El abogado que quería la reconciliación con Videla detrás de la maniobra por la «memoria completa» del Gobierno

Javier Vigo Leguizamón es el abogado que estuvo detrás del acuerdo de solución amistosa que anunció el Gobierno de Javier Milei que había alcanzado para intentar presentar las acciones de las organizaciones político-militares de izquierda como crímenes de lesa humanidad.
Javier Vigo Leguizamón es el abogado que estuvo detrás del acuerdo de solución amistosa que anunció el Gobierno de Javier Milei que había alcanzado para intentar presentar las acciones de las organizaciones político-militares de izquierda como crímenes de lesa humanidad.
Vigo Leguizamón representa a la familia Viola en un reclamo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), presentado después de que se reabrieran las causas contra los represores. En ese momento, la viuda de Viola, María Cristina «Maby» Picón, sostenía que había que limpiar el uniforme que estaba siendo ensuciado con las denuncias sobre secuestros, torturas y desapariciones.
Vigo Leguizamón no solo lleva la causa Viola ante el sistema interamericano. Es el abogado que interviene en otro expediente de la «memoria completa», el que se centra en la muerte del coronel Argentino del Valle Larrabure, que está en la Corte Suprema a la espera de un pronunciamiento. Todo indica, según fuentes judiciales, que debería declararse abstracto, ya que falleció el único imputado.
El abogado milita desde hace tiempo en el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), que preside Victoria Villarruel. Vigo Leguizamón y la actual vicepresidenta solían dar conferencias juntos.
Hacia finales de los años ’90, Vigo Leguizamón, oriundo de Santa Fe, se embarcó en una tarea nada sencilla: quería lograr un diálogo de reconciliación entre el dictador Jorge Rafael Videla y Mario Firmenich, líder de Montoneros. Sus esfuerzos quedaron plasmados en un libro titulado Amar al enemigo, que se publicó a mediados de 2001.
Después del anuncio que hizo el vocero Manuel Adorni, Vigo Leguizamón se mostró satisfecho. Dijo que buscarían reimpulsar la causa –que ya había tenido personas condenadas y con confesiones arrancadas bajo tortura– mientras abogan para que la CIDH diga que lo que sucedió en Argentina, por aquellos años, fue un «conflicto armado interno».