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Fichados

El significado que debería tener un proyecto de ley de “Ficha Limpia” se desvirtuó al presentarlo en los días previos a una elección y con cláusulas que sólo incluían a una persona, la que podía ser candidata opuesta al partido que lo presentó. Claramente era un proyecto de proscripción. Con su rechazo, la mayor beneficiada no fue Cristina Kirchner, sino la sociedad, gran parte de la cual fue engañada por ese falso honestismo, usado como herramienta de manipulación politiquera.

El significado que debería tener un proyecto de ley de “Ficha Limpia” se desvirtuó al presentarlo en los días previos a una elección y con cláusulas que sólo incluían a una persona, la que podía ser candidata opuesta al partido que lo presentó. Claramente era un proyecto de proscripción. Con su rechazo, la mayor beneficiada no fue Cristina Kirchner, sino la sociedad, gran parte de la cual fue engañada por ese falso honestismo, usado como herramienta de manipulación politiquera.

Silvia Lospennato, impulsora del proyecto, lo necesitaba para su candidatura por el PRO en la ciudad de Buenos Aires. Pertenece a un partido que no tuvo prurito en llevar como candidato presidencial a Mauricio Macri, que ya tenía causas abiertas en la justicia y cuyas empresas lo convertían, junto con Paolo Rocca, en los dos mayores proveedores del Estado. El partido que impulsó Ficha limpia puso a Mauricio Macri a administrar los negocios que el Estado tiene con las empresas de Mauricio Macri. No existe figura menos ética.

En los Panamá Papers aparecieron más de cuarenta cuentas offshore de Macri, quien ya tiene abiertas numerosas causas por negociados con sus empresas contra el Estado o usando al Estado, como la del Correo o las autopistas, los parque eólicos o Macair.

Al revés que las causas que tiene Cristina Kirchner, las de Macri no fueron denunciadas por la política, sino por periodistas internacionales o por los perjudicados. Cristina Kirchner fue condenada en un fallo polémico, lleno de irregularidades y sin pruebas concretas, por tribunales donde jueces y fiscales tenían relaciones promiscuas y muchos de ellos estaban directamente vinculados a Mauricio Macri. En las causas contra Macri, en cambio, las pruebas son sólidas y la ganancia está a la vista.

Gran parte del poder de Macri como empresario y político ha sido el control de un amplio dispositivo judicial y mediático. Ningún otro político tiene tanta injerencia en la justicia ni en los medios. Es de cajón concluir que cuanto más grande es el dispositivo judicial que controla un político es porque lo necesita como protección y que lo usará como arma contra sus adversarios. De allí se deducen las causas contra Cristina, como arma política, y la necesidad de protección de Macri por las denuncias en su contra.

Es la explicación de la importancia que le dio el empresario ex presidente a la construcción de ese aparato judicial-mediático. Nadie niega, ni sus propios simpatizantes, la existencia de este aparato controlado por el macrismo, así como el funcionamiento de la Mesa Judicial durante su presidencia. La consecuencia es que el Poder Judicial es la institución con peor imagen del país: un 80 por ciento de imagen negativa.

Macri generalizó esta práctica denuncista con campañas de humo mediáticas y con jueces muy cuestionados, como el fallecido Claudio Bonadio, y el fiscal Carlos Stornelli, contra el gobierno de Cristina Kirchner. No deja de ser una paradoja que alguien con problemas en la justicia controle ese aparato y sea el impulsor de esas campañas. Por la misma razón, las causas contra Macri se demoraron años en los tribunales, mientras que las de Cristina Kirchner se mueven cada vez que el macrismo lo necesita por motivos políticos.

Se dijo que Milei negoció el rechazo a Ficha limpia con sus aliados provinciales de Misiones porque le interesa polarizar con Cristina Kirchner en las elecciones. También se especuló con que los libertarios canjearon Ficha limpia con el kirchnerismo a cambio de la investigación de la estafa con criptomonedas. El único rédito que puede sacar Milei, si polariza las elecciones, es reducir al PRO a su mínima expresión y aún así sería difícil ganarle a Cristina Kirchner en la provincia de Buenos Aires. Y el supuesto trueque entre mileístas y kirchneristas no quedó claro porque el bloque de Unión por la Patria insistió con la investigación de la estafa.

Más allá de las explicaciones de coyuntura sobre el resultado de la votación en el Senado, el proyecto de Ficha Limpia introdujo otro debate con mayor espesor. La discusión que quedó pendiente es si el Poder Judicial tiene autoridad para intervenir sobre la decisión soberana expresada por el pueblo en el ejercicio de su derecho al voto. Quedó demostrada la vulnerabilidad del Poder Judicial a presiones y decisiones arbitrarias, mientras que el voto constituye la base de la organización democrática. En teoría, el Poder Judicial tendría así la prerrogativa de elegir presidente por encima de la decisión popular.

Mientras la inflación no baja, el gobierno se dispone a lanzar otro blanqueo que de hecho amnistiaría capitales del narcotráfico, la trata y la corrupción. Y la caída de la industria en marzo fue de más del cuatro por ciento. En ese cuadro, Milei denunció en la Justicia a los periodistas Carlos Pagni, Viviana Canosa y Ari Lijalad. En el imaginario mileísta, estas confrontaciones forman parte de una “batalla cultural” entre las fuerzas del cielo y quienes lo critican.

No es un buen momento de esta batalla para los libertarios. Las fuerzas del cielo recibieron la embestida de dos poderosas explosiones culturales de origen argentino pero de dimensiones planetarias. Un viejo adversario al que Milei calificó de “representante del maligno en la Tierra”, pasó a convertirse, tras su fallecimiento en una potencia simbólica. Y si tenía alguna esperanza de que el nuevo Papa fuera conservador o, al menos, no fuera partidario de la justicia social, la designación de León XIV, un “francisquista” del Vaticano, fue como una patada al hígado.

El nuevo Papa tomó su nombre de León XIII autor de la llamada “encíclica de los obreros”, la Rerum Novarum, que constituye la base de la doctrina social de la Iglesia. O sea, no es peronista, pero está a favor de la justicia social, o sea, en las antípodas de los libertarios.

En medio de los palos y los gases al grupo de jubilados, este miércoles apareció un cartel hecho a mano, que decía: “Nadie se salva solo”, la consigna de El Eternauta Juan Salvo. No había pasado una semana de la presentación de la serie en Netflix y las consignas ya estaban en las calles, con los jubilados en lucha y seguramente será retomada en las próximas movilizaciones. La serie, basada en la historieta que escribió Héctor Oesterheld, se convirtió en un fenómeno mundial extraordinario contra el individualismo y la ley de la selva que quiere imponer el neoliberalismo y los libertarios.

Oesterheld es uno de los 30 mil desaparecidos por la dictadura, al igual que sus cuatro hijas. Los portales de todo el mundo donde se anuncia El Eternauta, incluyen en forma destacada la historia de la familia Oesterheld. Al discurso ultraneoliberal y el de los negacionistas les ha surgido un formidable forúnculo.

Dos eventos mundiales extraordinarios, que tienen raíces argentinas, convirtieron al discurso de Milei en un relato de cabotaje, un producto argentino de baja ralea.

Fuente: Pagina12

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