrados, y los parques de 100 metros cuadrados, que pueden llegar a 200 metros. En esos casos, la inversión arranca en los u$s50.000 y 60.000 dólares respectivamente.
El retorno estimado de la inversión varía entre 12 y 24 meses, aunque ya hubo casos donde el recupero se logró en apenas seis. Todo depende, dice Tchapovski, del compromiso del franquiciado con la estrategia de marketing, la ubicación elegida y el cumplimiento de los estándares operativos. «Es un modelo probado en más de 50 países. Ya está todo testeado, solo hay que seguir el sistema y aplicarlo bien. Y nosotros damos todo el soporte para eso: manuales, formación, CRM, materiales de promoción, guiones de ventas y diseño del local. Incluso podemos cofinanciar algunos proyectos a través de esquemas de sociedad», explica.
Another World cobra una regalía del 10% sobre la facturación mensual, con un mínimo de u$s1.000. Sin embargo, ese umbral puede ajustarse en ciudades más pequeñas o formatos móviles. La empresa también recomienda destinar un presupuesto específico a marketing, y pone a disposición agencias aliadas que pueden encargarse de campañas digitales, activaciones locales y estrategias de posicionamiento.
En cuanto al perfil de inversor que busca la marca, Tchapovski priorizan personas con experiencia empresarial, especialmente en entretenimiento, gestión de equipos o marketing, pero no excluyen a quienes llegan desde otros rubros. Lo más importante, dice, es la actitud. «Queremos socios con ganas de crecer. Nosotros aportamos el sistema y el conocimiento; el socio tiene que aportar el liderazgo y el empuje».

El modelo permite operar en espacios desde 50 m² con solo 1 o 2 empleados
La operación diaria es sencilla: una mini-arena puede funcionar con una o dos personas por turno, mientras que un parque más grande requiere entre dos y tres. Todas las experiencias están diseñadas para ser intuitivas, y el personal recibe formación directa antes de la apertura.
Actualmente, Tchapovski está en conversaciones con interesados en Córdoba, Mendoza, Rosario y otras ciudades del país, además de negociaciones abiertas en México, Chile y Colombia. «Lo más importante no es la ciudad, es el socio. Si tiene visión, pasión y compromiso, puede abrir una arena donde sea y hacerla crecer», asegura.
Another World parece haber encontrado la fórmula para transformar una tecnología de vanguardia en un modelo de negocio escalable y rentable. Con el respaldo de una red global, contenido propio y un formato que sorprende a sus visitantes, sus franquicias se consolidan como una opción fuerte para quienes quieren emprender. «La realidad virtual no es el futuro, es el presente. Y hoy es el mejor momento para subirse a esta ola», concluye Tchapovski.