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Cuando uno fue más que cien: Novak Djokovic cayó en la final del Miami Open

Novak Djokovic no pudo coronar la semana de los récords con el que más persiguió en los últimos meses: llegar a los cien títulos de ATP y convertirse en el tercer hombre en lograrlo. El último escollo fue demasiado para el mejor tenista de todos los tiempos. Jakub Mensik, un potente checo de 19 años, le arrebató el trofeo del Miami Open, en el Hard Rock Stadium, para conseguir su primera gran conquista en el circuito mayor, nada menos que contra su ídolo. Este domingo, de manera contraintuitiva, uno fue más que cien.

Desde el primer tramo del partido Mensik hizo gala de su velocidad, de su aceleración y de sus atributos para lastimar con el servicio. Con latigazos, con firmeza en las definiciones, se puso 4-1 de manera temprana y exigió a Djokovic de entrada para avisarle que debía atravesar un partido cuesta arriba.

Con la ventaja en el desarrollo el checo de 19 años, nacido el 1° de septiembre de 2005 en Prostejov, cedió algunos espacios ante las variantes del mejor tenista de todos los tiempos, quien se las ingenió para leer el servicio y nivelar el marcador hasta llegar al tie break. Más allá de haber jugado un primer parcial de enorme nivel (79% de primeros saques adentro, 73% de puntos ganados con ese golpe y 71% con el segundo intento), sólo podía perderlo en un desempate: Mensik lo cerró, a puro misil, por 7-4.

El devenir de los hechos se repitió en el segundo parcial, que finalizó del mismo modo y con el mismo resultado en el tie break que lo definió todo: 7-4 para el checo pese a los números aceptables de un Djokovic que, amén de la intuición para contrarrestar el saque del rival, no pudo evitar la debacle. Las estadísticas de Nole resultaron insuficientes: 76% de primeros saques, 77% de puntos ganados con ese tiro y 50% con el segundo disparo, que no le valieron ni un set contra un joven aplomado en los momentos calientes.

Actual 5° del mundo, Djokovic no consiguió coronar una semana en la que generó marcas y marcas, una costumbre hacia el epílogo de una carrera irrepetible. Disputó la 142ª final de su carrera (99 títulos), la 60ª de calibre Masters 1000 (40 trofeos) y la sexta en La Florida (seis conquistas). También igualó la plusmarca de Roger Federer al alcanzar al menos una final de nivel ATP durante 20 temporadas consecutivas, entre 2006 y 2025.

El finalista de Masters 1000 con mayor edad, con 37 años y diez meses (Federer llegó a la definición de Miami 2019 con 37 años y siete meses) quedó a las puertas de transformarse en el tercer jugador masculino con al menos cien trofeos del máximo circuito desde el inicio de la Era Abierta (1968): sólo ostentan ese logro el estadounidense Jimmy Connors (109) y el propio Federer (103).

Con una victoria en el único duelo previo contra Mensik -le había ganado en tres parciales en Shanghai 2024-, Djokovic no halló las respuestas a la velocidad de un checo que provocó un cimbronazo y avisó, acaso con una muestra, hacia dónde puede llevar su carrera. De gran servicio y un enorme revés con variantes -tiene facilidad para cambiar las direcciones con asiduidad-, tendrá que pulir el drive y algunas otras cuestiones del desarrollo. Al menos estará, sin embargo, en la conversación de los primeros puestos: con este título ascendió 30 puestos en el ranking ATP, del 54° al 24°.

Después de haber eliminado al local Taylor Fritz (4° del ranking) a puro palazo, con 25 aces y 82% de puntos concretados con el primer saque, sintió una motivación extra por partida doble: había triunfazo ante los ojos de Lionel Messi, presente en el Hard Rock Stadium durante la jornada de semifinales de este viernes, y saboreó lo que representa derrotar a su ídolo. 

«Le di la mano a Messi en el vestuario y no me lavé las manos antes de entrar a la cancha. Probablemente esa fue la clave del triunfo para mí”, había dicho el checo antes de vencer a Fritz. En la firma que dibujó en la cámara luego del festejo escribió: «Gracias, Leo». Y profundizó minutos después en sus redes sociales: “Me encontré a una cabra (NdR: castellanización de la palabra GOAT, sigla de Great of all the times, el mejor de todos los tiempos) en el vestuario. Encantado de conocerte, leyenda”.

Antes de la final que lo consagraría por primera vez en el circuito de singles de la ATP -había perdido la final de Doha 2024 frente al ruso Karen Khachanov-, había arrojado de manera pública que se cruzaría por el trofeo con su ídolo. «Juego al tenis por Djokovic», soltaba. Casi dos décadas más joven que el serbio, que ganara sus dos primeros torneos de ATP (Metz y Amersfoort) un año después del nacimiento de Mensik, lo alejó de la marca de los cien y gritó campeón en una primera vez que no será la única.

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Fuente: Pagina12

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